Citas, matches y desastres

Capítulo 53

Valeria sabía que no podía seguir esquivando la pregunta.
El coworker misterioso —que ya de misterioso le quedaba poco— llevaba días lanzando indirectas, y ella, como buena experta en postergar decisiones, solo respondía con sarcasmos o comentarios sobre el clima.

Hasta que un viernes, justo antes de salir de la oficina, él fue directo:
—Valeria, necesito saberlo… ¿sí o no?

Toda la oficina pareció contener la respiración. Claudia incluso sacó unas palomitas de microondas como si supiera que se acercaba el final de temporada.

Valeria sintió que el corazón le hacía maratón. Recordó cada desastre: el match equivocado, el emoji maldito, el karaoke desastroso, las citas fallidas, los ex inoportunos… y también los momentos buenos, esos pequeños instantes donde el caos se había sentido mágico.

Respiró hondo y respondió:
—Mira… mi vida es un desastre. Pero si tú estás dispuesto a entrar en este desastre conmigo, entonces sí.

Él sonrió, esa sonrisa media que tanto la volvía loca, y sin más palabras se acercó y la besó. Fue un beso torpe, interrumpido porque el jefe pasó a recoger su maletín y gritó “¡Esto es un ambiente laboral, por favor!”; pero aún así, fue perfecto.

Claudia aplaudió como si estuviera en un reality show:
—¡Bravo! ¡Se acabó la telenovela, comienza la secuela!

Y ahí estaba Valeria, finalmente con una respuesta clara.
Un “sí” lleno de dudas, risas y caos… pero también lleno de posibilidades.



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En el texto hay: romance, humor

Editado: 20.09.2025

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