Caza Fantasmas

Capítulo 2

Hace 4 años

Llevo casi dos años desde que volvimos de ese viaje, tratando de explicarles a mi familia que mi falta de sueño y mis constantes pesadillas son a causas de que puedo ver fantasmas.

Es tan frustrante que nadie te crea, creen que estoy loca, hasta están pensando seriamente llevarme a un psicólogo.

Llevo casi dos años intentando dormir una noche completa, pero siempre me despierto con algún fantasma a mi lado, a veces son amigables y otros solo quieren asustar, esos son los peores.

Duermo con una biblia al lado y me baño en agua bendita. Ya no sé qué hacer, nada funciona.

Para terminar la historia, mi abuela materna murió hace dos días y me sigue a todos lados. Hoy es el sepelio y está al lado de su cuerpo mirándolo como si fuera otra persona.

Terminaron las obras fúnebres y yo creí que se iba en paz, pero aún me sigue. Estamos entrando a la casa cuando ya no lo resisto.

Abuela ¿Por qué me sigue?—grité y mis padres y hermano me miran, impactados.

Aura, dile a mi hija que lamento no ser la mejor madre que ella pudo tener—mi abuela se ve pálida y el área de su corazón se ve brillante. 

Mi abuela murió por problemas cardíacos.

Mamá mi abuela está aquí, a mi lado—le dije angustiada, todavía no estoy acostumbrada a esta situación. 

Y como siempre no me creen.

Deja de decir tonterías Aura, acabamos de regresar del sepelio respeta su alma—me reprende seria, miré a mi abuela con cara de ¿Qué hago?

Dile cada palabra que te voy a decir—asentí, me aclaro la garganta y empiezo a repetir lo que ella me dice.

Mi abuela dice, "hija lamento no ser la madre que esperabas y ser tan estricta contigo"...

¿Qué clase de juego es este Aura? No me gusta, basta ya—dijo ya molesta y un vaso cayó de la estantería de la cocina, exaltandonos a todos.

¡Es ella, mamá!—me miró anonadada, repito cada palabra que mi abuela dice.

"¿Miranda te acuerdas cuando te fugaste de la casa a los dieciséis años con tus amigos y te tuve que ir a buscar a la estación porque estabas drogada?"—sus ojos se abrieron como platos y los de todos, continuo con lo que me dice mi abuela—"lamento haberte mandado con tu padre a Inglaterra, sé que la pasaste muy mal, esa mujer te maltrataba y yo no supe porque me odiabas tanto, ¡lo lamento! debí haberte escuchado y no haberte tratado tan severamente, pero eras mi única hija mujer y no quería que te convirtieras en alguien como yo"—mi madre rompió en llanto y de mi abuela una lágrima brillante salió de su rostro—"perdóname"

Mamá siempre te perdoné, sé que no tuviste la culpa, solo querías protegerme, lamento haber peleado hasta el último momento de tu vida—llora desconsoladamente, el semblante de mi abuela es más brillante, está sonriendo.

Mamá quiere decirte algo más—mi madre rápidamente secó sus lágrimas y me miró—"hija te quiero y siempre te cuidaré; y deja de pelear con Rafael es tu marido, no tu esclavo"—todos reímos y mi abuela desapareció hacia los cielos.

Hija—se acerca a abrazarme—lo siento, por no creerte ¿Desde cuándo te pasa esto?

Desde que volvimos de Hawaii, mamá—ahora la que llora soy yo—no sé qué hacer, siempre me aparecen y me siguen, algunos son malos mamá.

Tengo miedo—agrega mi hermano.

Mañana te llevaré donde un padre.

Actualidad

Ya han pasado seis años, sin amigos, sin novio, solo con fantasmas a mi alrededor, por lo menos he podido controlar mis miedos, ya es cosa de día a día, algunos sí que son malos, en más de una ocasión casi muero en manos de ellos.

No suelo salir de casa a menudo, pero ahora estoy en la universidad estudiando cine y televisión, quiero ser directora. Nunca me desanimo por mi "problema". En la universidad nadie me habla al igual que en el colegio donde me tachaban de loca, por un incidente.

FLASBACK

Aura, ya hablé con Andrés—llegó Sandra emocionada como siempre y con un chicle en la boca.

—Y ¿Qué dijo?

Ella es mi amiga de la infancia, nos contamos todo. Ella es la mejor, siempre es alegre, pero no le he contado sobre mi problema porque es difícil de explicar.

Que le gusto y quiere que salgamos en una cita—dijo sonriendo.

¡Déjame en paz!

¿Qué te he hecho?—se sorprendió y yo también.

No eres tú...—bajé la mirada hacia el fantasma, era un joven de dieciséis años, diciendo que quería salir conmigo, me acariciaba el cabello y me hablaba en el oído, haciéndome sentir un frío intenso. Sus manos estaban cortadas y tenía golpes en la cara, los ojos eran rojos sangre.

Ya dime ¿Qué te pasa? sabes que puedes contarme todo—se veía preocupada y sé que es mi amiga.




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