Capítulo 16.

Una semana pasó desde lo ocurrido con Oliver y Patrick frente a mi casa, también desde lo sucedido con Patrick y Veronica. No volví a ver a ninguno, sin embargo, Patrick no dejaba de enviar y enviar mensajes pidiéndome verme para explicarme lo sucedido. No contesté a ninguno de sus mensajes así que, un par de días después me llegó uno explicando todo.

Su explicación de todo el asunto de Veronica, fue que ella ha estado obsesionada con él durante años, por lo que se contacta con ella de vez en cuando porque sabe que ella nunca se negara a nada. Dijo que ella conoce a todos sus trabajadores porque ha estado presente durante años. Según él, no ha tenido una novia seria en años y dijo que estaría dispuesto a explicar por qué.

No quise pensar en mas cosas en esos momentos, habia logrado encontrar un apartamento pequeño cerca al banco y estaba por mudarme, mi mente estaba solo en eso, salir de aquella casa en la que una vez fui feliz y empezar de cero mi vida.

Vicky, como siempre, se quedo conmigo todo el fin de semana para ayudarme a empacar todo. Soy una mujer muy afortunada por tener una amiga como ella.

Oliver mantuvo su distancia, lo cual era sumamente bueno para mi salud mental, sollo verlo me causaba malestar en el estómago, sin embargo, decidió mantener contacto telefónico y a diario me llegaban mensajes con lo mismo, “Patrick no es lo que piensas” “no confíes en él” “es muy peligroso” y demás mensajes que ignore, siendo sincera, no quería a ninguno de ellos cerca de mi, ya estaba harta de esa maldita “situación de telenovela” como la llamaba Vicks.

Drew finalmente aparecio el miercoles por la mañana, aun tenia una ligera marca hecha por e golpe que le dio Patrick, en cuanto entro al banco lo primero que hizo fue correr a mi escritorio y disculparse con migo por la horrible actitud que habia tenido conmigo el viernes anterior, tambien me confeso que era bisexual y que llevaba muchos años enamorado de mi, sin embargo, no iba a tratar de forzar las cosas y queria que actuaramos como siempre lo hicimos, decidi que lo mejor era mantener las cosas pacificas, no queria mas drama en mi vida, asi que volvimos a la relacion amistosa que teniamos antes de todo el problema.

Aquel fin de semana de la mudanza, él se ofreció a ayudarnos y junto a Vicky, desarmamos, empacamos y sacamos todas las cosas de la casa. ¿Oliver quería vivir allí con su nueva mujer? Que se divirtiera decorando la casa de nuevo.

Lo único que dejé dentro de la casa fueron sus archivadores, su escritorio y el colchón de la cama, pues el muy cínico me confesó que las veces que me quede a dormir donde Vicky, llevó a su amante a casa y usaron nuestra propia cama. Me enfureció tanto su confesión que destroce el colchón por completo y lo deje en el suelo de la habitación.

El apartamento que recibí era super lindo, contaba con un dormitorio y un baño. La cocina acaba de ser renovada, por lo que era bastante moderna y tenía pisos de madera calefaccionada. estaba a sólo cinco calles del banco y tuve suerte al hacer el contrato de arrendamiento con el dueño directo, me salía mucho más económico de ese modo que con una inmobiliaria. y un punto extra que jugaba a mi favor, estaba en el mismo edificio en el que vivía Vicky.

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—¿Todo listo para irnos?— Vicky sirvió café en mi taza de viaje y la extendió hacia mí.

—Sí, todo está listo.— le sonreí mientras tomaba el café de su mano, — no necesito un hombre cuando te tengo a ti a mi lado—lance un beso en su dirección.

—tienes razón, los hombres tienen una manera de hacerme querer ser lesbiana— no pude evitar reírme por su declaración —que tengas un buen día en el trabajo Stefh.

—Tú también Vicks.

El día en el banco fue muy movido, estuve tan ocupada que apenas tuve tiempo de comer un pequeño bocadillo antes de continuar con el trabajo, al ser fin de mes, toda la gente corre a hacer sus trámites a último minuto.

Tiende a gustarme esos días movidos y ocupados, en donde mi mente se mantiene ocupada en otras cosas y el tiempo parece pasar volando, aquel día agradecí que fuera así, pues sentía que mis días se estaban volviendo rutinarios e interminables, parecía estar con una leve depresión, me sentía ansiosa, con dolor y angustia inexplicable, odiando mis días de soledad.

En algún momento de nuestras vidas todos vivimos una situación de telenovela, al menos, eso era lo que quería pensar.

Cerca de la hora de cierre mi cabeza no daba más, el hambre me tenía aullando y mis ojos ardían por tantas horas frente a la computadora. Tome todas las cosas necesarias para el cierre, y me giré para hablar con Drew.

— Drew, voy a vaciar mi registro ahora y cuando el banco cierre puedes hacer el tuyo— Hablé mientras me levantaba de mi lugar y caminaba hacia el fondo de nuestra área para conseguir una bolsa donde dejar el dinero —¿Puedes estar atento a los últimos clientes que lleguen?— Saqué mi caja registradora del cajón y me dirigí a la parte de atrás asumiendo que Drew estaba de acuerdo con eso —¿Te parece bien?— pregunté una última vez, levantó un pulgar hacia arriba con una sonrisa tonta que me hizo reír un poco

Fui a la parte de atrás para pasar el dinero por la máquina contadora, asegurándome de que todo sumaba correctamente tanto en mi cuenta como en lo entregado, no era cajera, pero manejaba sumas de dinero importantes, pues los clientes más adinerados y los exclusivos preferían ingresar a las oficinas que hacer sus consignaciones en caja, se sentían más seguros así.