Citas, matches y desastres

Capítulo 13

Hay una regla no escrita en el amor moderno: no te metas con alguien del trabajo. Pero yo siempre fui pésima siguiendo reglas.

En la oficina había aparecido alguien nuevo, al que todos llamaban simplemente “el del escritorio 12”. Nunca hablaba mucho, llegaba puntual, se iba puntual y, según chismes de pasillo, ni siquiera tenía redes sociales. Misterio total.

Para mí, acostumbrada a matches con influencers, ex likeadores compulsivos y algoritmos entrometidos, el silencio digital era… atractivo.

El primer día que crucé palabra con él fue en la máquina de café. Yo estaba luchando porque se había quedado atascado el azúcar, y él, sin decir nada, golpeó la máquina dos veces y, como por arte de magia, cayó el sobrecito.
—Gracias… —murmuré, entre apenada y sorprendida.
—De nada. —Sonrió apenas y se fue.

Yo me quedé como si me hubiera salvado la vida y no solo el café.

A partir de ahí, empecé a notar detalles: que siempre usaba corbatas extrañas (una con patitos, otra con piñas tropicales), que dibujaba en los márgenes de sus notas, y que tenía la costumbre de silbar bajito canciones de los 90.

Un día, en plena junta aburridísima, recibí un papelito doblado que decía:
“¿También piensas que esto pudo haber sido un correo?”

Era su letra.

Lo miré, él me guiñó un ojo, y ahí supe que el coworker misterioso era mucho más divertido de lo que aparentaba.

La primera vez que salimos a almorzar juntos, pedí tímidamente una ensalada… pero él ordenó una hamburguesa doble con papas y dijo:
—Yo no confío en gente que no come papas fritas.

Ese fue el comienzo de nuestras “citas clandestinas” disfrazadas de pausas laborales. Cafés, caminatas rápidas alrededor del edificio, bromas compartidas en Excel.

Lo mejor: nadie sospechaba. O eso creíamos, hasta que una tarde la recepcionista nos dijo con picardía:
—Ustedes dos deberían cobrar entrada, ¡porque esto ya parece novela!

Colorados como tomates, nos reímos. Y en silencio, yo pensé:
Tal vez el coworker misterioso no sea tan misterioso después de todo.



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En el texto hay: romance, humor

Editado: 19.09.2025

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