Como estrellas

Capítulo 4

La cercanía era peligrosa, había olvidado como respirar, mi respiración era irregular y no podía comprender lo que estaba pasando en la película, a pesar de haberla visto miles de veces. 
Pero sin duda alguna todo empeoró cuando sentí unas manos en la parte baja de mis muslos, una mirada de reojo me bastó para saber qué era él, los estaba acariciando, era un toque discreto, pero solo eso me bastaba para olvidarme completamente del mundo, solo podía concentrarme en el tacto de sus manos en mis pantalones.

Algo me decía que debía apartarlo, pero nunca me he caracterizado por tomar buenas decisiones y no empezaría a quedarle mal a mi fama ahora. Era una sensación tan agradable, la forma en la que me acariciaba me hacía desear que siguiera subiendo, y quién sabe, tal vez que pasara a tocarme sin los pantalones estorbando.

Pero que estás pensando Rachel¿Te das cuenta de que ese chico es prácticamente un extraño? Es la primera vez que lo ves en persona y ni siquiera son nada¿Te dejarías tocar por él aún así?

Me pregunta mi consciencia.

No lo sé.

Y en verdad no tenía ni idea, este chico era algo nuevo para mi, me hacía sentir viva, me hacía sentir que el puto mundo estaba a mis pies y que podría hacer lo que me diera la gana.

Él: y si te dijera que quiero que me hagas un sexo oral lo harías ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Yo: mmm no lo sé ( ͡° ͜ʖ ͡°)

...

Él: que tal si cuando nos veamos nos vamos al baño y me demuestras que sabes hacer ( ͡° ͜ʖ ͡°)

...

Él: con esta lengua puedo hacerte sentir muchas cosas, tanto que vas a aferrarte a las sábanas y vas a tener que morderte los labios para no gritar

Sus mensajes de algunas conversaciones que habíamos tenido solo me hacían pensar más aún en la situación, lo peor del caso era que no me sentía mal como debería, sinceramente deseaba que hiciera realidad todo lo que me había dicho, aunque sabía que solo era una broma, pero la verdad es que me encantaría que lo que comenzó como una broma se hiciera real, comencé a sentir la humedad entre mis piernas, la sensación era conocida pero diferente a la vez, y es que con él me sentía distinta. Tuve que respirar profundo para calmar mi ansiedad por saltar sobre él, pero justo cuando pensé que las cosas no podrían ponerse peor sentí sus manos subiendo lentamente por mi abdomen, mi blusa corta permitió que sintiera directamente las caricias que proporcionaban las yemas de sus dedos sobre mi piel, y entonces siguió subiendo, sus manos se deslizaban por mis hombros, mi cuello, mi cabello y finalmente terminaron en mi rostro.
Era como si me estuviera detallando con sus dedos, como si quisiera memorizar mis mejillas, como era mi piel, cada centímetro de mi nariz,  cada cabello que caía sobre mi frente por el flequillo, incluso cada curva de mis labios que al parecer se convirtieron en su lugar favorito de mi rostro, porque ahí fue donde su quedó, recorriéndolos una y otra vez, enfocándose en mi labio inferior. 
Pero justo cuando comenzaba a acostumbrarme a sus movimientos circulares Harry regresó y se acostó cerca de nosotros, era obvio que él no podía ver lo que Eilean hacía, sería una falta de respeto gravísima a su prima, por eso volvió a bajar hasta donde había comenzado, retomando la discreción de sus caricias, me daba pequeños besos en el cabello cuando nadie miraba.
Hubo un instante que me atreví a levantar la mirada de la película que no había visto hasta ahora y la enfoqué sobre él, pero me arrepentí al instante al sentir el calor en mis mejillas al ver su insistente mirada sobre mí y al comprobar que sus labios estaban a escasos centímetros de los míos, me relamí mis labios solo al imaginar lo que pasaría si alguno de los dos tomaba el primer paso de romper esa pequeña distancia, pero volví a bajar la mirada al instante, avergonzada de mis pensamientos.

Tiene novia Rachel ¿Qué crees que estás haciendo?

Me reclama mi consciencia.

Cállate.

Exijo mientras aprovechaba su pecho y me acomodaba en él usándolo como almohada, pero cuando puse mi mano en el lugar donde debía ir su corazón...joder, era una maldita bomba a punto de explotar y mientras me acomodaba en sus brazos para comenzar a prestar atención a la película, o al menos intentarlo solo pensaba en una cosa...

No quiero que este momento se rompa jamás

✨✨✨

Acabada de bañar y ya con mi pijama rosa puesto voy a contestar el teléfono que no deja de sonar insistentemente y me tenía hasta las narices, pero mi odio hacia el aparato cesó cuando verifiqué el número que llamaba, era Ámber.

—Hola Am—digo presionando la tecla de descolgar.

—Rach ¿Cómo te fue el día?—me pregunta mi mejor amiga y yo comienzo a revivir la tarde de hoy mientras se la contaba con lujos de detalles, justo como nos gustaban las historias.

—Joder Rach¿Un chico con novia?—analiza—habían hombres más sencillos por los que sentir algo.

—¡No siento nada por él!—me defiendo, esto solo había sido una tarde donde dos amigos habían visto una película mientras uno usaba el pecho del otro de almohada, me había dado besos en el cabello como cariño, un acto fraternal.

¿A quién quieres engañar Rachel?

Ahí estaba otra vez la jodida consciencia.

El chico te acarició el trasero.

¡La parte baja de los muslos!

Me defiendo de mí misma, extraño pero cierto.

Como sea, te acariciaba ese sitio que como sea que lo quieras llamar no es un lugar de cariño fraternal y lo que tú sentiste mientras te hacía eso tampoco, y mejor ni hablemos sobre las caricias que te dió en los labios que literalmente parece que estaba haciendo con sus dedos lo que deseaba hacer con la boca.

Por cosas como estas es que odiaba tener sentido común, y eso que era mínimo, no quería imaginar lo duro que sería aguantar una consciencia aún más insoportable que esta.




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