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-Enrique, ¿pasa algo? – le preguntó Cindy.

-No, nada, venía a preguntarte si dejarías que te lleve... – dijo Enrique con su respiración agitada por haber corrido un poco...

Cindy aceptó y en el camino hacia la empresa, empezaron a hablar de lo que le dirían a los familiares de Enrique en la celebración, Enrique también le dijo que sería este viernes por la noche. Cindy al escuchar el día que sería pensó en rechazar eso, pero no pudo, pero le comentó a él que ella iba a tener una cena con su madre el mismo día.

Enrique le propuso pagarles una cena para el día siguiente, porque en realidad él necesitaba que Cindy fuera, ya que su madre al ver las anteriores escenas, fue a contarles a todos, y ahora todos los familiares de Enrique querían conocer a su nueva novia.

-Ya sé, llamaré a mi madre y le preguntaré – dijo Cindy algo preocupada, no quería dejar de lado a su madre...

-Aló mamá? Mira, quería preguntarte si podíamos dejar la cena de este viernes para el sábado, es que justo hoy, se me presentó una situación delicada. – dijo Cindy con una voz algo triste, pensando en cómo reaccionaría su madre, tal vez se pondría triste.

Pero no fue así, su madre al terminar el día le preguntaría lo mismo, ya que tenía un montón de trabajos escolares de sus hermanitos pequeños.

Al oírla Cindy se sintió aliviada, no sería tanto el cargo de conciencia...

Entonces, le confirmó a Enrique que lo acompañaría.

Llegaron a la empresa, Cindy se bajó del coche y alzó la mano para despedirse de Enrique mientras el vehículo se alejaba... Ahora debía de juntarse con Lucas, se puso algo tensa, su expresión cambió de inmediato al verlo ahí, sentado, esperándola como siempre puntual.

-Cindy, ya llegaste, toma asiento por favor – dijo él levantándose de inmediato para cederle el asiento...

-Gracias – dijo Cindy.

Lucas estaba nervioso, y Cindy ya lo había notado, pero decidió no darle tanta importancia, entonces Lucas empezó a hablar.

-Sé que te hice mucho daño antes, y lo mismo me pasó a mí, no sabes lo mucho que me costó encontrarte, te busqué mucho, y cuando estuve a punto de rendirme te encontré. Quería pedirte disculpas – dijo él moviendo lentamente su mano intentando agarrar la de Cindy, pero Cindy al notar eso, alejó la mano.

-¿Tú crees que es así de fácil? , pase tantas noches pensando en qué había hecho mal, cuando eras tú el que fallaba. – dijo Cindy molesta.

-Vamos al punto, yo estoy aquí porque no quiero hacerle el desplante a mi jefe, y si no quieres las terapias y lo único que quieres es acercarte a mí, tendré que decirle a mi jefe que te asigne a otra persona, porque en realidad tengo cosas mucho más importantes que hacer... – dijo Cindy, mirándolo con frialdad, como jamás pensó que lo miraría, ella lo amaba mucho...

-No, no, yo sí quiero recibir esas terapias y si ya no quieres que te hable del tema, no lo haré, ten por seguro que esto ya no pasará. – dijo Lucas, con una voz tan triste que hizo que Cindy sintiera lástima por él...

Pero Lucas ya que había dicho que tomaría las terapias sin mencionar si quiera aquel tema, con eso le bastaba.

Ella le dijo que empezarían la terapia al siguiente día, Lucas asintió, Cindy se despidió y fue camino a esperar el metro, que momento tan incómodo, Cindy lo único que quería era ya no estar ni un segundo más al unos centímetros de Lucas, no sabía cómo iba a lidiar con esa incomodidad todos los días, sería algo muy difícil...