Al salir Cindy del baño, Enrique la miró boquiabierto y con los ojos a punto de salirse, la ropa de quedaba ajustada, sus senos se le notaban y ni que decir del los shorts, Cindy notó de inmediato que Enrique se había puesto nervioso y para incomodarlo más, le preguntó:
-¿Te gusta lo que ves?, le dijo con una voz sensual que dejó sonrojado a Enrique.
Enrique volviendo de su trance le respondió con el ceño fruncido: - De qué hablas, claro que no, pero no voy a negar que después de todo esa ropa te queda bien…
Cindy se ele acercó lentamente hasta estar junto enfrente de él, notaba que se puso aún más nervioso, y él sentía que el corazón le iba a estallar, sentía sus latidos a 100 km/h.
Él se levantó de un salto y agarró a Cindy por los hombros y la arrojó a la cama, y al estar encima de ella sosteniendole amabas manos, la miró fijamente y en su rostro vió algo de miedo,
-¿Qué haces? – le dijo Cindy confundida
-Te acercas a mí de esa manera, con esa ropa, qué esperabas?, no soy de piedra. – dijo Enrique algo fastidiado.
En ese momento soltó a Cindy de los brazos y se levantó y se dirigió a la puerta,
-¿A dónde vas? – le preguntó Cindy.
-Iré a tomar algo de aire, tu duérmete en la cama, yo al volver me daré un baño y dormiré en el sofá – dijo Enrique y luego se retiró.
Cindy se acostó y se tapó con la sábana, se quedó pensando en lo que había pasado por una media hora, y de ahí por el cansancio se quedó dormida.
Mientras tanto Enrique, estaba sentado en las grandes escaleras de la mansión, pensando también en lo sucedido hace unos minutos atrás.
Su hermano lo encontró ahí sentado, pensativo, se quedaron conversando, su hermano le estaba contando un problema que tuvo hace dos semanas en el extranjero, Enrique le dió su punto de vista, rieron un poco, y luego su hermano le dijo que tal vez era mejor ir a descansar.
Ambos se dirigieron a sus habitaciones, Enrique a entrar en la suya, vió a Cindy dormida.
Con ese rostro tan tierno, le dió una leve caricia en el cabello, la miró con dulzura por un par de minutos y luego se fue a la ducha para darse un baño.
Cindy lo sintió todo, al escuchar que Enrique cerró la puerta del baño, volcó mirando hacia ese lado, estaba más confundida, ella no pensaba las cosas se darían de esa manera, ella sólo estaba jugando, no pensó que Enrique reaccionaría de esa forma como lo hizo.
Luego se quedó dormida nuevamente, de ahí no supo que más pasó.