Clauxtro

Capítulo 18

Arrastras  llegamos a la casa del árbol del barrio que hicimos entre Oswell, Thomas, él y yo; un año después que conocimos a los Cox y los Otto, me hace subir sin decir palabras, esta situación me está enervando; estoy enamorada de un hombre que en varios días se comprometerá, exactamente en dos semanas y se casara dentro de seis meses, seis meses en los que no soportare estar peleando con él; añorando sus abrazos, también sus besos esos que muy poco nos hemos dado, pero que anhelo sentir otra vez.

- Se puede saber ¿Por qué estamos aquí? – pregunto al terminar de subir.

- Necesitamos hablar donde no seamos interrumpidos. – dice sentándose en un viejo taburete. – siéntate, - habla de nuevo tomando una silla pequeña y poniéndola frente a él / ¿a dónde se fue todo ese enojo de hace momentos? /

- ¿De qué quieres que hablemos? – Le pregunto, - Estoy cansada y quiero dormir, ha sido un día completamente horrible; - digo suspirando, - no tengo ánimos de discutir contigo. – Saca su teléfono.

- ¿Saliste con Leticia? – Pregunta de repente y yo me tenso de solo recordar lo que paso hace horas. – No voy a dudar de lo que me cuentes, por favor dime que paso. - / ¿Está hablando en serio? ¿Esto es nuevo? / - ¿Estuviste con ella hoy?

Ya no puedo negárselo, solo omitiré el episodio del baño portátil. – Si, fuimos a ver los vestidos para la fiesta de compromiso, - digo y trato de sonar lo más natural posible.

- ¿Hay algo que no me estés contando? – me pregunta; - Loa por favor, esto es importante, Leticia negó estar contigo esta tarde; - / aquí vamos de nuevo /.

- Thiago de verdad, ¿Qué quieres que te diga? – le interrogo colocando una mano sobre mi rostro moviéndola de arriba abajo. – Estoy cansada de verdad, esto no llevara a ninguna parte, - digo. No quiero discutir hoy y menos contigo.

- Rountrae… - / ¿ese nombre? / - Rountrae está aquí y te está vigilando; - confiesa y veo miedo en sus ojos. – Estoy aterrado Loa, - sujeta mis manos con una de las suyas y con la otra acuna mi rostro tiernamente, - no sabes lo aterrado que estuve, te llame y no contestaste, llame a tus padres y tampoco contestaron; no sé qué hace ese tipo aquí o que quiere contigo, pero me está torturando; - cierra los y suelta un suspiro, - le avise a mi amigo y hay alguien vigilándote, pero el muy inepto no se ha dignado en presentarse, mi amigo dice que esta de incognito y así trabaja; y mira lo que te paso, me enviaron fotos y videos tuyos dentro de un baño portátil.

Mis ojos pican por el llanto que no derramo, no sé qué decirle, hemos pasado los últimos dos meses peleando desde mi ataque de pánica, donde luego no encontró el mensaje que me enviaron el día que estuve con ella en el restaurante.

- Te comprometerás, - le digo de pronto, - no me has dicho que sientes por mí. – Bajo mi mirada hacia las viejas tablas de madera que conforman la casita, pero sigo con mi monologo; - Yo te amo, la otra vez no lo dije sólo para que me besaras, sino para que lo supieras, desde ese beso cuando apenas era una adolescente que se recuperaba de su pasado no he podido verte de otra forma y toda esta situación me duele, pero fue lo que elegiste para tu vida y lo respeto, aunque me duela, yo… - intento seguir, pero soy interrumpida.

- Loa, yo… yo también… - levanto la mirada para verlo a los ojos, esos ojos verdes grisáceo que posee esa piel oscura, - lamento todo esto, de verdad, no sabía que te sentías de esa forma.

- No te preocupes ya tienes por quien preocuparte, no es necesario que te agobies por mí, - le refuto. – yo continuare con mi vida. – me pongo de pie y avanzo por la pequeña casa.

- ¡Te amo! – Escucho y me detengo precipitadamente quedándome de espaldas. – Toda esta situación está volviéndome loco, tengo pavor a que puedan hacerte daño, a que te alejen de mi… a que.

- Pero aun así quieres casarte y te casaras, - le interrumpo y me giro para mirarlo, pero sus ojos no me ven, ya están cerrados. – amarme no es lo suficiente para no hacerlo ¿cierto?

- Lo cancelare, - suelta de golpe; - le diré la verdad y, tú y yo empezaremos desde cero, - se acerca a mí y mi corazón se acelera; - eres lo único que tengo por lo que luchar, mataría por ti. – Dice y acerca su rostro al mío, su respiración es lenta y pesada coloca su mano en mi nuca y – Te amo… - sus labios se juntan con los míos, es diferente, es dulce gentil, pero a su vez necesitado, como si por meses lo quisiera haber probado.

* * * * *

En el mismo Estado de Georgia a 235 Km de distancia de la casa de los Otto se encontraban juntos la peor pesadilla de aquellos dos. - ¿Estás segura al… Leticia? No quiero fallos esto tiene que salir como lo hemos planeado, tengo que tenerla en mis brazos. – le dice su padre quien está sentado frente a su amigo del alma, al hombre con el que siempre ha trabajado.

- Está todo bajo control, se la pasan peleando, está paranoico y salimos hoy, pero ¿Por qué no solo la volvemos loca y la venden como pensaron desde un principio? – Le dice ella tomando de su vino.



#12576 en Thriller
#7198 en Misterio

En el texto hay: venganzas, miedo psicológico, amor

Editado: 01.11.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.