Ceniciento. La historia de un hada.

Capítulo 40. Khan. Elvira.

Ahora me di cuenta, de que el peligro era real. Lo más correcto sería, subir al avión de inmediato y regresar a América, como propuso Aleksey, pero entendía perfectamente que, si volvía a huir, Victoria volvería a ser la ganadora. Y yo no estaba dispuesta permitirle eso en absoluto. Ya no era una chica joven y estúpida. Soy la "Dama de Hierro", como dijo mi ahijado.

Caminé de un lado a otro, al igual que mis pensamientos. ¿Cómo pasé de ser un cazador a ser una víctima? Quería vengarme de Victoria por robarme la oportunidad de ser feliz, y ahora ella quería matarme. Y si no fuera por Alex, lo hubiera conseguido.

"Tengo que pensar en algo. ¿Y de qué es realmente capaz Victoria? ¿Y por qué quiere deshacerse de mí? E incluso, antes de que Khan reciba los resultados de la prueba. ¿Soy la hija de Khan?¡No! ¡No puede ser! ¡Soy la hermana de Dimitri! ¡Dios mío, me acosté con mi hermano!" - Solo con ese pensamiento me puse enferma.

Estaba segura de que esto no era posible, o más bien no lo quería creer. Mis padres se conocieron en el instituto, se casaron, dos años después nací yo y mi madre quería mucho a mi padre. Yo recordaba sus cariñosas miradas. Ella no podía engañarlo. Además, en el primer año de matrimonio. ¿Quizás Victoria malinterpretó algo? “¡No busques explicaciones estúpidas, busca una salida a esta situación!” - Me ordené a mí misma.

¿Cuándo empezó ir todo mal? Desde el momento que conocí a Khan en la cena de Victoria. Entonces todo está ligado a él. Era, como decía su madrastra, la persona más influyente. Me imaginaba vagamente de lo que era capaz un mafioso, mi conocimiento se limitaba solo a las películas de Hollywood, pero no pensé que esto fuera posible en la vida real. Pero entendí claramente que él era la clave de todas las explicaciones. Y lo más importante, quería escuchar que no era la hermana de Vasiliev, porque una persona no puede tener tanta mala suerte en el amor. Si quiero saberlo todo, tengo que hablar con él. Regresé a la habitación de mi ahijado.

-Alex, dame la tarjeta de Khan, - le pedí.

- ¿Para qué? No pensarás en llamarlo, ¿verdad?

- Eso es, exactamente lo que voy a hacer, - respondí con firmeza.

- Piénsalo bien, tal vez no valga la pena. Mejor aguantamos unos días antes de la salida, y en Estados Unidos no nos alcanzará, - sugirió el ahijado.

- No, necesito averiguar todo, mientras estoy aquí. Quiero saber qué él quiere de mí. - Dije y marqué el número escrito en la tarjeta de presentación del “abogado”.

-Estoy escuchando, - llegó su voz del teléfono.

- Soy Elvira Stasheva, - respondí, específicamente llamando a mi apellido de soltera, - Necesito hablar con usted.

- Le enviaré un auto, - respondió rápidamente.

- Bien. Mi dirección: calle...

- Ya lo sé, en diez minutos le llamarán y saldrá, - me dio instrucciones el "abogado".

Colgué el teléfono y le pedí a mi ahijado, que hiciera una copia de todas las escuchas grabadas de Victoria.

-Khan conoce esta dirección. - le dije al ahijado. - Parece saber todo de mí.

Como Khan había prometido, diez minutos después me esperaba un coche en la entrada. El conductor me abrió la puerta y luego sonó mi teléfono. - ¡Eli! ¿Por qué te fuiste? - sonó la voz de Vasiliev.

- Dimitri, no me llames más, - espeté, porque el pensamiento palpitaba en mi cabeza: "Él podría ser mi hermano".

- ¿Te ofendí de alguna manera?

- No, es eso. Lo que pasó no debería haber pasado. ¡Fue un error! - Respondí.

- ¡Espera! Déjame ir contigo ahora y hablaremos con calma, - trató de calmarme.

- No, no estoy en casa, y no necesito hablar de nada en absoluto, no hay nada que decir ni explicar. ¡Olvídame y ya está! - Respondí y apagué el teléfono.

Traté de calmar mis nervios. Sería completamente inapropiado comparecer ante la persona más influyente de forma nerviosa. Respirar profundamente y empezar a contar, me ayudó para sobrellevar mi emoción, cuando llegamos hasta la puerta principal de un hotel elegante. Un minuto después, el "abogado" salió y se subió a mi coche.

- Víctor a nuestro sitio, - le ordenó al conductor, apretó algún botón y el cristal oscuro se levantó lentamente entre nosotros y el conductor.

- Señor Boev, - comencé, tratando de calmar mi voz, - quería preguntar...

- Antes de que me pregunte, mire esto, - me interrumpió y me entregó un sobre azul, - este es nuestro análisis de ADN.

Traté de calmarme, pero mis manos temblaban traidoramente, cuando abría el sobre. Desplegando la hoja, miré el resultado. Lo que temía sucedió. Soy la hermana de Dimitri. Respiré hondo y me sentí mejor, mis pensamientos se aclararon de inmediato: “Necesito irme urgentemente a Estados Unidos. No tenía que haber venido aquí. Es extraño, pero en Rusia la gente siempre me quita la oportunidad de ser al menos un poco feliz.”

Khan me dio algo de tiempo para recuperarme y preguntó:

- Ahora haz tu pregunta, hija.

- El resultado del ADN no le da la posibilidad de llamarme hija. No soy una niña y entiendo que mi madre fue su amante. Pero mi padre siempre será Vadim Stashev. ¿Entiende? - Dije secamente.

- Vadim Srashev, era un cretino y egoísta, no era digno de la mujer, que fue su esposa. Y tu madre nunca fue mi amante. Ella era mi único amor, - dijo el anciano.

- Eso no cambia nada, él me crio, no usted, - le espeté.

- Sí, pero trajo a esta prostituta Victoria, y le echó de la casa a patadas, aunque tenía un acuerdo con él - dijo Khan irritado.

- A mí me parece que usted tampoco se lleva muy mal con ella, - le dije con sarcasmo y le entregué la memoria USB. - ¡Escuche!

Lo insertó en el panel de la puerta y nuevamente escuché la voz de Victoria. El rostro de Mark Boev no expresó ninguna emoción, solo después de escuchar toda la grabación, sacó su teléfono y dijo:- Proceda.- y se volvió hacia mí, - lo siento. No pensé que ella haría eso. Pero ahora no tienes que preocuparte. Nadie te hará daño. Eres mi hija.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.