Capítulo 7.

—Te digo Stefh, solo llama y di que no iras. —Vicky estaba tratando de convencerme de no ir al trabajo y quedarme en casa con ella.

Solo unas horas habían pasado desde que Oliver se marchó, en cuanto tuve la fuerza suficiente, llamé a Vicky y ella se apresuró a venir a mi rescate. Por suerte para mí, ella no dijo 'Te lo dije' una y otra vez. solo se sentó a mi lado y me permitió llorar entre sus brazos con libertad.

Puse los ojos en blanco y continué preparándome, ignorando sus palabras, quedarme en casa no era una opción y no me haría bien, solo traería a mi mente recuerdos dolorosos de lo sucedido

—Stefh…— negué con la cabeza silenciandola y me senté en el suelo para atarme los zapatos.

—Vicks, no puedo— Dejé caer mis manos en mi regazo, golpeándome la parte superior de los muslos en el proceso —Si me quedo en casa todo lo que voy a hacer es recordar y deprimirme, necesito mantenerme distraída.

Me levanté del suelo, finalmente terminé de maquillarme y recogí mi cabello en un moño alto. 

—Está bien— Vicky saltó sobre la cama, cayendo sobre ella con los brazos y las piernas extendidos en señal de derrota —pero esta noche haremos una noche de chicas— giró la cabeza para mirarme, probablemente esperando ver una expresión agradable en mi rostro. 

—Eso suena como una excelente idea— me di la vuelta y me dejé caer sobre ella, envolviéndola en un abrazo —gracias Vicky, no sabria que seria de mi sin ti— dejé escapar un gran suspiro, sabiendo lo afortunada que era de tenerla a mi lado.

—No es nada hermosa, para qué más son las mejores amigas—, me dio un beso en la mejilla antes de que me levantara y me dirigiera a la cocina por mi taza de café habitual.

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—¿Ya regresaste del almuerzo?— Drew me miró por encima del hombro mientras yo dejaba mis cosas en mi casillero en la parte de atrás.

—Sí, No tengo mucho apetito, además, siento que me fui por horas— Dejé escapar una sonrisa falsa, en ese momento no era capaz de sentir nada genuino más que dolor.

Me dirigí a mi computadora y volví a ingresar al sistema para empezar mi segundo round de trabajo, afortunadamente, se estaba moviendo lento y no había mucho que hacer. 

—Oye, me olvidé de decirte— gire mi rostro dejando mi trabajo de lado, —Ese tipo que llegó el lunes antes de la hora de cierre...

—Sí..?— Lo insté a continuar mientras desviaba la vista a la computadora de nuevo, sabía exactamente de quién estaba hablando y comenzaba a tener mucha curiosidad.

—Llegó ayer después de que te fuiste — aparté la mirada de mi computadora nuevamente, y me gire en su dirección levantando las cejas, —Preguntó por ti, pero cuando le dije que acababas de irte, se fue— Se encogió de hombros y siguió haciendo lo que fuera. era lo que estaba haciendo en su computadora.

«¿Me pregunto si necesitaba algo?» Mi mente comenzó a divagar mientras trataba de distraerme con el trabajo, tratando de evitar el dolor que sentía en mi corazón.

—Por supuesto, es un placer— sonreí de forma falsa mientras ayudaba a los clientes frente a mi.

Termine de introducir la información que me dictaban, analizando y explicando a la pareja que las tasas y demás que se cobraron al solicitar el servicio que necesitaban. Pude escuchar claramente cuando la puerta de nuestra zona fue abierta, solo significaba una cosa, un nuevo cliente había llegado.

—Puedo ayudarte, hombre—, Drew se ofreció amablemente a atender al cliente que acababa de entrar.

—Está bien hombre, esperaré a Stefhany— mi cabeza se levantó de golpe de mi computadora para ver quién había hablado

Sus ojos color avellana se clavaron en los míos, una sonrisa apareció en su rostro cuando se dio cuenta de que finalmente había captado mi atención. 

—Estaré contigo en un segundo — le devolví la sonrisa, deseando tener lindos hoyuelos como él. —¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?— Le pregunté a la pareja, esperando que dijeran que no para poder hablar con Patrick nuevamente.

—Eso fue todo, gracias cariño— respondió amablemente la mujer, dándome una gran sonrisa antes de agarrar sus cosas y salir del banco de la mano con su esposo.

Pude sentir sus ojos en mí mientras me despedía de aquellos clientes, actuando como si no lo hubiera notado caminar hacia el mostrador.

—Hola Stefhany—, sonrió mientras se apoyaba en el respaldo de la silla dejando que sus músculos se marcaran.

—Hola Patrick— casi evité mirarlo directamente, sus ojos tenían una forma de bloquearme en el lugar y hacerme olvidar lo que estaba haciendo —¿qué te trae por aquí?— finalmente me rendí y conecté mis ojos a los suyos.

—Solo vine a hacer un depósito y de paso, a verte— Sentí mis mejillas arder, y un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando mi mano rozó la suya al recibir el cheque que debía depositar. 

Nuestros ojos me mantuvieron conectados por unos segundos, el me guiño el ojo con una media sonrisa antes de sentarse frente a mi.

«¿Estaba siendo amistoso o estaba coqueteando conmigo?»