Capítulo 21

WESLEY

No pierdo la esperanza a que Aura despierte, vengo cada día al hospital a cuidar de ella, a hablarle para que reaccione, solo quiero ver sus hermosos ojos cafés, esa sonrisa que la caracteriza.

Si tan solo no hubiera sabido de ante mano que esto pasaría, me siento mal, haberla dejado acercarse a él, solo para que esta guerra terminara, me arrepiento mucho. Solo espero que despierte por favor.

FLASHBACK

Cuando vi a Aura caer, mi mundo se derrumbó, está pasando exactamente lo que apareció en mi mente, Aura está muerta. Esquivando a todos con furia me acercaba cada vez a Aura, las lágrimas empezaron a caer, Jean todavía estaba ahí a su lado.

Larisa apareció de pronto frente a mí y con la telequinesis intentó elevarme, su rostro era de confusión al verme que no me movía, la bloqueé con un hechizo y rápidamente usé el hechizo para que no despertara en 24 horas, cayó al suelo.

Corro rápidamente a Aura y un brillo comenzó a aparecer en el estómago de ella haciendo que me detenga, un brillo segador, comienzo a correr hacia ella, pero Cecilio me detiene.

—Déjala—intento zafarme, pero no me deja.

—¡Aura!—grité con lágrimas en los ojos.

De pronto Jean se revuelca en el suelo gritando desgarradoramente, hasta que dejó de moverse. Al igual que todos los Zabat y los espíritus negros, desaparecieron. Solo hay cuerpos tirados por toda la cancha y nosotros.

Cuando Cecilio me soltó corrí hacia ella.

—No puede ser—caí de rodillas a su lado, la acerqué a mí con lágrimas en los ojos—Aura despierta, amor—todos corrieron hacia nosotros. Cecilio se inclinó, por primera vez lo vi preocupado—Haz algo Cecilio—no me miraba solo tenía su mirada triste puesta en Aura.

Acercó su mano a su frente y cerró los ojos, abrió sus ojos rápidamente alarmado.

—No ha muerto, llévala al hospital—se levantó rápido—ayuden a llevarlos—les dijo a Darío y Ryan que ayudarán a Jason que también estaba inconsciente—yo me encargaré de todo aquí—asentimos y corrimos al hospital.

Estamos en el auto camino al hospital, Darío maneja a toda velocidad, Marlyn llora desconsoladamente y yo lucho para no derrumbarme solo quiero que ella despierte, no puedo vivir sin ella, es mi mundo, mi luz, mi todo.

Llegamos al hospital y a penas frenó el auto me bajé con Aura en mis brazos.

—¡Un médico rápido!—grité y llegaron varios médicos con una camilla.

—¿Qué sucedió?—pregunta uno apuntándola con una luz en el ojo, seguido llegaron Ryan y Darío con Jason en brazos—rápido otra camilla ¿Qué sucedió?—pregunta nuevamente ahora alarmado.

—Se cayeron y no han despertado—el medico nos miró dudando lo que decíamos y lo entiendo, pero no podemos decir la verdad—ayúdela por favor—dije desesperado.

—Tranquilo, haremos todo lo posible—me miró sin expresión alguna—rápido llévenla a observación—se la llevaron junto a Jason.

—¡Aura!—caminé detrás de ella.

—No puede pasar—me detuvo un médico—espere en la sala de espera, cualquier noticia le avisaremos.

—Aura, aquí estaré amor, ¡te amo!—y vi cómo se alejó por la puerta.

Llevé las manos a la cabeza, Ryan me abrazó y lloré en sus brazos, Darío consuela a Marlyn que está igual.

///

Las horas pasaban y no había noticia de ellos dos, Cecilio llegó hace unos minutos y está igual de preocupados que nosotros. Los padres de Aura llegaron justo detrás y Cecilio le explicó todo lo más calmado posible para no angustiarlo, pero que padre no lo estaría si sus dos únicos hijos están inconscientes.

Un médico salió.

—¿Familia de Aura y Jason?—lo invadimos como pirañas, retrocedió un poco.

—Somos nosotros.

—El joven Jason está estable, tuvo un golpe leve en la parte baja de la cabeza, solo hay que esperar a que despierte.

—¿Y Aura?—pregunté angustiado, el doctor hizo una pausa.

—Ella por ahora está fuera de peligro, pero en cualquier momento puede recaer y más por él bebe que está esperando—mis ojos se abrieron como platos, ¿está embarazada? —ahora está conectada a un respirador artificial porque es como si su cuerpo estuviera muerto y hay que mantenerlo para que él bebe siga con vida.

—Doctor no permita que nada le suceda a ambos, por favor—mi voz se quebró.

—Haremos lo posible—me tocó en el hombro y se retiró por donde vino.

—Está esperando un hijo mío—eso fue todo lo que pude decir.

—Mi Aura—la mamá rompió a llorar—¿Por qué sucedió todo esto?

Me siento culpable por haber dejado que ella se fuera a pelear. Siento unas manos en mi hombro, me giro y es Cecilio, que me mira cabizbajo.