Conociendo a Enrique

...

-¿Te parece ir por un helado?, así podremos hablar más sobre lo que debes decirle a mi familia – dijo Enrique, mientras colocaba la llave del coche.

 

 

-Está bien, vamos... – dijo Cindy, la sola idea de pensar que conocería a la familia de Enrique le aterraba, si él es así, no quiero ni imaginar como es su familia, pensó.

 

 

Enrique arrancó el coche, en el camino hacia la heladería no se dijeron ni una sola palabra...

 

 

Al llegar al lugar, Enrique le dijo que se pidiera los que ella quisiera, Cindy se pidió el helado más caro del menú, Enrique solo se quedó callado, no quería que Cindy cambiara de opinión y decidiera no ayudarlo...

 

 

-Bien, quisieras ir mañana a buscar un vestido para la celebración? – le dijo él queriendo romper el silencio que había entre ellos, él sabía que se merecía esa actitud tan dura por parte de ella, ya que él también se había comportado así y peor...

 

 

-Claro, me parece perfecto – le respondió ella...

 

 

-Discúlpame si te hice sentir mal con mi anterior comportamiento, yo sé que esa actitud estuvo muy mal de mi parte... – dijo Enrique, esperando que la respuesta de Cindy no sea tan dura.

 

 

Cindy dejó la cucharilla de helado que estaba por meter a su boca, y le dijo: - Te perdonaré con una condición – le dijo ella mirándolo fijamente.

 

 

-Con una condición?, aver explícate. – le dijo Enrique tratando de no sonar molesto.

 

 

-La condición es que aceptes las terapias de ayuda que quiero brindarte... – le respondió Cindy.

 

 

-Ahh, eso. – dijo Enrique. – está bien, si eso es lo que quieres, aceptaré esas terapias que dices...

 

 

Enrique extendió su mano como muestra de que quería hacer las pases para llevar las cosas en paz con ella.

 

 

Cindy también extendió su mano, mostrándole una leve sonrisa...

 

 

Ambos siguieron acabando lo que se habían pedido, y al acabar decidieron retirarse.

 

 

-¿Quisieras ir a tu casa o vamos a la mía? – le dijo él, al ver que Cindy estaba mal interpretando sus palabras le dijo, - no, no pongas esa cara, no es lo que piensas, es sólo para hablar, pero si no quieres ir, yo entenderé...

 

 

Cindy se sonrojó al escucharlo decir eso, por qué tenía que pensar cosas que no son?, Cindy amablemente le dijo que sí, que vayan a su casa de él, Enrique le dijo que Carlos también estaba en casa, y que podían ver televisión para pasar el rato, a Cindy le pareció buena idea, se sentía bien de escuchar decir palabras tan tranquilas por parte de él, es como si su actitud haya cambiado de la nada, ya no tenía nada de gruñón. 

 

 

Sentía que un peso enorme se le quitaba de encima, Enrique era una preocupación muy grande para ella, respiró aliviada...

 

 

Enrique sólo miraba como se dibujaban aquellas expresiones raras en su rostro, y trató de contenerse la risa, se veía tan tierna... Pensó.

 

 

Salieron de ahí y se dirigieron a la casa de Enrique. Y no habían hablado nada de lo que deberían decir el día que irían a la celebración con la familia de Enrique, ninguno de los dos se acordó de ese tema...

 

 



#20764 en Novela romántica
#2589 en Novela contemporánea

En el texto hay: crimen, romance, drama

Editado: 31.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.