Máximo
Años atrás
¿Está bien excitarse por ver a la criada de mi padre asustarse? Estaba tranquilito en mi habitación cuando baje a la cocina por agua y al subir me la encuentro viendo a mi puerta que quedó media abierta, yo no voy a mentir, no le dije nada por qué queria saber que iba a hacer y también estaba dándole un lujo a mis ojos viéndola en ese vestido ceñido a su voluntuosa figura.
Me desespere rápido por verla de frente que la termine asustando, ella dió un brinco y pego un grito que me hizo reír; ¿Que le pasa a esta chica? Cuando es tierna cuando anda incrédula y chistosa cuando está asustada. Ella me deja con la pregunta de como va a reaccionar a otras cosas, ¿Si le hablo bonito se sonroja y chilla? ¿Si la tomara por la cintura me golpearia o que haría?
He tenido muchas malas experiencias con mujeres en el pasado y algunas de ellas incluyeron palizas por qué sus novios o esposos se dieron cuenta de la aventura, ya dije que no soy un santo virgen, pero tampoco estoy tan usado como un cepillo de dientes. Gracias al señor que papá sigue conservando el gusto de venir a lugares con clase y no a locales sucios sin higiene, llámenme clasista pero tengo mis razones.
He notado como Desde que entramos nos han quedado viendo— especialmente a mi y a Miko— ¿Esque acaso no han visto seres humanos como nosotros? Tendría sentído, no todos los días ves a alguien como yo en lugares como estos, este restaurante es decente, no es de los mejores a lo que he ido pero tampoco ha sido de los peores.
Tengo la vista centrada en otra clase de comida que la de que está en el menú, está muñeca que tengo al lado está para morirse por erreciones que no bajan, no he querido levantarme de la mesa por qué me la van a ver —bah, para lo que me importa— ella ni enterada de lo que me genera solo está viendo a su copa de vino fijamente.
— ¿No te gusta? —pregunto usando mi brazo como soporte para sostener mi cabeza, voy a dejar la etiqueta un rato para centrarme en conocer más a fondo a esta preciosura.
— No es que no me guste sino que no nunca he probado esta clase de bebidas —revela ella dejándome impresionado.
¿No consume bebidas alcohólicas?
¿Tendrá aunque sea la mayoría de edad?
Debe tenerla, de lo contrario papá no la hubiera contratado pero viéndola mejor se ve que es menor que mi, he conocido mujeres que son de mi misma edad o mayores pero no tiene ciertas características que ella si.
— ¿Nunca nunca? —digo incrédulo
— Nunca nunca —afirma ella con la cabeza.
— Permítanme un segundo, debo ir a hacer algo —indica mi padre levantándose con mi asentimiento.
Genial, voy a aprovechar este tiempo para indagar más en esta gloriosa maravilla que encontré.
— Oye muñeca, ¿Tienes novio? —yo soy alguien que se anda sin rodeos, no me gustan las pausas o que se corran mucho para dar una sola idea.
— ¿Novio? —murmura ella— no, no tengo —dice apenada.
¿Vaya pero pero por qué se comporta asi? Solo apenada y sonrojada pasa.
— ¿Y cuál es tu tipo?
— Pues yo diría que lindos y, no se.
<<Hay princesa, estás linda, buena y todo pero eres demasiado inocente>>
— Cambiando el tema, ¿Cuántos años tienes? —esto es otra cosa que me interesa bastante saber.
— Tengo diez y nueve años
— ¿Cumplidos o vas a cumplir? —pregunto sorprendido, espero y que no haya sido legal hasta hace poco.
— Cumplidos —dice— voy a cumplir los veinte en octubre.
<< Gracias Dios por no hacerla tan pequeña para mí. >>
— ¿Y que hay de usted?
— Por favor no me trates de usted mientras trato de ligarte, se escucha extraño —si mi madre en oyera eso la mando a comer mierda por sus prejuicios de estatus — pero respondiendo tu pregunta, mi tipo es listas y seguras, yo tengo veinte y dos años cumplidos y no tengo novia, aún.
Miko se empieza a poner rojita como tomate y sus ojos brillan con algo inusual en mujeres como ella.
— Eso es, muy directo —expresa su agrado por eso.
— Es porque lo soy, me gusta andar sin titubeos, no te preocupes que eso no aplica para ti, muñequita.
— ¿Por qué te gusta llamarme asi? Ni nos conocemos y ya me has puesto un apodo y te hablo de tu a tu —no me equivicaba cuando dije que ella es bien expresiva, ahora mismo me muestra que no es tan intensa como pienso, también es directa y me encanta.
— Nos estamos conociendo, te pedí que me hablaras de tu a tu y te llamo así por qué me gusta —confieso pegandome más a ella.
— ¿Te gusta decirme así o esque te gusto? —cuestiona con burla, Oh vaya, también puede ser cisañosa.
— Depende, averígualo, hazlo que para ti soy libro abierto muñequita —es notable que mi atracción es recíproca porque llevo ya rato cerca de ella y no se ha separado, ya estamos tomando más confianza con el otro y apenas han pasado unas horas.
Papá tenía razón cuando en una llamada me dijo que su ama de llaves es muy interesante, es más que eso, para mí es fascinante a tal grado que hay mucho que quiero descubrir de ella, y en visto de su inocencia enseñarle algunas cosas, marquen mis palabras, yo voy a conquistarla.
Actualidad
La manera en la que tengo a Elliot frente a mi parece más como un interrogatorio dónde voy a torturarlo y tal vez matarlo, el no ha dicho ni pio por qué lo amenazó con la mirada y sabe que cualquier cosa que diga si menciona su nombre yo voy a arremeter en su contra. Así de loco me dejó esa desgraciada y voy a mostrárselo en cuenta este pendejo abra la boca.
— ¿Vas a decir algo? —es más como una orden que pregunta.
Elliot traga saliva y empieza a relatar.
— Bueno, verás...
— Ningún veras ni nada de eso, ve al grano—sentencio.
— Me la encontré en la heladería, ella iba saliendo con una niña de unos cinco años por ahí, me ignoro y se fue pero yo preferí llamarte a ti antes que nada.