Conquistar su Roto Corazón

Capítulo 16.5

PATRICK

Una semana, una maldita semana había pasado desde lo sucedido con Stefhany, no sabia que me pasaba. mi mente seguía repitiendo una y otra vez la magnífica cita en la playa tratando de ver si había alguna forma en la que podría haber ido mejor. Ya no había nada que hacer para mejorarla en ese punto, pero eso no me impedía pensar en ello, en que hubiera pasado si hubiese probado sus hermosos labios.

Ella seguía ignorando mis mensajes de texto y eso me estaba volviendo loco

«¿Qué demonios es lo que me pasa?» pensaba constantemente. No podía sacarla de mi cabeza desde el día que la volví a ver aun mas hermosa que antes.

No estaba acostumbrado a aquel extraño sentimiento, no había sentido algo similar en años, más exactamente, desde que me mude a Houston con mi padre. Necesitaba a Stef cerca, pero al mismo tiempo, agradecìa que estuviera lejos, lejos de mí y del peligro que yo representaba para ella.

Veronica seguía encontrando la manera de llegar donde me encontraba y tratar de hacerme “Olvidarla”, pero cada vez que intentaba besarme a mi mente venía la imagen de Stefh. Intenté sacarla de mi mente de casi todas las formas posibles, además de tratar de tener sexo con Veronica, sin embargo, no había podido conseguir una ereccion con ella desde que volvi a encontrarme a Stefhany. 

Sin encontrar solución me refugié en la bebida, empezaba a beber desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas de la noche, aquello, en lugar de ayudarme a olvidarla, solo la metía mas y mas en mi cabeza. 

¿Qué debía hacer? ¿Era prudente que la buscara? Tenía la enorme necesidad de buscarla y obligarla a escucharme, que supiera que Veronica no era nada más que una distracción, y que desde que la vi de nuevo en aquella parrillada, ella es la única mujer que quiero en mi vida, aunque mi vida sea una maldita porqueria. 

¿Debía confesarle lo que era realmente? No, aun no podía hacer eso, ella merecía la verdad, pero no ahora, primero la quería a mi lado, quería todo con ella, tal vez brindarle la posibilidad de ser madre, Oliver nunca pagaría un tratamiento costoso para que ella quedara embarazada, en cambio yo, podía pagar para traer a los mejores doctores del mundo solo para hacerla feliz.

Aquel día empecé a beber desde temprano, no podía permanecer más en mi apartamento gris y frío y conduje como loco a mi casa en la playa, tal como hice el dia que invite a Stefhany, busque algunas cosas en la cocina y me senté a la orilla de la playa con mi botella de whisky en mano.

—¿Por qué no puedo tenerte a mi lado? — susurré mirando al horizonte. esa mujer se había colado en lo más profundo de mi corazón.

Cuando termine dos botellas me deje caer de espaldas en la arena y perdí completamente la noción del tiempo, poco rato después, mi cuerpo yacía inconsciente en la arena, pero mi mente seguía en un recuerdo en específico “los hermosos labios de Stefh cerca de los míos”

Cuando desperté el atardecer empezaba a asomarse, mire mi reloj y note que casi era la hora de salir del banco, me senté de golpe en la arena con una decisión tomada. Iba a buscarla, no quería que me ignorara más, era momento de enfrentarnos.

Aún mareado por el Whisky que había bebido, corri a mi auto y conduje lo más rápido que pude hasta el banco, al llegar faltaba pocos minutos para cerrar, corri tan rapido como pude, dandole un buen fajo de billetes al guardia para que me dejara entrar a hacer una “importante transacción”

Cuando llegue a la zona de trabajo de Stefhany no la encontre por nungun lado, contrario a eso, mis ojos reconocieron a aquel idiota que se habia sobrepasado en el club la noche anterior y a quien habia mandado a golpear por atreverse a tocar a mi dulce mujer. Camine a pasos rápidos hasta estar frente a él, conteniendo las ganas de darle una paliza esta vez por mano propia.

—¿Stefhany está aquí?

—No creo que debas estar aquí, hombre — me miró con una estúpida sonrisa en su rostro 

—Bueno, es bueno que no me importe lo que pienses— con una mueca estúpida en su rostro se giró hacia su computadora ignorándome por completo. Odiaba que me ignoraran, la gente, en especial basuras como él, me debían respeto.

Saqué mi arma de la espalda y la apunté directamente en su frente. Ni siquiera estaba pensando correctamente en ese momento debido a todo el alcohol que había ingerido, lo único que quería era ver a mi dulce pastelito, porque eso era Stefh para mi, un pastelito dulce.

—Woah, ¿¡qué diablos, hombre!?— Levantó las manos, el miedo en su rostro me sacó una enorme sonrisa, la primera verdadera en días

—¿Miedo mariquita?— pregunte golpeando su frente con el cañón del arma.

— El que debería tener miedo eres tú, una buena condena en prisión te espera si me matas, es más, no debes matarme para pagar, te denunciaré.

— La policía es mi aliada, no tienes nada contra mi, nada.

—¡Patrick deja eso!— Su voz celestial llegó a mis oídos haciéndome soltar un suspiro de alivio pero sin dejar de apuntar a la basura que tenía enfrente.

—Hola pastelito.






 

・*:..。o○☆*゚¨゚゚・*:..。o○☆*゚¨゚゚・*:..。o○☆*゚¨゚




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.