Cometiste un error

3

Miko

Años antes

— Mai apresurate, no puedo llegar tarde — le grito a mi hermana la cual continúa viéndose al espejo.

— No me apures, la belleza tarda —responde ella aplicandose una décimo sexta capa de rimel.

Mai es mi hermana mayor pero de eso no parece tener nada por qué es idéntica a mi, cualquiera que nos viera a primer vista pensaría que somos gemelas pero eso está un poco alejado de nuestras fechas. No solo nos parecemos en el físico sino que también en acciones o gustos como lo es cocinar y maquillar, también tenemos nuestras diferencias pero no cuestionamos nada. Ella tiene 20 recién cumplidos y yo 19 pero siempre nos han tratado de igual a igual, hasta estuvimos en el mismo salón de clases durante la niñez y hemos estado juntas desde que tengo memoria.

Eso sí, como se espera de hermanas hemos peleado y nos hemos hecho una que otra maldad pero no me juzguen, así es como le demuestro mi cariño y cuánto me importa por que cinco minutos después de haberle dicho o hecho algo voy a su habitación y me disculpo. Hace uno o dos años que conseguimos trabajo y el sueldo es bien pagado lo que nos ayuda a aportarle dinero a la abuela para mantener la casa que es de clase media pero decente y muy acogedora. Mi abuela no crio desde que mamá falleció debido a que nos tuvo muy joven y no soporto mi parto, nunca la voy a entender por qué si sabía el riesgo que conllevaba tenerme no se deshizo de mi.

— Ya estoy lista —canturrea Mai haciendo una pose sensual apoyadanose en el marco de la puerta— ¿Que opinas?

— No pareciera que vas a trabajar —señalo el escote que deja ver el inicio de sus pechos.

— Tu deberías arreglarte más por si uno de estos días el señor Esteban te presenta algún chico atractivo, sabes que el quiere conseguirte un buen partido.

Esteban Grand es un empresario londines que se mudo hace dos años aquí, por lo poco que me ha contado el vino después de separarse de su ex esposa quien al parecer estaba loca, desconozco toda la historia completa pero lo que si es que el tiene dos hijos aunque no es mucho con el menor y no se ha comunicado con su hijo mayor, la finca donde vive está un poco lejos de mi casa y cuando es tarde y no puedo volver el me deja quedarme a dormir. Admito que le he mentido a mi abuela una que otra vez diciendole que me quedé a dormir ahí cuando enrealidad Mai me lleva a fiestas con ella.

El señor Esteban es un grandioso jefe que a pesar de tener ya sus años sigue siendo alguien atractivo y un corazón que vale más que sus acciones, sigo sin entender por qué su esposa lo dejo y sus hijos no le hablan aún el estando enviadoles dinero, no tengo padre pero si hubiera tenido uno me hubiera encantado que fuera como el señor Grand quien a pesar de no tener lazo alguno conmigo me trata como si fuera de su familia. Trabajar para el como su ama de llaves es una de las mayores bendiciones en mi vida y espero poder pagarle todo lo que el me ha ayudado a hacer algún día.

— No digas eso —la rempujo de juego— ya le he dicho que por ahora quiero centrarme en terminar la carrera y tal vez piense lo de salir.

— ¡Bah! Eres una aguafiestas hermana, ¿Sabes el relajo de hombres que babean por ti? Solo imagínate y conoces algún extranjero que se case contigo y te de una vida de lujos, sería maravilloso —dice Mai quien es la que fantasea con eso.

Si me gustaría tener un que otro lujito pero prefiero pensar más a futuro y no desperdiciar la oportunidad de culminar mis estudios y abrir mi propia estética, soy buena caundo de maquillaje y peinados se trata, Mai por el contrario a mi ella es alguien más activa y más momental, disfruta las cosas en el momento pero cuando ya acaba se aburre y se olvida como por ejemplo su carrera la cual ya le aburrió y quiere dejar de estudiar informática. De las dos es más probable que ella se case y embaraze primero con el primer chico guapo, adinerado y extranjero que se le declare.

— Ya nos vamos abuelita —grita Mai por la cerca que conecta el patia trasero con nuestro jardín delantero.

— Que les vaya bien hijas —devuelve el grito nuestra abuela quien debe estar cortando flores tan de mañana.

— A la residencial Luz por favor —le dice ella al taxista quien arranca el auto.

Al llegar ambas nos bajamos y nos despedimos de la otra, yo debo caminar más para llegar a la finca del señor Esteban pero es un buen ejercicio y el doctor dice que debo hacer ejercicio para que mi cuerpo no decaiga. Cuando llegó soy recibida de brazos abiertos por Esteban quien aparentemente estaba tratando de coser unas mantas y no el fue tan bien por qué tiene algunos dedos vendados.

— Señor Esteban no deberia hacer eso con la misma aguja, ¿No sabe que puede infectarse y enfermar? —le reprochó negando con la cabeza.

— Perdón por eso —dice el apenado

— Ya que, no tiene remedio —bromeo y el me da una palmada en la espalda —mejor venga que le voy a prepararle te.

El señor Grand se sienta en su sofá y se pone a leer mientras yo continuo preparando el te, cuidarlo a el es como cuidar a un niño, no me veo cuidando mocosos berrinchudos y que solo saben desvelar. Espero y nunca hacerlo.

Actualidad

No sé que es peor, sentirme vieja por no poder seguirle el paso a una niña de 6 años o saber identificar entre cilantro y perejil. ¿De que hablo? Las dos son igual de feas especialmente cuando tengo 32 años y sigo siendo considerada como alguien joven en la cúspide de la juventud y plenitud.

<<Plenitud pero en apariencia por qué tú ni eso atiendes >>

Si si si, como quieras vos de mi cabeza, no necesito eso ahora y mucho menos después de como me hizo sufrir la persona a quien le entrege mi ser y lo desecho por mentiras que ni se atrevido a indagar más en ellas para comprobar la veracidad de estás, cada vez que recuerdo eso me hace pensar que Máximo solo necesitaba una excusa válida para abandonarme y cuando apareció la primera no dudo en utilizarla aún sabiendo que yo jamás me hubiera atrevido a engañarlo y ni de chiste a mis hijos. Si tuviera que resumir la existencia de el en palabras que salgan desde mi corazón sería poco hombre, mal nacido, estúpido, idiota, rata infeliz, animal rastrero, lamebotas pusilánime que no merecía a una mujer como yo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.