Catarsis

CAPITULO 6

Easton

Cuando era pequeño mi vida era como estar en una aventura con feroces dragones y una bella diosa que me rescataba de esos dragones. Cuando crecí por obvias razones eso cambio mi familia (los feroces dragones) por el cuál nunca compartí un vínculo especial con ellos a pesar de ser hijo único; sin embargo, solo se sentía como un contrato y ellos fueron que me separaron de mi diosa que siempre será mi irrepetible paz.

Despierto con un dolor de cabeza y al voltear al lado solo puedo ver a las dos chicas desnudas una cada lado mío.

¿Porqué vuelvo a caer en lo mismo otra vez?

Pero después recuerdo que no es como si fuera una adicción simplemente soy así desde hace un año sin control.

Sin hacer ningún ruido me levanto de la cama y recojo mis cosas para dejarles en la mesa a las dos chicas una buena propina por lo de la noche que aunque este con una resaca letal aún no olvido las delicias que hicieron.

Manejando en mi coche por las calles de Grand Leandla un país un tanto aburrido y condenado aquí ha seguir los pasos de mi bisabuelo para administrar sus empresas cuando llegue el tiempo y con esto me refiero a haber estudiado en una de las más prestigiosas universidades internacionalmente hablando y trabajar ya en la empresa familiar.

Llegando a mi departamento después de unos 20 minutos con una resaca del diablo; así que, sin importarme nada tomo una ducha y me tumbo en mi cama hasta que el sonido del celular suena por quinta vez lo que me lleva a la frustración y lo agarro sin detallar quien molesta.

Acto uno: Grave error haber tomado la llamada.

Acto dos: Mal presentimiento.

Acto tres: ¿Porqué estoy tan nervioso?

- Hijo mío hasta que te dignas en contestar a tu pobre madre - De haber sabido que era ella ignoraría más sus llamadas.

- Perdona madre, he estado ocupado estos días.

- Si claro, ¿Cómo te ha ido hijo mío?.

- Creo que eso ya lo sabes madre -- No es secreto que tiene mi vida controlada desde allá al captar cada uno de mis movimientos y lo sé desde hace un año.

- Bueno querido no pasa nada si te preguntó -- Tras unos segundos de silencio de parte los dos ella viene a mi mente a lo cuál me da un mal presentimiento.

-¿Cuál es tu motivo de llamarme madre? -- Temiendo lo peor.

- Tienes que regresar a Mistforest, tienes que regresar a completar con tu deber.

- ¿ Cuál deber? -- Cuestionó como si no supiera pero se a que se refiere.

- ¿Cuál más podría ser?, comprometerte con Anny.

Todo se me viene abajo no quería que este momento llegará tan rápido solo tan así de golpe.

Cuelgo la llamada sin dar respuesta o darle oportunidad de decir algo más, no entiendo cual es su motivo de repente para ya comprometerme; se que es negociaciones entre pueblos vecinos pero...

|Easton, ven conmigo|

No se de donde viene ese pensamiento aunque si me hago una teoría del porqué de todo.

Ella.

Ella regresó y me quieren asegurar con una jugada riesgosa de volver y verla más no poder acercarme a ella.

Maldita sea.

Me fijo en la hora y ya son las 10 de las noches es increíble que me pase toda la tarde aquí pensando en todo esto sin darme cuenta.

Agarro mis cosas y salgo al único lugar donde ahogo mis penas.

Al llegar el de la barra ya me conoce y me ofrece lo que siempre pido cuando poco después una castaña se me acerca coqueta, yo ya se que quiere y quien ser humano puede decir que no ante tal insinuación.

Así han sido mis 6 años aquí los primeros dos fueron de depresión a partir del tercero empecé a conocer a chicas y en este último año fue con más intensidad ya que no solo una por semana sino con varias durante la semana.

Una tras una, ¿Cuál es el punto de aferrarse cuando existe solo una en especial?, mi vida será sometida a otra que no quiero y sin poder quitarme de ese camino solo toca disfrutar aunque aún que me case no prometo someterme a ella.

Cuando me acuerdo estoy con esta castaña cuyo nombre no recuerdo posiblemente en un hotel, jamás las llevo a mi lugar; caigo en sus encantos pero solo para satisfacerme porque cuando despierte mañana solo será una más en la lista.

Como te quisiera ver mi diosa.

"Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos".

- Viktor Frankl.

Cuchaoooooo




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