Capítulo cuatro

Mientras esperaba el metro, le llegó un mensaje, era su jefe, que le decía que la necesitaba en la empresa de inmediato.

Se dirigió hacia la empresa y en su cabeza sólo se repetían aquellas palabras que Enrique le había dicho, “porqué me reclamas, si claramente se ve que te gustó”, estaba frustrada y confundida, con la mirada perdida mirando al vacío...

Estuvo pensando tanto en eso que casi se pasó de la empresa

-Que tonta te ves Cindy, ya deja de pensar en cosas tan absurdas, tómalo como si le hayas hecho un favor a aquel hombre con su madre... – se dijo ella en voz baja, resoplando fastidiada.

Al llegar a la oficina su jefe la estaba esperando, y a su lado está otro hombre, ella se quedó pasmada, mirando a aquel hombre con un gesto de rencor en su mirada, él era el hombre que la había abandonado hace 6 años por otra mujer...

-Que bueno que llega srta. James – dijo su gefe, - pasen a mi oficina ambos por favor, hablaremos más cómodamente ahí...

Aquel hombre sólo miraba a Cindy con arrepentimiento, pero ella no podía olvidar la rabia que le tenía. Y no se dijeron ni una sola palabra, los tres pasaron a la oficina de Arnold.

-Siéntense por favor... – dijo Arnold. – Mira Cindy, te he pedido que vengas porque, aquí el sr. Lucas necesita ayuda, yo le había dicho que lo iba a dejar en manos de algunos de tu colegas, pero él dijo que vino hasta aquí a pedir que tú lo ayudes, así que quería preguntarte si estás de acuerdo en ayudarlo...

Lucas que era el ex novio de Cindy, que como mencioné anteriormente, la había abandonado, sólo estaba en silencio mirando al suelo.

-Dígame sr. Lucas, ¿Por qué requiere únicamente mi ayuda, habiendo tanto personal que podría ayudarlo de la misma manera? – dijo ella mirando la actitud del hombre fijamente,

A lo que el hombre dijo: Te estuve buscando por mucho tiempo, dijo él – Y ahora que por fin te encuentro ¿me tratas de esta forma?

Cindy no podía quitar su rostro serio y lleno de ira, quería propinarle un golpe a ese hombre como cobró de todo lo que le había hecho pasar antes... Pero se mantuvo serena ya que su jefe estaba esperando su respuesta.

-Esta bien, lo ayudaré – dijo ella.

-Me alegra que haya aceptado el trabajo, dijo su jefe.

Ella solo asintió con una sonrisa algo hipócrita, no podía comportarse mal con su jefe, al fin y al cabo él no tenía nada que ver.

-Si me disculpa sr. Stone, quisiera retirarme. – dijo ella amablemente.

-Claro que sí, adelante – le respondió su jefe casi de inmediato.

Volteó a ver a Lucas y sólo le dijo:

-Lo veo mañana a las tres de la tarde en el café que se encuentra aquí frente a la empresa sr. Lucas, hasta luego.

Y al llegar a su casa se preparó algo para comer y luego de acabar su comida se dispuso a ver televisión y de por sí, se quedó dormida...