Elena lo miró con mucha tristeza, ya no podía hacer nada para recuperar a Enrique lo único que podía hacer era apoyarlo en su nueva relación...
Cindy estaba de camino a su casa y al llegar vió a su hermano afuera de su apartamento esperándola, Manuel tenía felicidad en su rostro, sin duda traía buenas noticias.
Cindy lo saludó dándole un beso en la mejilla, y lo invitó a pasar,
-Que te trae por aquí hermanito – dijo Cindy mientras ambos entraban al apartamento.
-Tengo, tengo una noticia que te va a encantar Cindy... – dijo aún con su gran sonrisa en su rostro.
-Aver dime, que es lo que sucede? – dijo Cindy...
-Cómo te dije, yo amo mucho a Camila y este tiempo ya ha sido suficiente como para que me dé cuenta de que ella es la persona con la que quiero estar el resto de mi vida, y vine aquí a decírtelo porque tú sabes que yo siempre te cuento las cosas a ti antes de decírselas a nuestros padres... – dijo esperando a la respuesta que le daría Cindy, ella sabía que lo que decía era cierto siempre era ella la primera persona en saber los planes de su hermano, pero al escuchar la noticia se quedó viéndolo, con los ojos sobresaltado.
No era mala la idea de que tomara la decisión de convertir en su esposa a aquella mujer que pareciera ser buena persona, pero era muy precipitada la idea, tal vez se deberían conocer un poco más...
Cindy tomó aire y dijo:
-A mi me parece una buena idea, pero... – Ese pero, hizo que Manuel de inmediato cambiara su expresión facial, se puso pálido. – Pero deberían darse el tiempo de conocerse mejor, y no es porque yo no quiera que te cases, sabes que si tú eres feliz yo también lo soy... – al acabar de decir eso, Cindy se acercó a su hermano y lo abrazó.
-Tal vez tengas razón... – dijo él algo desanimado – hablaré con Camila, para serte sincero, ella me dijo lo mismo que tú, pero igual, necesitaba tu opinión hermana – dijo Manuel ya más tranquilo.
Cindy tenía razón aquella chica era justa, le haría bien a su hermano tener una mujer así a su lado, no como sus ex novias... Pensó Cindy.
Al terminar aquella conversación Cindy le dijo a Manuel que tenía que atender a un paciente, su hermano dijo que la acompañaría hasta donde tuviera que ir y que luego se iría, Cindy asintió con una sonrisa y se fue a alistar para salir.
Al llegar a la cafetería dónde Cindy le daba las terapias a Lucas, mientras Manuel se despedía de Cindy vió a Lucas allí sentado, saludándolo tranquilamente...
Manuel soltó de inmediato a su hermana.
-¿Qué hace ese idiota aquí? – dijo frustrado y apretando puños, Cindy volteó y dijo...
-Ah si, me olvidé de decirte que Lucas es mi paciente – Manuel miró con los ojos sobresaltados a Cindy, eso tenía que ser una broma, su hermana tendría que haber perdido el juicio...
-¿Qué?, ¿Estas hablando en serio?, ¿Acaso te has vuelto loca Cindy, se te olvidó lo que te hizo? – reprochó Manuel con los ceños fruncidos, estaba furioso.
-Lo sé Manuel, no hace falta que me lo vuelvas a recordar, - Manuel la miró confundido, esperaba más explicaciones... – pero no puedo hacer nada, él volvió y me buscó en el trabajo y a pedido del mismo Lucas mi jefe me lo asignó. Créeme yo no estuve de acuerdo pero es mi trabajo Manuel, no hay nada que yo pueda hacer... Dijo dejando salir un suspiro desauciado.
Manuel la volvió a abrazar y le dijo en voz baja:
-No caigas de nuevo hermanita, te quiero – dicho esto Manuel dejó de abrazarla y se fue.
Cindy se quedó viendo a su hermano, la había consternado sus últimas palabras “no caigas de nuevo”, “no caigas de nuevo”, se le repetían una y otra vez esas palabras en su cabeza, ella sabía muy bien que eso iba a ser imposible, ella ya no era la misma, había cambiado.