Chicago Burns: Ella amaba a su escritor favorito

Capítulo 5

LILY

—Así que… ¿escribes en esa máquina? —pregunto, señalándola.

Él asiente y me pasa un manuscrito impreso. El título “Chicago Burns” está en negrita en la primera página. Le echo un vistazo y noto que la textura del papel es distinta a la de las impresiones de computadora con las que usualmente estoy familiarizada.

—Sí. Al menos al inicio—dice, con una ligera sonrisa que deja ver un poco de orgullo—. Me gusta mantener el proceso analógico para evitar que el material se filtre. Una vez que lo tengo en papel ya acabado listo para ir a imprenta antes del lanzamiento, lo paso a digital. Suena anticuado, pero… me da más control. Hay carreras que se han visto arruinadas por la internet y la piratería.

—Tiene sentido—respondo, aunque no puedo evitar pensar en lo mucho que refleja esa máquina de escribir su personalidad: algo vintage, reservado y extremadamente cuidadoso, pensado al detalle.

Me siento en el sillón junto a su escritorio y hojeo las primeras páginas del manuscrito, pero él sigue aquí, mirándome como si vigilara que realmente estoy leyendo su libro.

Bueno, tiene sentido ya que puedo haber sido una farsante y necesita vigilarme pero este ladrillo de papel tiene unas ochocientas páginas.

El inicio es impactante: una descripción de Chicago en llamas, escrita con un estilo poético, oscuro y hermoso al mismo tiempo. Quizá por ello no tiene aire acondicionado en la casa, lo cual me sentaría de maravilla. O solo sea parte de su vintage modo de ser.

Sus palabras tienen una fuerza que me atrapa desde el primer párrafo y me pierdo en la lectura por unos segundos. La historia es inquietante, llena de imágenes vívidas y una atmósfera pesada que se siente… casi real. Pero, por alguna razón, mis pensamientos se desvían y empiezo a distraerme con lo caliente que está la habitación. O tal vez no es la habitación, sino el hecho de que Mirk sigue sentado en el borde de su escritorio, mirándome de manera fija.

Dejo de leer un momento y levanto la vista hacia él. Su camiseta gris se ajusta a su torso y, mientras se pasa una mano por el cabello, noto el brillo del sudor sobre sus pectorales.

—Está…asombroso, realista—le digo, abanicándome y esperando a que note el mensaje que le estoy dando. ¡Hace calorrrrr!

—Bien. —Solo me dice eso, como si no quisiera distraerme con charla.

Pero es difícil concentrarme en el terror poético de “Chicago Burns” cuando él está a unos pasos de mí, con esa mirada oscura que parece querer leerme a mí en lugar de su propio manuscrito.

—¿Qué piensas hasta ahora?—me pregunta, rompiendo el silencio con su voz profunda.

—Oh, bueno… —intento enfocar mis pensamientos en la historia, aunque es una batalla perdida—. Es… es impactante, Mirk. Las descripciones son intensas, casi puedo sentir el fuego.

Él sonríe y cruza los brazos, lo que solo hace que su figura resalte aún más incluso las venas de su trabajada musculatura.

—Me alegra que lo sientas así —responde, y su voz tiene un tono que me hace temblar un poco.

Vuelvo la vista al manuscrito, intentando centrarme en la historia, aunque es difícil cuando él está tan cerca y tan… presente.

Hasta que, de un momento a otro, se marcha.

Y al fin puedo respirar.

Estoy a punto de escribirle a Jake para saber si ha llegado bien cuando él me intercepta primero con un mensaje y mi alma regresa a su lugar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.