Conociendo a Enrique

Capítulo veintiséis

Estaba ella tomando aire fresco, ya que estaban en temporada de verano y hacía mucho calor...

 

 

 

Como la habitación de Enrique daba la vista hacia la parte donde se encontraba el jardín, vió que el hermano de Enrique había salido hablando por teléfono, aparentemente protestaba de algo con la persona en la línea.

 

 

-¿y ahora qué quieres?, ya no haré nada más de lo que tú me digas, ahora estás sola, ya no te apoyaré en tus planes, mi padre y Enrique no se merecen que tu les hayas hecho esto, tú deberías de estar aquí. – dijo Adam.

 

 

Al principio Cindy pensó que estaba discutiendo con alguna mujer por querer tomar poder sobre él, pero no era así, él hablaba con su mamá.

 

 

-Madre no quiero llegar al punto de decirles a mi padre y hermano lo que vi aquella noche, por favor, no me presiones. – dijo por último y colgó el móvil.

 

 

Al voltear Adam vió a Cindy, pero ella se hizo la distraída, como si no hubiera escuchado nada,

 

 

-Ay, hola Adam, pensé que ya estabas dormido – dijo ella mientras levantaba su brazo saludándolo.

 

 

Él sólo sonreía, temía que ella hubiera escuchado algo, él hablaba muy fuerte, así que no había manera de que no lo hubiera oído.

 

 

-No, me llamó mi otra madre, o sea mi novia, que cree que puede manejarme a su antojo – dijo él mientras sonreía incómodo, luego levantó su mano y se despidió de Cindy.

 

 

 

Ella se quedó por unos minutos más ahí, pensando intrigada en, qué podría estar pasando en esa familia, pero por como. Adam, era algo grave.

 

 

Luego de unos minutos salió Enrique de la ducha y la vió a Cindy metida en sus pensamientos, ella ni notó que él había salido del baño...

 

 

-Querida?, está todo bien? – preguntó Enrique, pero ella no le respondió... – CINDY? – dijo en un tono más elevado.

 

 

-Oh, Enrique, disculpa no te había escuchado, pasó algo? – dijo ella.

 

 

-No, nada pero... Tú, estás bien? – preguntó él.

 

 

-Si... Estoy bien, pero ya sabes, salimos y estoy cansada. – respondió.

 

 

-Si deceas ya puedes bañarte, te hará bien un baño – le dijo sonriente.

 

 

-Tienes razón – dijo ella caminando hacia el baño.

Enrique la estaba esperando acostado, ella salió después de unos minutos y caminó hacia el otro lado de la cama.

 

 

Ella se acostó sobre su hombro, mientras él la abrazaba y le acariciaba su cabello húmedo.

 

 

Luego de un par de minutos ambos se habían quedado dormidos...

 

 

(...)

 

 

A la mañana siguiente Cindy levantó un poco tarde, y Enrique ya había despertado, pero no se encontraba en la habitación, “seguro ya debe de estar con su padre abajo”, pensó.

 

 

Se cambió la ropa, pero no sin antes darse un baño.

 

 

Estaba bajando y escuchó la voz de una mujer protestando, cuando se acercó un poco más, vió que era la madre de Enrique que ya había llegado de su viaje...

 

 

Apenas la vió, Cindy ya quería irse de ahí.

La mujer la vió y la miró con desagrado OTRA VEZ,

 

 

-Bu... Buenos días... – dijo Cindy sonriendo incómoda...

 

 

La mujer le respondió muy cortante.

-Buen día.

 

 

Y se volteó y siguió en los asuntos que estaba hablando con su esposo e hijos.

 

 

El sr. Colin (padre de Enrique), Enrique y Adam respondieron a su saludo amablemente y con una sonrisa en sus rostros.

 

 

-Vengan todos a desayunar, que si no esto se enfría, los dejé apenas por unos días y todo lo que estaba en la nevera se me estuvo a punto de desperdiciar, seguramente se la pasaron en los restaurantes, conociendolos... Ustedes jamás cocinan. – seguía protestando Olivia (sra. Díez).

 

 

Todos se acercaron rápidamente a la mesa para que ella no siguiera renegando, Enrique le hizo una seña apuntandole a una silla, Cindy se acercó y él le abrió espacio con la silla.

 

 

-Gracias cariño – le dijo ella mientras le daba un bejo en la mejilla.

 

 

-De nada – le respondió él sonriendole.

 

 

La madre los miraba con fastidio desde su asiento, pero esto no pareció importarle en absoluto a Cindy, lo que pasaba era que Cindy ya ni la miraba, estaba ya cansada de esas miradas, así que prefería evitarlas.

 

 

Enrique y Adam se sentaron juntos frente a Cindy y la sra. Díez a su lado, esto incomodaba más a Cindy, pero ella no podía hacer nada.

 

 

Dió un bocado a su comida y miró a Enrique, y al verlos ahí a los dos juntos notó que Adam era casi identico a su padre, en cambio Enrique no se parecía mucho a él, sólo tenía pequeños rasgos que lo asemejaban a su madre.

 

 

Adam y Enrique eran algo diferentes, Enrique tenía el cabello castaño y Adam lo tenía un poco rubio.

 

 

Pero bueno, aveces los hermanos no son iguales en algunos aspectos, así que Cindy ya no le dió mucha importancia a eso y siguió comiendo...



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En el texto hay: crimen, romance, drama

Editado: 31.01.2023

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