- ¿No le entiendes? - preguntó Gael preocupado. Se encontraban sentados en las mesas de la escuela. Por ahora no tenían clase, su profesor no había llegado y Farah pensó en avanzar en la tarea de física. Una materia que la mayoría de su salón no comprendía. – Tienes que pasármelo Farah, no le entiendo nada, ese Sergio no explica nada y para el colmo el examen es todo. – Suspiró desalentado. En el anterior examen había sacado un tres. No podía volver a reprobar los otros dos exámenes. - Ya te he dicho que en el examen vienen los problemas de las clases, pone los mismos, bueno en algunos le cambia un poco, pero en sí son los mismos, solo debes recordar el procedimiento. – Le explicó aun tratando de resolver el problema de su libreta. – pero son muy difíciles, además esos problemas ni siquiera los revisa, no le entiendo nada. Ya me atrasé dos años, no me quiero atrasar más. - Recordó el momento en que había dejado de estudiar por trabajar hasta que se dio cuenta que efectivamente quería hacer algo por su vida, y tal vez realmente la escuela le podría dar más conocimiento, estaba decidido a avanzar en los estudios, no se consideraba tan tonto, pero en especial la materia de física era la única en la que casi todos habían reprobado los exámenes. Odiaba estar con el profesor más exigente y difícil de la escuela, no quería reprobar en su último año, además los años que les llevaba a sus compañeros lo hacía querer apresurarse. – ¿Y cómo le puedes entender si ni siquiera Sergio explica? – se recostó con brazos cruzados – Porque en el material que nos dio viene todo, el libro es muy bueno, te explica bien, aunque a veces hay problemas que no explica y esos son los que cuesta, como este. – Frustrada dejó el lápiz, ya había revisado el libro y algunas páginas en internet a través del celular de Gael, más no encontraba información que le pudiera ayudar a resolver el ejercicio. Colocó sus manos entre su sien, empezaba a desesperarla. – ¡Me estoy impacientando! Pero tengo que seguir, puede ser que el problema venga en el examen, no quiero salir mal, mejor cuéntame algo para distraerme un poco, tal vez así ya se me ocurra algo. – le dijo volteando a ver a su amigo. Estaba perdiendo el tiempo en un ejercicio que no le veía solución, el enojo empezaba, no obstante, no lo quería abandonar, era estresante saber que había una posibilidad que apareciera en el examen, era mejor prevenir.
Gael levantó la mirada, el concepto de abandonar por un momento los estudios le favorecía, era mejor contar algo sobre su vida que estar en algo que no comprendía. – ya sé, te voy a seguir contando lo que el otro día ya no terminé de decirte. – sonrió - era un secreto que muy pocos de sus amigos sabían, no lo consideraba la gran cosa, pero era algo que Farah le había preguntado y que él decidió contarle, confiaba en ella. - ¡Ahh! ¿Estás seguro? – le preguntó, recordaba en el momento en que le preguntó si en verdad ya había tenido relaciones sexuales con alguien. Era mayor a todos sus compañeros y Gael era una persona muy abierta que no le daba miedo a demostrar o decir cosas de su vida. – sí, bueno la verdad es que… Oye ahí está Alexis – lo observó a lo lejos, se encontraba en la tienda. - ¡Alexis! - le gritó lo suficiente para que lo pudiera escuchar. De inmediato Alexis volteó. No era difícil no percibir una voz que lo llamaban. Volteó y observó a Gael, a su lado Farah, eran las únicas dos personas que se encontraban en el área de mesas. Todo se encontraba tan silencioso pues se suponía que estaban en horario de clase. Terminó de comprar y caminó hacia ellos.
-Ya verás que Alexis nos ayudará - Gael volteó hacia Farah explicándole. Tenía una sonrisa de satisfacción al saber que podrían resolver un ejercicio. – Hola, chicos. – saludó Alexis ofreciendo unos dulces a sus antiguos compañeros. - ¿Qué hacen aquí? – preguntó sin mucho interés – No tenemos clases y como son dos horas pues algunos ya se fueron, pero aquí estamos como buenos estudiantes - sonrió sarcástico. – además acompaño a Farah, pobrecita, tiene que esperar a su clase hasta las dos, pero mientras ven, siéntate con nosotros, ¿Ustedes tampoco tienen clase? – preguntó tocando con la palma de su mano en la mesa varias veces para insistirle que se sentara. – Sí tenemos, pero ahorita estamos viendo una película que ya la he visto muchas veces y que ya me tiene harto. – Tomó asiento al lado de Gael. - ¡Perfecto! ¡Tienes tiempo entonces! Porfa, entonces ayúdanos a resolver este ejercicio, ya no podemos, en sí Farah ya no puede porque ella es lo que me pasa todo. – le quitó la libreta a su compañera y se la pasó a Alexis junto con un lápiz. – ¡Por favor, Alex querido ayúdanos! ¡Tú eres el más genio e increíble! – Lo alabó Gael para que les ayudara.
Alexis suspiró, lo menos que deseaba era hacer cosas, pero Gael no lo dejaría irse hasta que lo ayudara. Volteó hacia Farah, ella se encontraba enfrente. - ¿No puedes resolver un simple ejercicio? – se burló - de inmediato Farah demostró enojo, le daba rabia que le dijera eso, aunque fuera cierto. - bueno Gael, mejor sigue contándome – ignoró la mirada burlona de Alexis. – Ah, sí, bueno Maricela pues era mi amiga, bueno sigue siendo mi amiga, pero ya no tenemos mucho contacto, y pues nos conocíamos porque trabajábamos juntos, y pues entonces un día entre conversaciones pues no más salió así, ¿y si lo hacemos? Y pues entonces pues ya planeamos todo y pues fue así entonces como ambos perdimos la virginidad. – Farah hizo gestos de asco. Le asombraba la franqueza que Gael demostraba para decir las cosas. - ¿Sin ser novios ni tener un poco de amor? – preguntó Farah, era increíble que unos chicos experimentaran su sexualidad sin tener afecto. – pues sí… - Le habló tan franco, eso es lo que en realidad había pasado - Esperen, ¿De qué hablan? – Alexis lo interrumpió intrigado a la conversación graciosa que escuchaba. – Le estoy contando como perdí mi virginidad con mi amiga solo por experimento. – Le confesó. Para él no había problema que su amigo escuchara, también confiaba en él a pesar de que no ya no tomaban clases juntos - ¿Es enserio? - Alexis empezó a carcajearse y al mismo tiempo le asombraba - ¡Sí, es enserio! Fue un acuerdo entre Maricela y yo, solo queríamos saber que se sentía tener sexo, que por cierto no me gustó, me dio asco - hizo muecas degradando aquel momento – pero bueno, ya sé lo que es. No quiero entrar en detalles porque mi Farah es demasiado inocente pero así pasó, por eso te dije que no es la gran cosa, lo que decía Cristina es una tontería. – observó a la pequeña Farah que parecía estar muy asombrada. – No pensé que estuvieras tan loco como para hacer eso, ahora ya me puedo esperar todo de ti - Alexis comenzó a reírse más. – ¿Qué? Es lo que las personas hacen, chicos, aun están nenes, ya llegará su momento. – Los miró pensando que aun eran más pequeños que él. - ¿Y lo has hecho con tus demás novias? - Farah preguntó intrigada - ¡No!, las collonas no han querido, pero igual espero que cuando lo vuelva a hacer ya no sea tan desagradable y tal vez esta vez con una mujer que me guste. Maricela y yo solo éramos amigos. - Gael continuó contando más sobre su experiencia. Se sentía feliz de ser ejemplo de sus amigos. Terminaron hasta que el timbre chicharra sonó. Marcaba una nueva clase.