Christine´s Ballad

EPISODIO IV: ESTA NOCHE, LAS ESTRELLAS SON MÁS BRILLANTES

2 de febrero de 1986. Manhattan - Nueva York.

Registro de audio obligatorio, aquí vamos. Hemos operado este conjunto de inadaptados Joyce y yo durante muchos años y ya estoy muy agotado… Es cierto que cuando entras a este cúmulo de sucesos desafortunados se vuelve imposible escapar. Solo necesito unas vacaciones. Nuestro pequeño siente ya el impacto de nuestro trabajo y mantener las apariencias en la escuela no es nada fácil.

Debemos salir de aquí cuanto antes… Joyce espera nuestro segundo bebé. Será una nena. No quiero que mi princesa viva en este mundo en el que estamos nosotros; debo sacarlas a ambas tan pronto como pueda, y educar a mi guerrero a nunca seguir los pasos de su viejo. Últimamente lo veo poco y eso no me gusta. ¿Qué clase de imagen tendrá de sus padres? ¿Será que nos quiere, al menos? ¿Será que nos perdonará si se enterara de lo que hacemos? No… Ese no debería ser el problema ni tampoco su responsabilidad. En primer lugar, nosotros no debemos hacer esto si tenemos un hijo. Los únicos que debemos disculparnos somos Joyce y yo, y aunque no nos perdone, tendremos que vivir con eso. Somos adultos, y no hemos hecho las cosas bien por nuestro hijo.

Necesito corregir esto. Voy a corregir esto.

4 de marzo de 1986. Manhattan - Nueva York.

Registro de audio obligatorio. Estoy cerca de terminar de involucrarme con estas personas. El jefe dijo que pronto nos dará de alta, por así decirlo. Puedo sentir que ya no tendré nada que ver con esta farsa nunca más; por fin podré vivir la vida que siempre quise y nunca tuve, y la tendré junto a mi familia. Espera un poco más, Alexi… Pronto estaremos unidos como la familia que debimos ser desde un principio.

Sin embargo, algo bueno ha estado sucediendo: ahora hablo más con mi niño, aunque sea por teléfono; parece tenerme más confianza y comparte conmigo varias cosas de su escuela. Habló sobre una niña que siempre lo miraba y no lo dejaba en paz. A pesar de lo incómodo que podía resultarle, dijo que no le molestaba en lo absoluto, que era muy bonita aún para su edad y que no hay nada de qué preocuparse. Me gustaría conocerla algún día cuando crezcan. No sé, tal vez sea ella quien le dé algo más de color a mi Alexi.

Paso mucho tiempo frente a esta grabadora… Y digo cosas sin sentido. Solo espero que nadie encuentre mis grabaciones en las que grito que quiero salir. Eso sería un problema grande… Como solo revisan los casetes, está todo bien, pero pienso destruir toda esta evidencia una vez se haya formalizado nuestra salida. Falta poco, Alexi, Joyce… Papá arreglará esto, lo prometo…

7 de marzo de 1986. Manhattan - Nueva York.

Registro de audio obligatorio. Dough, uno de nuestros infiltrados, nos reveló que planean hacer una redada para terminar con este lugar pasado mañana. El cuerpo policial liderado por un teniente americano vendrá por la mañana del nueve de marzo y buscarán derrocarnos. Con las mejores intenciones digo que espero que lo logren… Además, será una buena excusa para escapar de una vez por todas con mi familia. Le agradezco inmensamente a ese policía…

Aunque es una buena noticia, todo se va al demonio cuando nos ordenan a Joyce y a mí quedarnos y pelear para mantener nuestra posición en el mapa. Mi esposa está por dar a luz, no debería someterse a estas trivialidades; no es justo para ella, y es muy peligroso. Tendré que sacarla a la primera oportunidad de escapar; sin embargo, es posible que yo no lo logre…

Supongo que es mejor crecer sin un padre que con la ausencia de ambos, ¿no, Alexi? Sé que cuidarás a tu hermana tan bien como te cuidamos a ti. Eres especial y siempre serás especial… Me da lástima de que no podamos sentarnos en la sala a ver una película, compartir una cerveza y que me hables sobre esa niña de nuevo… Veo un futuro muy brillante en ti, y no quiero ser la mancha que te ate a un destino que no elegiste. Quiero lo mejor para ti… Siempre lo quise. Pasaré este último día contigo y me despediré mientras duermes, como todas las noches… Y cuando todo se venga abajo, pensaré en ti, mi amor… Joyce…

8 de marzo de 1986. Manhattan - Nueva York.

Registro de audio obligatorio no encontrado…

9 de marzo de 1986. Manhattan - Nueva York.

Registro de audio obligatorio no encontrado…

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-Lo entiendes, ¿verdad? -El hombre se levantó de su escritorio y miró tras la ventana-. ¿Sabes por qué amo el café? Cuando tenía más o menos tu edad, mi padre solía manejar una cafetería por la semana. Cada vez que llegaba de recibir golpes en la escuela, me recibía el inconfundible olor de la cafeína; mamá me preparaba el almuerzo, y papá, en su barra, molía los granos de café con uno de esos aparatos antiguos que funcionan con girar una manivela… Me enamoré con locura de ese sentimiento. Ese era mi hogar.

-No lo entiendo, señor… -musitó el niño, sollozando y limpiándose las lágrimas.

-Pues, verás. A pesar de que mi vida era perfecta, papá se las arregló para arruinarnos. Salía a beber los fines de semana y una noche de las tantas que regresó ebrio… Mamá lo reprendió. Le dijo que debe dejar esa vida o si no, se iría para siempre. Papá no podía permitir eso, ¿o sí? El desgraciado no lo pensó dos veces y tiró de su gatillo contra mamá. Yo tenía quince años, y vi cómo mi papá asesinaba a sangre fría a mamá. ¿Puedes sentir ese dolor?




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