Competencia Dulce

Capítulo 1.

Sinopsis

Huyó de la guerra, pero no de sí misma. Una joven pastelera ucraniana llega a la soleada España con su fiel perro Max (sí, como su ex... para no olvidar las lecciones del pasado. Decidida a cumplir su sueño, abre, su propia fábrica de repostería.

Pero justo enfrente trabaja David Bermejo - Rodríguez: un guapo pastelero español, su mayor rival y, al mismo tiempo, su tentanción más peligrosa. Entre tartas, macarons y miradas chispeantes, la competencia. Se convierte en una auténtica guerra dulce... donde los corazones corren el riesgo de rendirse.

Una historia romántica con mucho humor donde el amor y el azúcar pueden ser la combinación más explosiva.

Prólogo

Dicen que el amor es dulce... Pero nadie te advierte que puede venir cubierto de harina, con olor a café y con un enemigo mortal al otro lado de la calle.

Me llamo María, soy pastelera ( bueno, artista del azúcar, suena más elegante), y vine desde Ucrania buscando paz, sol y un horno que no explote. Todo iba bien... hasta que abrió su pastelería, justo enfrente de la mía.

Él

El guapo, arrogante y - para colmotalentoso dueño de "El Pecado de Chocolate". Desde el primer día comenzó la guerra: mis macarons contra sus trufas, mis tartas contra, sus sonrisas. Y, sinceramente, no sé que es más peligroso... si sus postres o sus ojos.

Dicen que el amor entra por el estómago. Yo solo espero que no me dé una indigestión.

Dedicado a mis lectores, que hacen que cada historia cobre vida.

Derechos de autor © 2025 Inga Valmor

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, copiada ni distribuida por ningún medio sin el permiso previó por escrito de la autora.

Todos los personajes y eventos son ficticios. Cualquier semejanza con personas reales, vivas o muertas, o con hechos reales, es pura coincidencia. Gracias por leer esta historia.

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Episodio 1

María siempre soñó con sol, mar y paella... pero no en esta versión "refugiada". Un buen día, tras haber metido en una maleta la mitad de su vida, su rallador de cocina favorito y dos montañas de calcetines, se encontró en Barcelona.

Lo primero que noto fue lo rápido que hablaban los españoles.




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