Aquí estamos Ryan y yo en un centro comercial viendo chicas, bueno él, yo solo lo miro como babea por cada una que le sonríe y como no si Ryan es guapísimo, alto, de lindas facciones, musculoso, linda sonrisa, ojos y cabello café. Quien no se enamoraría de él.
Volviendo al tema, supuestamente vinimos a mejorar mi telepatía, pero él solo vino a llenar el piso de baba, hasta me compró un batido de Kiwi para que lo dejara tranquilo. Empecé a mover mí pie impaciente haciendo ruido, mientras lo observo.
—¿Cuándo empezamos?
—Cállate—movió su mano en mi cara, empujándome—hola linda—dijo en un susurro.
—Solo invita a alguna a salir—me mira como si lo que dije fuera algo prohibido.
—Cuando me acerco, comienzo a temblar y a tartamudear, no es lo mío hablar con chicas.
—Pues no te puedo ayudar, porque soy igual—dije tocándome el cabello incomoda—nada comparado con mi hermano, cada vez que sale vuelve con números telefónicos de chicas.
—Necesito la ayuda de tu hermano—apoyó sus codos en el barandal, melancólico.
—Entonces ¿Cuándo empezamos?—me miró de mala gana.
Se irguió recorriendo el lugar con la mirada. No entiendo que buscaba, pero él es el experto.
—Okey, ¿ves a esa pareja de allá? —me señaló a una pareja que está en la fuente, asiento—míralos con atención, solo concéntrate en ellos dos, cuando ya estés concentrada podrás escuchar levemente lo que piensan, hasta que logres escucharlos bien.
Eso hice, los miré con atención y traté de concentrarme en ellos hasta que se besan. Llevé mis manos a mis mejillas emocionada.
—Que lindos—dije con una sonrisa.
—Concéntrate—me empujó la cabeza con su mano, lo fulminé con la mirada—bueno mira a ese grupo de amigos que se encuentran allá—me señala a unos muchachos que están en las mesas de la cafetería de abajo—concéntrate solo en ellos.
Nuevamente eso hice, los miró con atención y nada, hasta que...
—"El cree que yo no sé que sale con mi novia, lo estoy dejando pasar, solo espero el momento para darle su paliza y a ella por zorra. ¿En serio con mi mejor amigo?" —pensó el chico que tiene la mochila en el hombro mirando al que está sentado mirando su celular.
Ahora me concentro en el chico mencionado anteriormente.
—"Este chico es lindo, ¡Oh por Dios! ¡Me escribió! y ahora ¿Qué hago?"—alzó la mirada a sus dos amigos para saber si le prestaban atención y volvió a su celular—"que no se enteren que soy gay o si no ya valí madre, la única que lo sabe es la novia de Roberto que espero no se lo diga"—comenzó a comerse las uñas mirando nuevamente a sus amigos.
—"¿Cómo le digo a mis padres que no quiero estudiar medicina?"—pensó el otro chico que está riendo con el tal Roberto—"si se enteran de que quiero estudiar periodismo, me matarán. Bueno al final se enterarán si tendré que salir en televisión"—se encogió de hombros restándole importancia a lo que pensó.
—Esto no es bueno—miré aturdida a Ryan que se ríe de mi expresión—no te rías—le pego en el hombro logrando que hiciera una mueca extraña, pero siguió riendo.
—Ya te acostumbrarás, esto es todo el tiempo, ni sabes las cosas que he leído de personas que parecen que no matan ni una mosca—me acarició en el hombro para tranquilizarme.
—Ya no eres frío conmigo, como cuando me conociste—se avergonzó y yo sonreí.
—Me caes bien, solo que como ya te he dicho no soy de hacer amigos comienzo a tartamudear y prefiero tratar indiferente—se encoge de hombros y yo sonrío.
De verdad que me parece un chico simpático, solo que no me llevé la mejor impresión la primera vez que lo conocí, tan frío como Wesley. Pero Wesley es raro desde que lo conocí, ¿Será bipolar?
—Le gustas, eso es todo—abrí mis ojos por la sorpresa.
—Yo no le gusto—me mira con cara de "en serio Aura, en serio"
—Si le gustas, pero es tan idiota que no te dirá nada—no dije más nada, no sé qué decir—en estos casos dirías "no es cierto" o "¿de verdad?"
—¿Cómo hago para que dejes de leer mi mente?—suelta una carcajada.
—No sé, eso lo tendrás que averiguar tu.
—Pero como que no sabes si yo no puedo leer tu mente—sonríe.
—Yo pienso en varias cosas así no entiendes en que pienso.
—¿Cómo? ¿Eso es posible?—asintió.
—Pero es agotador—sonríe—ya, vamos a seguir practicando—asentí.
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—Chicos, tengo que viajar a Grecia mañana y necesito que Ryan y Wesley me acompañen—dijo Cecilio, ambos asintieron.
—Yo nunca puedo viajar—dice Marlyn enojada, sentándose en el sofá.