Cielo Infernal

Capítulo 12

Lo importante no es el tiempo sino la conexión

A medida que avanzas comienzas a inventar historias demasiado reales como para ser mentira ¿por qué fingir algo que no eres?, siempre la pregunta del millón, pero fingir te hace indestructible y pones en cuestión los pensamientos y las intenciones de las personas que te rodean, pero las mentiras por más piadosas que sean siempre arrastran consecuencias consigo, la mentiras chocan unas con otras, que tienes que hacer recordatorios para no olvidarlas, vivir en tu imaginación es mucho más fácil y divertido, ojala pudiera liberarme todo el caos que tengo por todas las mentiras que cargo conmigo, pero me mantiene al margen con una postura . que nadie podrá romper, incluso reúne toda mi tenacidad.

¿a quien le importa? Al parecer pasaba por desapercibida entre la multitud dentro de esta gran cadena alimenticia yo era del eslabón más bajo o al menos eso pensaba, pero ni siquiera estoy segura de lo que sepa, todo están ahí para observar y criticar las actitudes y las acciones de los demás, dicen que solo debes pensar en ti mismo, pero terminas pensado en los demás en vidas que no nos incumben, siempre he sido un espectador solitario que va por la vida justificando e inventando historias que hagan mucho más interesante esta patética vida. Todo el mundo juega un papel muy importante y siempre son los mismos malditos juegos, somo energía que explota, solo debes encontrar una nueva manera de levantarte y vivir tu infierno, no hay razón para aguantarse, solo debes hacer notar tu voz y gritar que no puedes ser comprada ni vendida, solo necesitas esas fuerzas para romper el silencio que te abruma, dile al mundo quien realmente eres y lo que vales, porque todos somo testigos de observar a una estrella fugaz.

Ahora mi nombre no es importante hacer mención, como me lo han dicho, quien eres realmente, pero a quien le importa, mi nombre simplemente está vacío porque han drenado todo el amor que un día hubo en mí, mi nombre está buscando mi identidad después de que robaron mi alma, mi nombre es sinónimo de odio de ciertas personas a quienes le he hecho algo muy malo, sin valor y ahora vacío, todo el tiempo la gente a mi alrededor se la ha pasado jediéndome la vida, siempre me preguntaba por qué no era demasiado inteligente, ni bonita, ni mucho menos carismática la mayoría odiaba tenerme cerca y no lo entendía, siempre hay muchas situaciones de las cuales me arrastran hacia el fondo, mi mente se la pasa repitiendo contantemente que soy una identidad falsa que todo el tiempo esta sobre los pies de los demás siendo un espectador más, tal vez sea la fuerza de la naturaleza que me ha aorillado a cometer actos crueles, viviendo en la imaginación de una mente enferma con problemas suicidas, es más que cierto que necesito un arma para recuperar todo lo que aún es mío o alguna vez fue de mi propiedad.

Mi nombre está gritando como el sonido de un corazón fallido, como cualquiera que nunca más recordaran, pero también estoy un poquito loca o tal vez mucho por quienes me han traicionado, deseándoles las peores adversidades recurrentes de esta mente retorcida con excelentes ideas, es como la historia antigua que todos quieren escuchar y terminan huyendo para no escuchar el final porque siempre termina catastróficamente,  lo cierto es que mi nombre es vergüenza y sigo intentando salvar un poco de dignidad que se ha quedado tirada en algún lugar.

Jesse me preguntaba; —¿Quién quiere ver lo mismos rostros?, en su momento no lo entendía, pero la respuesta a su pregunta era «yo»—pensé que debía ser lo correcto seguir viendo a las mismas personas que han estado a lo largo del tiempo contigo, pero la verdad es que a veces es mejor continuar y buscar otros horizontes donde comenzar de nuevo, no esperas a que te traicionen o inclusive te cambien por alguien más, la secundaria creo que es la etapa más terrible donde tienes que buscar la forma no solo de sobrevivir sino también de sobresalir e intentar tener una versión mejor de uno mismo o todo lo contrario, odiaba el hecho de que tal vez no podría seguir frecuentando a mis amigos, mi madre como siempre la personas más impuntual me llevo el día de inicio de clases al registro y eso fue un enorme problema para mí, porque implicaba que no podría escoger un salón para poder estar con mis amigos, tenía esa pequeña esperanza, pero fue todo lo contrario a lo que esperaba.

Jesse me dijo—¿Tienes miedo a estar sola? —la respuesta era más que claro que me estaba muriendo de miedo a estar sola frente a este nuevo capítulo de mi vida.

—Espero estes lista, firme, rompiendo el impulso que sientes por no querer estar sola. —me dijo Lidia.

—Los amigos no existen son solo una idea que creas en esa cabecita —Lidia siempre me lo repetía constantemente, que hizo que esto se quedara en mi cabecita bien grabado repitiéndose una tras otra vez.

Era el inicio del caos, el drama y trauma de mi patética vida, es bien cierto que ya me encontraba completamente destrozada, Lidia siempre se encontraba al margen de cada situación y eso me daba esperanza de poder ser libre algún día, hasta que se sintió que la aguja se caía. Me dijo que podía empacar un par de cosas y escapar de todo este caos, en algún punto, en medio de todo lo que estaba pasando por mi cabeza solo quería salir corriendo, tal vez no era la mejor idea que se me había ocurrido, pero estuve tan segura de huir de casa, todas las noches imaginaba lo genial o lo terrible que sería.

Todo en esta vida se trata de tomar decisiones como una constante de disociación, no sabes lo que podría suceder solo está el poder en querer, como la fiesta que hasta cierto punto se vuelve un fastidio para quien no se siente parte del ambiente.




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