Cielo Infernal

Capítulo 2

La mañana siguiente tenía diez años, la alarma no dejaba de sonar, esas ganas de tomar el despertador y lanzarlo por la ventana, la mujer ya estaba de pie y el hombre seguía durmiendo con unos ronquidos que molestaban quizás hasta los vecinos. En el cuarto había dos camas una matrimonial y una pequeña para mí, si algo que no tolero es los espacios pequeños, así como las camas.

A veces recordar escenas de tu pasado pueden ser las más dolorosas, hay días en los que digo que extraño mi vida, pero realmente solo es una frase que frecuento decir solo para disimular que mi yo del pasado era perfecto, siendo franca nunca fue perfecta, pues todas estas situaciones me han alejado de lo que es la realidad, los que dicen ser mis amigos, a menudo me dicen que estoy bajo una depresión que me consume. No me cuesta aceptar que estoy en el hoyo de la depresión y no logro escapar, ni siquiera tengo la fuerza de escalar, todos los días me pregunto si habrá algún ser en esta tierra que pueda ayudarme y salvarme de toda esta carga que me atormenta todas las noches que el sueño parece ser nulo inclusive parece no existir.

Me preguntan por qué mis relaciones no funcionan, y luego esa misma pregunta me la lanzo intentando conseguir una respuesta, pienso cómo es posible que pueda gustarle a alguien y lo único que puede pasar por mi cabeza es que solo ven un rostro y un cuerpo, pero realmente le interesaría saber que hay dentro de este cuerpo “metafóricamente”. ¿Cómo puedes gustarle alguien? ¿Cómo saber si esa persona realmente se interesa en lo que me está sucediendo?, las respuestas pueden quedar sobre el aire. Solo soy un simple espejismo de una silueta, cuando das lo mejor de ti, pero no consigues el éxito que deseabas, las decisiones que tomas constantemente causan un dolor de estómago que te hacen sentir náuseas y querer explotar, expulsando un vomito verbal. A veces obtenemos lo que deseamos, pero no lo que necesitamos, me hace sentir menospreciada por quienes más amamos, estoy demasiado cansada pero no puedo conciliar el sueño me atormentan los recuerdos turbios de mi vida como el desfile mortal de todos mis sueños cayendo sobre el borde de la montaña, sin poder dormir cada noche y al despertar son más de las diez de la mañana. Luego de varios días la ropa sucia se acumula, el piso esta hecho trizas, los maquillajes adornan el tocador, las colchas están casi sobre el suelo, intento abrir los ojos y nuevamente el cansancio me impide levantarme una vez más, observo los libros sobre el suelo y me aterra pensar en los exámenes de esta semana, llega cierto momento en el que te topas con gente que realmente te intimida con su inteligencia y te arrinconas a pensar que no eres lo suficientemente bueno para sobresalir en la clase, pronto las lágrimas intentan salir, humedeciendo mis ojos se me escapa una simple lagrima que se desliza sobre mis mejillas hasta llegar a mis labios, el sabor salado de este me reconforta. Esta extraña sensación de querer aventar todos los libros a la basura y salir corriendo de la habitación por detrás para que los demás no noten lo destrozado que te encuentras, en algunas ocasiones he pedido ayuda, pero la mayoría de las personas que me rodean dicen que estoy bien patéticamente lo estoy, pero por dentro hay cientos de pedazos que no pueden ser remplazados lavando las bajillas, o llevando la ropa a lavar. Cuando realmente pierdes todo aquello que te impulsaba a seguir adelante, el halo de la vida no hay rumbo que seguir no hay nada atrás que pueda ayudarte a sobresalir, comienzas a sentir pánico frente a las personas, te cuesta trabajo recordar y memorizar cierta información, los ataques de pánico son por lo regular más frecuentes nunca sabes en qué momento se puedan presentar, pronto comienzas a alejarte de tus amigos dejando de contestarle los mensajes o simplemente comienzas a ignorarlos y de alguna forma los expulsas de tu vida, inclusive ellos mismos te apartan de su vida. Hay momentos en los que pienso que mis mejores amigos ya tienen sus mejores amigos y me siento fuera de su contexto y circulo social. Invento cada anécdota para parecer una persona con historia, pero no, realmente no tengo nada bueno en mí, echo a perder las relaciones con mi indiferencia, ¡podrías ser aún más peor mi vida! Alguien por ahí me dijo que la magia está en las luces de la ciudad que te guiaran de nuevo por el camino correcto y parece ser que las luces de mi ciudad no existen, casa es el último lugar al que quisiera regresar después de todo es el lugar que me hace sentir más miserable que cualquier otro lugar. Estoy en lo alto de la cima por instantes y repentinamente caigo sobre el cielo. El amor es solo es un estado de perdición, pero te sientes tan poca cosa que decides dejarle ir por el camino de alado. Extraño las noches largas en las que no puedo dormir y estaba él en línea, me dije a mi misma si no lo intentas nunca sabrás lo que pueda suceder. Y lo supe en ese momento pues pasaron muchos días después de que pudiera contestarme un simple “Hola”, cuando éramos los mejores amantes había una rara conexión entre ambos. Lo que realmente valgo, lo olvide en un par de minutos luego aceptar las condiciones que los demás me hacían creer que estaban bien.

Luego de mucho tiempo me cansé de pedirle al universo que volviera, los momentos felices solo están vivos en mi memoria, la dificultad que me toma levantarme de la cama, mi psicólogo me dijo que un nuevo inicio comienza desde el momento que decido hacer de mi día miserable un día productivo. La mañana siguiente intente levantarme los más temprano, sin embargo, aún me costaba aterrizar de mi viaje astral no solo me causa confusión, era más que notable que había un desastre la ropa esta por todas partes, el piso no solo estaba sucio y manchado, había mechones de cabellos sobre el suelo, los libros seguían desordenados las cobijas casi estaban sobre los suelos, había peluches en el suelo, me tomo unos segundos observar el estado en el que estaba viviendo y realmente me frustre pues no suelo vivir en estas condiciones. Lance una mirada de horror, lo primero que hice luego de deslizar los pies sobre el piso fue ir al tocador y observar mi rostro demacrado, había unas ojeras obscuras, los cabellos eran todo un reto, pues era imposible que un cepillo pasara por mi cabello, lo peor de mi situación era el horrible olor que desprendía, y me odia por el descuido de mi higiene personal, el maquillaje de días se había corrido y manchando todo mi rostro.




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