Citas, matches y desastres

Capítulo 84

Cuando Valeria escuchó la frase “tenemos que irnos de vacaciones con mi familia”, supo que aquello no iba a ser un viaje, sino un campo de batalla disfrazado de descanso.

El viaje caótico 🚗

El plan era simple: un fin de semana en la playa con sus suegros, su cuñada, los sobrinos y, por supuesto, Claudia que, aunque no era familia, se auto-invitó con la excusa de “documentar el desastre”.
La camioneta salió llena hasta el techo, con maletas, flotadores, una nevera portátil y un sobrino que preguntaba cada diez minutos:
—¿Ya llegamos?

Valeria pensó que si sobrevivía al viaje de ida, ya era una ganancia.

Primera impresión… dudosa 😅

Al llegar, la mamá de él la abrazó con tanto entusiasmo que casi le disloca un hombro, mientras el papá apenas asintió con una sonrisa seria.
—Encantada de conocerte, señora —dijo Valeria, nerviosa.
—¡Llámame mami! —respondió la mujer, dejando a Valeria con cara de emoji confundido.

La cuñada, por su parte, la evaluó de arriba abajo como si estuviera en un casting.
—¿Así que tú eres la famosa Valeria? —dijo con un tono imposible de descifrar.

El caos playero 🏖️

El primer día en la playa fue todo menos relajante.
Valeria intentaba tomar sol tranquila, pero los sobrinos la enterraron en arena “para que se integrara”.
Él, mientras tanto, jugaba voleibol con su hermana, dejándola a ella lidiar con cubetas, castillos de arena y Claudia que no dejaba de tomar fotos comprometedores.
—¡Esta es buenísima para el álbum de “la nueva nuera”! —gritó Claudia mientras Valeria luchaba por desenterrar un pie.

La cena del terror 🍤

Por la noche, organizaron una cena familiar. Valeria, decidida a lucirse, ofreció preparar una paella.
Lo que no esperaba era que la cocina estuviera tan equipada como una cabaña de campamento: un sartén diminuto, un cuchillo que apenas cortaba y un horno que parecía reliquia de museo.
El resultado fue un arroz pegajoso con mariscos rebeldes.
El papá probó un bocado y murmuró:
—Interesante…
Claudia, como siempre, arruinó el momento:
—¿Interesante como en “único” o como en “peligroso”?

El giro inesperado ❤️

Cuando Valeria ya pensaba que las vacaciones eran un fracaso, él apareció con una guitarra y empezó a cantar frente a todos, dedicándole la canción más cursi que se le ocurrió.
Los sobrinos coreaban, la mamá lloraba de emoción y la cuñada, por primera vez, sonrió sinceramente.
Valeria, con el corazón acelerado, se dio cuenta de que aunque los días habían sido caóticos, aquel gesto había logrado unirlos a todos… incluso a ella.

Esa noche, mientras caminaban por la orilla, él le dijo en voz baja:
—Si sobreviviste a mis vacaciones familiares, sobreviviremos a cualquier cosa.
Valeria rió, pensando que tenía razón. Porque aquello no habían sido vacaciones: habían sido un examen de amor con certificado incluido.



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En el texto hay: romance, humor

Editado: 20.09.2025

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