Kami,
Soy tan estúpido que no sé cómo escribir una carta. No sé cómo poner en palabras todo lo arrepentido que estoy. No sé de qué manera puedo pedirte perdón. Gracias a ti aprendí lo que es amar a alguien más de lo humanamente posible; aprendí que no necesito ser perfecto, porque tú me aceptaste tal como soy. Debes pensar que soy un cobarde, y tienes razón. He tratado de convencerme de que me alejaré por ti, para no hacerte sufrir más, para no hacerte daño; pero en el fondo sé que me alejo por mí mismo. Porque no tengo suficiente valor para darte la cara, pararme frente a ti y suplicarte perdón, porque no me lo merezco. Ni siquiera merezco decirte que te quiero.
Cien días nos separaron esta vez, pero en mi corazón no creo que te pueda olvidar, aunque pasen cien mil años. Volveré por ti, chica lista.
Siempre tuyo,
Lucas.