Conflictos En La Narrativa

13

El cálido día siguiente sus jornadas volvieron a coincidir, por lo que mientras Mara y Joel recibían un autobús lleno de turistas que hacia allí una parada de visita, ambos compartían ideas. Sobre todo él, que le comentaba la importancia de formar primero una buena estructura antes de hacer una historia.

—Lo de ser escritor de brújula puede ser entretenido —Le decía a ella cuando los turistas se distraían escuchando sobre el proceso de la fabricación del queso—, pero la verdad es que no puedes hacer algo profesional con esa estrategia.

—¿Entonces debo planear todo?

—Debes tener muy claro lo importante —aseguró—, lo necesario para tu historia específica, de todos modos hay lugar para la improvisación, pero si lo haces luego tienes que asegurarte que todo tenga coherencia, en todos los aspectos, por eso es mejor hacerlo dentro de lo que cabe en el propio esquema, y no mientras se redacta.

Ella ahora si estaba abierta a toda clase de retroalimentaciones, se mentalizo al fin a que, eran solo eso, opiniones de otra persona, y que de todos modos, ella sería quien elegiría si seguir o no. Otro consejo que dio él fue acerca del tema, desde su punto de vista, era lo más importante, pues con eso defines.

—El escenario… —Ahora se encontraban llevando un balde de leche cada uno—, los personajes, las conclusiones, las escenas importantes, y todo en base a un solo hilo conductor.

—No lo había pensado tanto así ¿Ahora crees que si pueda ganar?

—Aun no —dijo sin pensar—, pero eso el tiempo lo dirá.

Algo que Mara no sabía es que él, de todos los consejos que le estaba proporcionado en ese día, se guardaba los mejores para sí mismo, e incluso le surgían otros aportes menores, o formas de desarrollar sus tramas, pero al considerar las ideas como herramientas a veces únicas, prefería dejarse algunos ases bajo la manga, o en ese caso, unas palabras en el tintero, o teclas sin presionar.

Ya en su libreta se podrían encontrar pequeños esbozos de su nueva historia, de momento lo que sabía es que uno de los protagonistas seria mujer, sabia artes marciales mixtas y por algunas razón tendría múltiples peleas callejeras. Cuando estaban en la tienda, cada uno en su labor pudo percatarse que, de cierto modo, parte del nuevo personaje se basaba en Mara, cosa que es bastante común, pues no es posible crear alguno nuevo sin tener como base, un principio en ciertos aspectos así sea mínimos de la realidad de quien escribe. Lo que si le llamo la atención es que, ser consciente de eso le daba una ventaja, pues podría jugar con algunos aspectos de aquello en la historia, que de momento estaba sin definir.

Mara también compartía como había sido su proceso de escritura, y sobre cómo ha pensado que es, desde que comenzó a tener el apoyo del escritor, se movía con más soltura, respondía mejor en la tienda, y disfrutaba más del clima, a pesar de que no admita que es Eslater.

—¿Cómo es que sabes tanto de libros? —Le dijo mientras ambos cepillaban una pared algo vieja de atrás del hospedaje con escobas largas, pues luego alguien la pintaría y era necesario quitar restos de la pintura descascarillada anterior—, siempre hablas de cosas muy técnicas no creo que hayas aprendido solo leyendo.

—Pues digamos que he leído de muchas cosas, y en ciertos lados he adquirido esa información —dijo, con ligereza—, me gusta lo que es la narrativa en general, también de comics y de películas, igual no soy ningún especialista del tema, ojalá lo fuera.

—Podrías serlo —Lo volteo a mirar—, ¿No crees? Digo, podrías hacer cursos y eso.

—Sí, es posible pero creer que soy merecedor de esa clase de títulos nunca ha sido mi objetivo —Escucho pasos tras suyo, y al voltear se dio cuenta que era Carlos, que traía dos tachos de pintura azul en cada mano.

—¿Hablaban de eso de la editorial?

—No realmente —dijo Mara, para sorpresa de Joel—, pero está relacionado.

—¿Tú también lo sabes? —Marrecos dejo de cepillar la pared—, del concurso.

—Así es —Empezó a analizar la pared—, desde hace unos días.

—No esperaba que lo supiera tanta gente —Se fijo en Mara—, la verdad creía que pocos...

—Bueno, solo los cuatro —dijo Mara—, no le veo nada de malo.

—No digo que tenga algo de malo —Lo cierto es que, esa clase de cosas se suelen mantener en secreto, por lo menos desde su punto de vista. No está seguro de sí, anunciarlo a otras personas era o una mala idea, o signo de valentía, su experiencia previa en concursos fue lo que le hizo saltar las alarmas pero comprendió que no debía de darle importancia—, solo que, creí que Leire era la única que lo sabía, si es que lo sabía.

—Ah, pues no —aclaró ella—, no es la única, ahora mismo solo los cuatro.

—Yo creo que es genial —dijo Carlos—, una vez iba a participar para un campeonato de fisicoculturismo, pero se me hizo demasiado sacrificio, así que mejor seguí yendo al gimnasio solo por verme bien para mí.

—Es mejor así, buena decisión —Sonrió Joel, de forma leve, y todo el asunto le dio una idea—, creo que también concursare —le dijo a Mara.

—¿En fisicoculturismo? —dijo ella.

—No, en lo de la editorial.

—Ah, eso tiene más sentido.

—Pero ya que te estoy ayudando, necesitare que hagas algo por mí, y que si lo hacemos bien, también te servirá para tu proceso.




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