El día de la fiesta llegó. Denis estaba muy entusiasmado por eso y lo conversaba con un grupo de amigas. Luego de eso, vio pasar a Boris junto con Darwin y se acercó a ellos. Le preguntó: -Hola, Boris. ¿Irás hoy con tu galán?
-Sí, Denis. Darwin y yo hemos tenido esa conversación antes.
-Excelente. Yo estoy muy ansioso por esperar a que llegue la noche y encontrarme con Gino.
-Entonces aún no es oficial, ¿o sí?
-Sí lo es. Ya te comenté sobre eso. Pero...
-¿Hay algún problema?
-Es una chica que se fijó en él. Es la mejor amiga de mi primo Tyler. Al parecer Tyler le dio su número sin saber de lo nuestro.
-Tendrás que decírselo, así no les guste. Muchas de las veces, la familia puede ser muy cruel.
-¿Todo está bien entre tú y Danilo?
-No tanto como esperaba, pero ya me estoy acostumbrando a tenerlo en casa.
-Comprendo. Bueno, los espero esta noche.
-Ahí estaremos.
Denis corrió hacia el aula. Boris y Darwin se miraron fijamente. Le preguntó:
-¿Crees que Denis lo pase bien esta noche?
-Yo estoy seguro que sí. Mi mejor amigo sabe divertirse a pesar de lo malo. Y tú me debes una explicación.
-¿Sobre qué?
-Sobre una tal Lily. Ella se me acercó y me preguntó si te conozco. Obviamente le dije que sí. Pero ella no cree que eres...
-Está bien, ya entendí. Lo sabrás todo, Boris. Por eso mismo te pedí tiempo. Ella es otra muchacha que no me deja tranquilo. Quiero solucionarlo para que podamos tener una relación firme y duradera.
-Es lo más tierno que te he escuchado decir, Darwin.
-Aunque es cierto, Boris. No sólo lo digo para enamorarte, sino porque me gusta llevar todo de manera ordenada. Boris y Darwin se dieron un beso corto ahí de pie, sin importar las miradas de los demás.
Luego del beso, Darwin recibió una llamada.
-Debo contestar. Hablamos luego.
Darwin se alejó y contestó la llamada. Boris recibió un mensaje de Austin:
-"Ven a la terraza, Boris. Alguien quiere conversar contigo.
" - ¿Quién es? "
"-Ya lo sabrás"
Boris sentía gran curiosidad e intriga por saber de quién se trataba.
Subió las escaleras, empujando a algunas personas en el camino, y al llegar a la terraza, vio a Denis de pie junto a una chica.
—Boris, ella es Ailyn, una amiga —dijo Denis con una media sonrisa, aunque su mirada parecía distraída—. Les dejo para que hablen. Yo tengo que encontrar a Gino.
Antes de que Boris pudiera preguntar más, Denis se marchó, dejándolos solos. Ailyn lo miró con una mezcla de nerviosismo y determinación.
—Hola, Boris —dijo ella, jugando con la orilla de su vestido.
Boris le devolvió el saludo, aún sin entender por qué estaba ahí.
—No sé cómo empezar esto, pero... tenía que decírtelo —Ailyn tomó aire, mirándolo fijamente—. Me gustas, Boris. Me gustas desde hace tiempo, pero nunca me atreví a decírtelo hasta hoy.
Boris sintió un nudo en el estómago. No esperaba aquello, y menos en ese momento.
—Ailyn, yo… no sé qué decir.
—No digas nada si no sientes lo mismo —interrumpió ella rápidamente—. Solo quería que lo supieras.
Boris bajó la mirada, sintiéndose culpable.
—No puedo corresponderte. Mi corazón ya le pertenece a otra persona.
El rostro de Ailyn se ensombreció por un instante, pero intentó mantener la compostura. Sin embargo, entre la emoción del momento y el alcohol en su sistema, comenzó a tambalearse. Boris reaccionó rápido, sosteniéndola del brazo.
—¿Estás bien? —preguntó preocupado.
—Creo que… bebí más de la cuenta —murmuró ella, llevándose una mano a la cabeza.
Boris no lo pensó dos veces. La ayudó a caminar hasta una de las habitaciones cercanas y la recostó en la cama para que descansara un poco. Pero en medio de la cercanía, los efectos del alcohol y la vulnerabilidad del momento, ocurrió un desliz. Un momento de pasión breve y confuso.
Boris se apartó de golpe, su respiración agitada.
—Esto no debió pasar… —susurró, sintiendo una ola de culpa recorrerlo.
Ailyn solo lo miró en silencio, sin saber qué decir.
Mientras tanto, Darwin había estado buscando a Boris. Pero en su camino, se encontró con Lily, quien estaba claramente mareada y tambaleándose.
—Darwin… no me siento bien —balbuceó ella, aferrándose a su brazo.
—Vamos, te llevaré a un cuarto para que descanses —dijo él con un suspiro.
La llevó hasta otra habitación y la ayudó a recostarse, pero cuando quiso marcharse, Lily lo tomó de la mano.
—No te vayas todavía…
Darwin dudó. La situación era complicada, y aunque él ya había decidido que lo de ellos se había acabado, no pudo evitar dejarse llevar por el momento. Un último error antes del cierre definitivo.
Editado: 28.02.2025