—¡Patrick deja eso!— Grité asustada, y si, era una idea estúpida gritarle a alguien que tenía un arma en su mano, mas cuando estaba apuntado a la frente de tu amigo, pero no supe qué más hacer en ese momento —Tenemos cámaras, te meteras en problemas.
Me atravesé para quedar frente a él interponiendo mi cuerpo entre Drew y el arma, trague saliva cuando el arma tocó mi frente, aún así, me mantuve serena. Puse mi mano en su brazo e hice una ligera presión hasta que su brazo empezó a ceder y el arma quedó a un costado de su cuerpo. Suspire aliviada cuando la guardo en su espalda sin quitar sus ojos de los mios.
—¿¡Qué te pasa, Patrick!?— No sabía si en ese momento estaba asustada o enojada, tal vez una mezcla de los dos
—Joder, lo siento pastelito, solo necesitaba verte.
—No necesitabas un arma para eso.— ironice con una mueca.
—Es para protegerte del mundo, yo recibiria una bala por ti.— Se podía sentir el olor a licor que salía de su boca, en ese momento supe que estaba ebrio.
—Vamos afuera— le di la vuelta y comencé a caminar con él, casi empujándolo, hacia las puertas —vuelvo enseguida Drew— le sonreí disculpándome, esperando que no me odiara por esto
—¡Patrick, me pueden despedir por el truco que acabas de hacer!— Dejé salir mi frustración una vez que estuvimos afuera, le di un puñetazo en el brazo con la esperanza de que se diera cuenta de lo que acababa de hacer.
—Lo siento, no sabía qué hacer— se pasó los dedos por el pelo.
—Esa no es razón suficiente para que saques un arma Patrick— crucé los brazos sobre mi pecho —¿desde cuándo tienes un arma?— ni siquiera sabía que tenía un arma, eso es algo que Oliver nunca tuvo las agallas de comprar.
—Lo siento Stefh, solo por favor escúchame— se acercó a mí y tomó mis manos entre las suyas —Voy a ser honesto, durante esta semana he tratado de olvidarte…pero ha sido un infierno. Pienso más en ti que en olvidarte.
— Patrick, no puedes decirme eso cuando aquella mujer aseguró estar contigo, no quiero ser segunda opción de nadie.
— Ella no es nada, solo fue un momento, uno con el que ya no puedo estar, con el que nada funciona desde que te vi de nuevo, solo tu estas en mi cabeza a toda hora, solo a ti te quiero besar, solo a ti te quiero entre mis brazos, solo contigo se me para — rodé los ojos con lo último, definitivamente los tragos le estaban haciendo decir estupideces.
— Ve a tu casa.
—Por favor, déjame compensarte— rogo con una expresión lastimera en su rostro.
¿Acaso pensaba que quería tener una pareja ahora mismo? en ese momento lo único que quería era sanar las heridas que había dejado el reciente divorcio, conocerme y reconocerme de nuevo, ser yo misma.
—¿Has estado bebiendo Patrick?— pregunté notando las bolsas oscuras bajo sus ojos.
—Más o menos, tal vez un poquito— se rascó la nuca, sabiéndose atrapado.
—¡No deberías conducir así!— espetè un poco enojada, ¿cómo pudo ponerse a sí mismo y a otros en riesgo de esa manera?
—Lo siento— eso es todo lo que logró decir, asumo que no pudo encontrar una buena excusa para su actitud.
—Siéntate en el asiento del pasajero y espérame, voy a cerrar y conduciré hasta tu casa—. inmediatamente me arrepentí de mis palabras, pero las palabras ya habían salido de mis labios, no había manera de retractarse.
—Está bien— sonrió antes de soltar mi mano y subirse a su auto.
Volví a entrar y descubrí que Drew ya había terminado de hacer su registro y me esperaba con los brazos cruzados en mi escritorio.
—Lo siento por eso, Drew...— No sabía qué más decir, ¿cómo te disculpas por el tipo que está interesado en ti y apuntó un arma a tu compañero de trabajo que también está interesado en ti?
—Mientras hayas enviado a ese tipo al infierno, todo está bien— hice un gesto raro con el rostro.
Decidí fingir que no escuché lo que dijo y terminé de cerrar, empaqué mis bolsas de dinero y las puse en la caja fuerte para que la Garda las recogiera más tarde esta noche.
—¿Acaso tú?— Mierda, no va a dejar pasar esto.
—¿Mmm?
—¿Le dijiste que te dejara en paz?— suspire pesado sabiendo que hacía esta pregunta solo por una razón, eliminar a la competencia.
—Lo hice— comencé a apagar mi computadora y tratar de moverme lo más rápido que pude para evitar esta conversación.
—¿De verdad Tefy? No te creo nada. Estás mintiendo— cruzó los brazos sobre su pecho mientras miraba en mi dirección, no lo estaba mirando pero podía sentir sus ojos ardiendo en la parte posterior de mi cabeza.
—Ha estado bebiendo, solo lo llevaré a casa para que no tenga un accidente. Eso es todo— puso los ojos en blanco, estaba empezando a verse visiblemente molesto.
—No puedo creerlo— apagó su computadora y comenzó a caminar hacia la puerta trasera.
—¡No puedo creer que Drew!— grite enojada, estaba cansada de ser juzgada sin razón — no tengo que darte explicaciones de lo que hago, pensé que podríamos seguir siendo amigos, pero ya veo que esto no funcionará.