El tren para muchos puede ser el inicio de un poema o el escape hacia un nuevo rumbo; bueno, en mi caso es de regresar al lugar que tanto tiempo salí corriendo aún me doliera dejar a muchas personas que amo pero era necesario.
Mi historia no es tan fácil solo unas anécdotas que fueron en el olvido con el pasar del tiempo. Siento ese deja vú como también ese presentimiento de que algo anda mal.
Le tengo un afecto a mi pueblo natal por todo lo bueno que viví pero también rencor por el desprecio y sufrimiento que me hicieron sentir.
Hace 7 horas que partí de la ciudad dejando mi pequeña vida que cree en ese mundo tan distinto y también tratando de dejar su recuerdo en esas calles, esos lugares, esos momentos, ese departamento; siempre voy a querer a James pero se que descubrirá algo mejor sin mi porque aunque intente ser alguien digna de su amor simplemente lo arruine como en toda mi vida. Mi mente divaga por todos los cambios que estaré por pasar.
Pude trasladar mi labor de oficina a una modalidad de distancia sin quitarme mi puesto. Me ayudara a cuidar a mi intocable abuela que corroboré en una llamada que estaba perfecta según sus palabras y solo disparates del doctor. Quisiera creerle pero ocultarme cosas de este estilo se ha bajado mi confianza, se que lo hizo para no preocuparme pero el hecho que tal vez pude perder a mi único familiar de sangre me hiela la sangre al haber estado tan lejos de ella. Noto que ya llegamos a la estación y se me revuelve el estómago con muchos nervios; al bajar del tren nadie está a mi espera cosa que le pedí a la abuela que no le informará a ninguna persona (aunque no hay muchas personas), ya que quiero discreción al momento.
Tomo marcha hacia el hospital donde está internada Clarice (mi abuela) y me toma entre unos 20-25 minutos ya que es un pueblo un tanto chico. Al momento solo me pasan por otro turista pues me teñí el pelo a un tono negro azabache y pupilentes mientras me estadía otra vez en el pueblo; aunque, no creo lograr mucho el objetivo por el motivo que soy la viva imagen de mi madre o eso dice mi abuela.
Por fin llegó a las puertas del hospital esperando lo peor cruzando en ellas, me dirijo hacia la recepción donde está sentada una señora con cara de pocos amigos y que posiblemente no le paguen bien.
– Buenos días, vengo a visitar a un paciente — Saludo lo cordial que puedo pero no recibo lo igualitario de su parte.
– Nombre — Me responde tan tajante que me lleno de paciencia para no caer en el mal humor que transmite.
– Clarice Davies — Veo que teclea en su computador sin ver las teclas.
– ¿Cuál es su nombre y parentesco con la paciente ?.
– Emilia Richardson Davies y soy su nieta.
– Si, aparece como contacto familiar —Me comenta con tono de reproche — La señora Davies está en el cuarto 8, en el tercer piso.
– Muchas gracias — tomo camino sin escuchar si me contesta el agradecimiento o no.
Apresurada llegó al cuarto que me indicaron; al estar enfrente de la puerta me da miedo ver y empezar a consumirme la culpa por haberme ido ,dejándola atrás. Tocó y al escuchar su "adelante" me adentro, conteniendo las lágrimas al verla tan hermosa como siempre , con más canas, más arrugas alrededor de su bello rostro. No descifró su reacción está boquiabierta y con los ojos mas abiertos que de costumbre.
– Mi mili linda — Me extiende los brazos y corro hacia ella como si fuera una chiquilla buscando refugio — Mírate mi niña, has cambiado demasiado.
Me dice dulcemente con su típica sonrisa de orgullo que siempre me había dado; lloro en su hombro desahogándome al saber que si está bien y que no la perdería.
– En el transcurso de la ciudad a acá el doctor me informó que tienes una enfermedad crónica — Empiezo a decir cuando logro calmarme viéndola revelando que descubrí que me mintió.
– Solo no quería preocuparte estando tan lejos y quería que siguieras allá ya que este lugar es el infierno.
– Perdón por haberme ido y no llevarte conmigo, fue lo que debí haber hecho y no dejarte aquí sola. — Me empieza a consumir la culpa por acciones que ya no puedo remediar.
– No, jamás vuelvas a disculparte por eso, fue lo mejor para que pudieras haber hecho para extender tus oportunidades de la mucha capacidad que tienes — Me mira detenidamente y en sus ojos no veo que este mintiendo. — Aparte yo no pienso dejar la casa que me construyo tu abuelo aunque el pueblo se convierta en una guerra.
Mi abuela siempre ha amado la casa que mi abuelo Erickson Davies construyó para proponerle matrimonio y la entiendo completamente en ese territorio viven miles de recuerdos que ella atesora con su vida. Yo misma viví mi infancia en esa casa donde ah sido mi verdadero lugar a pesar que he vivido muchas cosas malas ahí pero atesoro cada mínimo recuerdo.
Tocan la puerta de la habitación y al tercer toque se adentra un señor con canas acompañado con una joven enfermera.
- Hola, buenas tardes señoritas, supongo que usted es la nieta de la señora Davies — Asiento con la cabeza — Bueno en ese caso, soy el doctor Hernández he tratado a su abuela a lo largo de este tiempo.
- ¿ Me podría explicar la situación de mi abuela?.
- Si claro; su abuela presenta una enfermedad es conocida como "de Crohn" esto provoca la hinchazón de los intestinos del tracto digestivo y esto a su vez puede producir dolor abdominal, diarrea grave, cansancio, pérdida de peso y malnutrición. No hay cura pero con diversos tratamientos podemos tratar a su abuela; esto seria semanalmente por la agenda de espacio seria cada sábado a la 1 p.m. y duraría hora media cada sesión por mientras que obtengamos mas resultados con el progreso de la enfermedad esto debido por estos meses que hemos atenuado un 80% de la enfermedad.
Me quedo procesando por la tanta información pero si puedo entender solo lo esencial que ocupo.
- También me gustaria recomendar que se quedara al menos por unos cuantos meses; claro a su decisión propia ...