Capitulo 1

Soy Emma Frost tengo 18 años soy. Mis padres murieron en un accidente automovilismo junto a mi hermano cuando yo tenía cuatro años. En estos momentos estoy terminando mi instituto, a mi pesar ya que quiero terminar de estudiar. En mi instituto como ya sabrán me molestan por mi color de piel, soy muy tímida para hablar con las personas no tengo a nadie o bueno a excepción de mi compañera y amiga de clase que no me critica por mi color de piel. Ella se llama victoria ella es una chica de piel blanca ojos verdes y cabello hasta la cintura y liso y negro.

—Vámonos victoria vamos a llegar tarde— le apure.

—Ya voy un momento-Me decía desde su habitación—lista vámonos—me dijo ya cuando estaba en mi lado en la puerta y se peinaba el cabello con los dedos.

Después de salir de casa nos fuimos en su coche al instituto. Si alguien se pregunta está preguntando que yo de donde saco para compartir piso con mi compañera, pues bueno le explica mis padres cuando murieron me dejaron dinero en una cuenta ahorro que era para mi universidad, pero debido a que murieron me toco sacar parte de ese dinero para ayudar con la paga el piso de mi compañera, por el momento estoy busco un empleo para poder cubrir los gastos que saque para poder ingresar a la universidad.Después de salir de casa nos fuimos en su coche al instituto.

Llegamos al instituto y victoria aparco el coche baje del coche mientras victoria se quedaba hablando con unas compañeras de clase. Yo me adelante y nunca falta la burla de los del instituto.

—Valla miren a quien tenemos aquí…a la negra—me dijo unos de los populares del instituto Walter para ser exactos unos de los capitanes de grupo de futbol.

—Permiso—dije con la cabeza gacha. Menos mal ya casi termino. Pienso.

—No—me dijo burlón—Tienes que hacer mi tarea de matemáticas o si no…atente a las consecuencias—me dijo con seriedad

—pero…es que...yo—dije hay nerviosa

—Hazme la maldita tarea-me dijo entre dientes.

—Ok—dije

—Emma que te dijo Walter—dijo victoria llegando a mi lado, la miré y negué con la cabeza. 

Suspire con cansancio

—Siempre buscan con que fastidiarme ya me acostumbré—dije encogiéndome de hombros restándoles importancia.

Victoria suspiro