Clauxtro

Capítulo 13

- ¡Hey Hombre! – escucho que me dice Javier, mi compañero de trabajo y gerente de publicidad. – Pero ¿Qué coños te pasa hoy…? Estas en las nubes. – Exclama interrogativo. - ¿Acaso fue un buen polvo?

La sonrisa que siento que se forma en mi rostro, lo hace sonreír; - no es por un buen polvo, - le digo sincero. – Es por un beso, - digo recordando no solo el mismo sino lo que me dijo.

- Pues fue un muy buen beso de lengua, - dice divertido, - no has escuchado una puta mierda de lo que te he dicho; - dice soltando su carpeta sobre mi escritorio, - a ver explícame ¿Por qué quiero entender? – se cruza de brazos acomodándose en su silla… - tenemos todo el día, - eleva la barbilla alentándome a continuar, - ¡Vamos hombre!

Suspiro pesadamente dejando salir todo el aire de mis pulmones. – Anoche Loa me confeso sus sentimientos y me pidió que la besara.

- ¡Espera! – exclama colocando una mano frente a mí, se inclinó hacia el frente cruza sus dedos y pregunta, - me estás diciendo ¿Qué la chica que te trae loco desde que tienes veinte, te confeso que sus sentimientos, te pidió un beso y tú se lo diste?

 

- Si, - digo con desenfado, /para que negarlo/ - fue el segundo primer beso que más me ha gustado darle a alguien. – continuo sin borrar la sonrisa de mi rostro.

 

- Sabes que estás comprometido ¿verdad? – espeta y no puedo evitar bajar la mirada con pesadez y culpa, - Leticia no se merece esto.  – dice y sé que tiene razón.

 

- Loa y Leticia no se lo merecen, pero saber que ella me ama, ha cambiado algo en todo esto, - digo poniéndome de pie, caminando hacia el mini frigorífico; que está en la oficina, - ¿quieres algo de tomar? – Le pregunto sin mirarlo.

 

- ¿Tienes Whisky? Porque lo que me has dicho no es fácil de absorber, - Sino tienes dame una cerveza. Saco la cerveza y una botella de agua, destapo la botella y se la extiendo sentándome frente a él otra vez, abro mi botella de agua y aun no tengo noticias de ella / debe de estar en clases a esta hora/.

 

Javier dejo mi oficina una hora después, luego de dar el tema de Loa y Leticia por terminado, retomamos el trabajo y realizamos lo pertinente. Aparte de Thomas Otto, Javier Balastri es mi amigo más cercano, a él puedo contarle lo que a Thomas no; por ejemplo, que estoy enamorado de su hermana adoptiva, luego de creer por años que solo sentía; lastima y ternura de hermanos por ella; luego de haberla salvado de aquel destino que le esperaba.

Caminaba por el pasillo de la mansión hacia la pequeña biblioteca que papá había hacho cuando entre a la secundaria; pase por su despacho y la puerta estaba entreabierta.

 

- El jeque está aquí, acaba de llegar a la ciudad y vendrá mañana en la noche para disfrutar un poco de las mejores chicas que tenemos. – Escucho que le dice a alguien que no veo quien es.

 

- ¿Entonces hay que sacar y alimentar a la mocosa esa? – pregunta la voz que reconozco, la cual es de León, ese hombre cada día me cae como la mierda. – La muy zorra intento morderme.

 

- Dime ¿Qué no la golpeaste? – me sorprendo cuando escucho la pregunta / ¿habrá sido capaz el maldito? /

 

- Claro se lo merece por ¡perra! – hace un claro énfasis en la palabra y siento mi sangre hervir / ¿Cómo pueden ser capaces de cosas tan atroces? / - Le curare la rotura del labio, pero me vuelve a morder y la volveré a golpear.

 

- ¡León! – dice en tono de advertencia, si quieres llevas tú… lo que sea a cabo debes controlarte; - dice y en mí se posa la curiosidad de saber de qué se trata eso que él quiere llevar a cabo.

 

- Toma. – Le dice.

 

- ¿Qué es eso? – pregunta el aludido, sosteniendo una llave en la mano.

 

- Es la llave de la reja donde esta Loa, - mi corazón empieza a latir al galope, / tengo que conseguir esa llave/. – guárdala en la caja fuerte. – Mi padre camina hacia donde se encuentra la caja y lo veo guardar la llave, no puedo ver la contraseña / maldición ¿Por qué se puso en frente? /.

 

- Será mejor que volvamos al bar a contar las bebidas para suplir las que faltan antes de abrir; - me muevo rápido antes de toparme con ellos, lo bueno es que hay una habitación cerca de la oficina, en silencio me introduzco dentro de ella.         

 

- Disculpe señor Cox, llevo cinco minutos esperando su respuesta; - dice Eleonor mi secretaria, una joven morena de pelo lacio y ojos marrones despampanantes. – Aquí tiene los papeles del contrato con Sea Entertainment, el de Caraus Studio; su contrato prenupcial que lo trajo el mensajero de su abogado.

 

- Gracias Eleonor, - le digo tomando un bolígrafo para firmar los documentos, - ¿Algo más? – Pregunte.

 

- No señor, con su permiso – y se retiró. Empiezo a leer los papeles, revisando con detenimiento cada detalle, firmo los que me corresponde, en ese momento tomo el sobre que me envió el contrato prenupcial en eso entra uno de los socios de papá. - ¿Aún no sales a Almorzar? – miro mi reloj de mano y le respondo poniéndome de pie.



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En el texto hay: venganzas, miedo psicológico, amor

Editado: 01.11.2018

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