-¿Quién te crees para tratar de esa forma a Cindy?! – preguntó Enrique tratando de mantener la calma y no golpear a Lucas.
En cambio Lucas lo miraba buslesco, no se le notaba el remordimiento, esto enfureció mucho más a Enrique, pero en caso de una pelea sin querer desprestigiar a Enrique, Lucas ganaría, tenía unos bíceps bien formados y Enrique también los tenía pero no tan bien trabajados como los de Lucas…
-Vámonos querida – le dijo Enrique a Cindy.
Cindy asintió y caminó lentamente con la ayuda de Enrique hacia la puerta del taxi.
Él abrió la puerta y Cindy subió, luego Enrique rodeó el taxi para subir también y al estar dentro, le dijo al conductor que arrancara.
Pasaron por un lado del coche de Lucas y él estaba ahí, parado, viéndolos con esa sonrisa burlesca.
Enrique tenía por seguro que esa no sería la única y última vez que trataría de hacerle algo así a Cindy, seguramente haría algo más.
Fueron hacia la casa de Enrique, Cindy estuvo de acuerdo en ir, y al llegar él la ayudó a bajar de taxi, Cindy estaba muy triste y apenada por lo que había sucedido unos minutos antes…
Al estar dentro de la casa, Cindy se sentó en el sofá y Enrique junto a ella,
-Si estás muy cansada puedes descansar tranquila, si deseas ve a mi habitación, yo te prepararé algún té para que te sientas mejor. – le dijo Enrique mostrándole una leve sonrisa…
-Muchas gracias – respondió ella mientras se ponía de pie para ir hacia la habitación
En todo el tiempo que habían pasado juntos, Enrique jamás habia visto tan deprimida a Cindy, ya que ella siempre demostró ser una mujer fuerte.
De pronto salió de la nada Carlos, asustando a Enrique y soltando una carcajada.
-Carlos, pensé que no estabas aquí, por favor basta, no estoy para tus juegos – reprochó Enrique levantándose para ir a la cocina.
Carlos lo miró desconcertado.
-¿Pasó algo? – preguntó intrigado mientras seguía a Enrique lentamente.
-Hoy el cobarde de el ex de Cindy quizo llevársela a la fuerza, por suerte yo estaba ahí, no sabes las ganas que tenía de propinarle un golpe, pero Cindy estaba muy asustada y le sugerí venir para acá de inmediato, sé que ese tipo no la dejará en paz y puede que dé también con su ubicación – respondió Enrique, dando a entender que no dejaría que Cindy vuelva sola a su apartamento.
La expresión de Carlos cambió de estar feliz a estar enojado y preocupado al igual que Enrique, él en el lugar de Enrique no haya sido tan pasivo, “yo lo hubiera hecho puré a golpes”, pensó.
-Y… Cindy?, ¿dónde está ahora? – preguntó arqueando las cejas.
-Le dije que descansara un poco, está en mi habitación – respondió Enrique.
-Okay, está perfecto – respondió Carlos casi al instante.
Enrique asintió.
De repente sonó un móvil era el de Cindy, lo había dejado en su bolso, Carlos no quería ser intrometido pero Cindy en esos momentos estaba descansando, al ver la pantalla vió el nombre “Lucas”, fue a donde estaba Enrique y le preguntó si Lucas era ese tipejo a lo que Enrique respondió que sí, “ahora verá”, reprochó Carlos y contestó la llamada…
-¿Qué es lo que quieres desgraciado?! – le preguntó Carlos muy molesto - ¿Crees que Cindy está sola? Ah? Pues no es así, si te atreves a ponerle una mano encima de nuevo, te juro que yo mismo te mataré.
Del otro lado de la línea se escuchó una carcajada, esto molestó mucho más a Carlos.
-No tienes porqué meterte en asuntos que no son de tu incumbencia, y si llegas a hacerme algo, es mejor que te cuides la espalda, no vaya a ser que tengas un accidente inesperado… - respondió Lucas soltanto otra carcajada.
Carlos sobresaltó los ojos.
-Jaja, ¿crees que vas a intimidarme?, estás muy equivocado con eso. – respondió y colgó.
Volteó a ver a Enrique y este esperaba que Carlos le dijera lo que Lucas le había dicho.
-¿Y?...¿Qué te dijo? – preguntó Enrique…
-Dijo que si yo le llegaba a hacer algo a él, yo tendría que cuidarme la espalda, ya que no vaya a ser que tenga un accidente inesperado… - respondió. – Me parece que este tipo es peligroso y está obsesionado con Cindy deben de tener mucho cuidado con él.
La preocupación de Enrique iba incrementando cada vez más, definitivamente tenía que hacer algo para proteger a Cindy de alguna manera.
En ese momento se le ocurrió una idea, y miró fijamente a Carlos.
-Tú me dijiste que estabas sin empleo, ¿verdad? – preguntó Enrique, Carlos asintió. – te tengo una propuesta…
-¿Qué me dirías si te digo que te pagaré para que seas el guardaespaldas de Cindy? – preguntó, Carlos lo miró e hizo un gesto dando a entender que la idea de Enrique no estaba nada mal.
Carlos se encontraba en muy buena forma, él estaba perfecto para ese trabajo.
-Sabes que yo lo haría con gusto, aunque no me pagaras, Cindy me cae muy bien, claro que acepto. – respondió Carlos extentediendo su mano a modo de trato.
-Gracias, de verdad te lo agradezco – respondió Enrique estrechando su mano con la de Carlos.
Enrique le comentó a Carlos que esto no lo tenía que saber Cindy, ya que su le decían ella diría que no, y que tenía que estar viéndola desde una distancia considerable para que ella no se diera cuenta, ya que es por su bien, Carlos asintió, él no diría nada….