Conociendo a Enrique

Capítulo diez

Cuando Cindy salió Enrique se acarició la mejilla que ella le había besado, Carlos lo vió cuando volteó y se quedó viéndolo detenidamente.

 

 

Enrique al percatarse que Carlos lo estaba mirando, frunció los ceños preguntándole que pasaba y porqué lo veía así...

 

 

-Te ves tan enamorado, ¿has pensado en declararle tu amor? – dijo Carlos arqueado su ceja a modo de intriga...

 

 

-Que cosas dices Carlos, claro que no, ¿por qué piensas esas cosas – respondió Enrique volcando la mirada hacia otro lado.

 

 

-Te quedaste atontado cuando ella te dió el beso, yo te ví, a mi no me engañas Enrique, así que empieza a hablar de una vez – reprochó Carlos entrecruzando los brazos.

 

 

-Tienes razón, no te puedo mentir, y la verdad es que sí, en estos últimos días ha estado creciendo mi aprecio por Cindy, y cuando estoy cerca de ella no quiero que se aleje.

 

 

Carlos se quedó boquiabierto ante las palabras de Enrique, él estaba empezando a amar a una mujer nuevamente, algo que no pasaba desde hace ya un buen tiempo.

 

 

Se podía notar que cuando él mencionaba a Cindy sus sentimientos y sus expresiones faciales hablaban con él.

 

 

Carlos empezó a darle algunos consejos para tratar de acercarse más a ella, le dijo que sí la quería tenía que luchar por ella, hacerla sentir que tiene un nuevo amigo, alguien nuevo en quién pueda depositar su confianza.

 

 

Enrique escuchaba atentamente las palabras de Carlos...

 

 

Cindy al llegar a su casa se puso a ordenar todo, luego vió algunos tutoriales para poder peinarse y maquillarse para la ocasión.

 

 

Estaba muy ansiosa, y para pasar el rato pensó en hacer algo de ejercicio, pero volviendo a pensar, no quería ir macurcada a la celebración.

 

 

Así que simplemente decidió en adelantarse haciendo un proyecto para la empresa...

 

 

Estaba tan concentrada y entretenida con lo que estaba haciendo que se olvidó de la hora, ya eran las seis con treinta y cinco, Enrique llegaría pronto. Se metió de inmediato a la ducha para darse un baño.

 

 

Al salir del la ducha sonó su puerta, se fijó nuevamente la hora, ya eran las siete en punto de la noche, debe ser Enrique, que puntual, pensó.

 

 

Al abrir la puerta ahí estaba él, el encantador Enrique, vistiendo un traje negro, bien lizo, él traía una rosa en la mano y al verla, la saludó y le entregó la rosa.

 

 

Cindy correspondió al saludo y lo invitó a pasar, ella recién iba a vestirse, así que tardaría un poco, Enrique se quedó viéndola cubierta con la toalla dirigiéndose a su habitación.

 

 

Cuando Cindy salió se veía espectacular, Enrique cuando la vió se quedó sin palabras, el vestido con los tacones combinaban a la perfección con el color de su piel.

 

 

Entonces Cindy volvió a entrar a su habitación, se estaba tardando demasiado, Enrique ya comenzaba a perder la paciencia de a poco, no le gustaba llegar tarde a ningún lugar, entonces se dirigió a la habitación de Cindy y la vió maquillandose y al ver que tardaría mucho, le dijo que él le pagaría el salón de belleza, que no se preocupara de eso.

 

 

Y dicho ésto, ambos se marcharon, al salir hacia donde estaba el coche, salieron las vecinas de Cindy, esas mujeres que suelen ser molestas por el simple hecho de meterse en lo que no les incumbe.

 

 

Se quedaron viéndolos, Enrique le abrió la puerta del coche como todo un caballero, las vecinas se quedaron boquiabiertas, con la actitud tan buena de aquel simpático hombre.

 

 

Y se quedaron ahí, viendo como el auto arrancaba y se alejaba poco a poco.



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En el texto hay: crimen, romance, drama

Editado: 31.01.2023

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