Capítulo veinte

Cuando Carlos volteó vió a Cindy abrazando a Enrique que aún estaba dormido, él los miró con ternura, Cindy de verdad era una buena persona y quería mucho a Enrique.

Carlos le dijo a Cindy que se retiraría, ella asintió, Carlos se fue y ella se quedó dormida junto a Enrique…

Pasaron un par de horas y Enrique despertó, vió a Cindy a su lado abrazándolo, él aún estaba algo mareado el alcohol aún no se le había pasado, él se movió un poco del lugar en donde estaba, para besar a Cindy, besó sus cálidos labios en aquella tarde lluviosa, la besó muy apasionadamente como si desde hace tiempo no la haya visto.

Al sentir el beso Cindy se levantó de inmediato, miró a Enrique con una sonrisa, su aliento de él olía a alcohol pero esto no pareció importarle mucho y lo besó nuevamente.

Ya habían pasado como tres meses desde que terminaron con las terapias, el amor entre ambos había crecido cada día más…

Enrique la tomó por los hombros y la miró fijamente, Cindy también se quedó viéndolo, esperando a que Enrique le dijera algo.

Luego de unos cuantos segundos Enrique dijo,

-Sabes que te dije que jamás te forzaria a hacer algo que tu no quieras, pero hoy quiero que pases la noche conmigo – dijo Enrique viendo a Cindy a los ojos. – me refiero a que quiero hacer el amor contigo, terminó.

Cindy sobresaltó los ojos, no sabía si estaba preparada para ese paso, ella jamás lo había hecho y temía no parecerle lo suficiente a Enrique.

Él la miraba ansioso esperando a que la respuesta no fuera un No.

Ella lo abrazó y él la abrazó también, luego Enrique empezó a besarle el cuello, luego la boca después de unos minutos ya la tenía acostada en el sofá y él sobre ella aún besándola.

Luego se levantó y la alzó en sus brazos para llevarla a su habitación, Cindy ya no podía frenarlo, ella igual quería que pase…

Ella sólo se dejó llevar por su instinto.

Estuvieron un par de horas en la habitación a puertas cerradas, por si a alguien se le ocurría entrar sin permiso como solía pasar algunas veces.

Para la suerte de ambos, nadie los interrumpió.

Cuando terminaron ambos estaban agotados, ambos disfrutaron el acto, pero no se dijeron ni una sola palabra, se miraban sonrientes.

Los dos tenían a respiración agitada.

Cindy se acercó más a Enrique para que él la tuviera en sus brazos. Él la abrazó y ella después de unos minutos se quedó dormida, él se quedó viendo al techo, pensando en lo que había pasado hace unos pocos minutos y sonrió.

Mientras tanto Elena le hizo muchas llamadas a Enrique, pero él había puesto su móvil en silencio, él no quería y no iba a permitir que nadie los interrumpiera.

Cindy dormía profundamente y no se percató que Enrique se levantó, con mucho cuidado para que ella no se percatara, ella despertó unos minutos después, y buscó a Enrique con la mirada pero él ño estaba.

Se quedó ahí acostada por unos momentos más, “debe ser que está en la sala viendo algo de televisión”, pensó.

En eso escuchó el golpe de la puerta principal, se asustó un poco, por ahí era Carlos y si entraba a la habitación la iba a ver mal posicionada, esto último él dio mucha risa, tomó su ropa que estaba regada por el suelo y se metió al baño de inmediato.

El que acababa de llegar era Enrique, quien había ido por algo de comida para cuando Cindy despertara no se preocupara por eso….