Conociendo a Enrique

...

Luego de desayunar Enrique se levantó de la mesa, la sra. Díez no dejaba de verla con desagrado, esto puso demasiado incómoda a Cindy y cuando ella se levantó para ir hacia la cocina, esperó a que Enrique saliera de ahí para entrar.

 

 

Estaba Olivia ahí, lavando los trastes que quedaban sucios, Cindy sacó valor de donde pudo para decirle lo que hasta ese momento se había atrevido a decirle...

 

 

-Sra Díez, disculpe que la agarré de esta manera, pero necesito que hablemos – le dijo ella mirando cada uno de sus movimientos faciales.

 

 

-¿De qué hablas niña?, yo no tengo nada que hablar contigo – respondió Olivia.

 

 

-Claro que sí, déjeme decirle que no me parece justo que usted siempre me esté mirando de la manera en que lo hace, ¿usted cree que eso no es incómodo?, no sé qué pudo haberle pasado a usted o como fue su vida, pero déjeme decirle que usted es demasiado fría, y a lo que yo recuerdo no le he hecho ningún daño. – hizo una pausa Cindy para tomar algo de aire, Olivia estaba boquiabierta, no se esperaba que Cindy reaccionara a sus miradas de frustración, pero al parecer se había equivocado.

 

 

-Deja de decir tonterías – reprochó Olivia para no quedar mal frente a Cindy.

 

 

-¿Tonterías?, por Dios! – dijo Cindy con ironía – se está comportando como una niña caprichosa, pero no le voy a dar el gusto, yo sé que usted me mira mal porque usted deseaba que Enrique se comprometiera con esa muchacha... Leslie. – terminó de decir, Olivia sobresaltó los ojos, a ella le parecía un locura lo que decía, pero sabía que Cindy tenía toda la razón.

 

-Si lo que desea es intimidarme, no lo va a lograr, yo no soy una mala persona, y tal vez no tenga mucho dinero, pero amo mucho a Enrique y no me va a importar... Bueno, de hecho, no nos importa lo que los demás digan. – dijo Cindy mientras volvía al comedor.

 

 

Olivia aparentaba ser la señora de señoras, pero nadie le había puesto un freno jamás, y en esa ocasión Cindy la dejó sin palabras, conmocionada.

 

 

Desde ese momento ella cambiaría, no de forma drástica, pero cambiaría de a poco su actitud hacia Cindy.

 

 

Cindy por otro lado, se sentía algo apenada por haberle dicho eso de esa manera tan fuerte, pero también se sentía tranquila, ya que tenía que sacar de alguna manera esa presión que la hacía sentir la sra. Díez.

 

 

Olivia volvió de la cocina y no se atrevió a mirarla a los ojos, cada vez que Cindy la miraba ella desviaba la mirada, pareciera que Cindy la intimidaba, pero esa no era la intención de Cindy, su propósito era que Olivia no la viera como algo que Enrique no merecía.

 

 

-¿Te pasa algo? – le preguntó Adam a su madre, a lo que ella frunció el seño mientras meneaba la cabeza de un lado al otro como diciéndole “No”.

 

 

Si Cindy no se había dejado intimidar con Enrique al principio, mucho menos se dejaría intimidar por su madre ahora, claro que no, eso ya sería inaceptable para ella...

 

 

Terminaron de desayunar y Enrique dijo que él y Cindy estarían en el jardín, a lo que todos asintieron, incluyendo a Olivia.

 

 

Enrique llevó de la mano a Cindy hasta el jardín, que se encontraba en perfecto estado, muy bien cuidado.

 

 

Se sentaron en los baquitos que allí se encontraban, y se quedaron platicando un par de minutos.

 

 

Hasta que llegó Adam, junto con Carlos, ambos traían unos vasos con jugo.

 

 

-Qué bonita está la mañana, ¿no les parece? – dijo Carlos con los ánimos elevados.

 

 

-Cierto – le respondió Adam - ¿no les molesta que los acompañemos un momento, par de tortolos? – preguntó.

 

 

-Claro que no hermano, ven aquí – respondió Enrique, señalando le que se sentara a su lado.

 

 

Adam estaba mirando mucho a Cindy, Enrique no lo notó, pero Carlos sí, y la actitud de Adam no le gustó para nada.

 

 

Cindy también pudo notar su penetrante mirada, y estaba incómoda con eso, así que dijo que llevaría los vasos a la cocina, a lo que rápidamente Carlos le dijo que la ayudaría, fregando los planes de Adam, que también pensaba ofrecerle ayuda.

 

 

Caminaron por el amplio jardín mientras Enrique y su hermano se quedaban ahí sentados, platicando.

 

 

Cómo Carlos no se guardaba nada, tenía que advertir a Cindy sobre la actitud que demostraba Adam...

 



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En el texto hay: crimen, romance, drama

Editado: 31.01.2023

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