Conquistar su Roto Corazón

Capítulo 20.5.

Después de que Braulio Price apareciera en el restaurante y comenzara a mirar a Stefhany, no podía dejar que se quedara sola en casa, afortunadamente ella accedió y me permitió llevarla a mi casa. 

Fue lo más sensato en ese momento, sin embargo, estaba seguro que por su cabeza rondaban mil cosas diferentes. Su situación actual no era la mejor, acababa de salir de un matrimonio destruido, se había enterado de su dificultad para ser madre, y mas encima estaba yo, que solo traeria mas y mas problemas a su vida.

¿Por qué no dejarla ir? ¿Por qué no seguir mi vida sin ella? Era simple, no podía, esa mujer caló profundo en mi corazón desde el día que la conocí. Tuve una relación mientras estuve lejos, y me enamore con locura, o al menos eso creía, solo me basto con ver a Stefhany una vez para saber que nunca la olvidaré y que en mi corazón solo viviría ella por toda la eternidad.

Lo que más lamentaba de esa situación era el hecho de meterla en mi mundo, era la mujer mas buena que existía para que terminara en la oscuridad que me rodeaba.

Actualmente era considerado el segundo Capo más importante del narcotráfico, armas y droga y eran mi especialidad, me uní a este mundo siguiendo los pasos de mi padre y luego de su muerte me dediqué de lleno a este negocio, superando con creces lo hecho durante su mandato.

Había estado horrorizado de decirle la verdad a Stefhany, tenía la certeza de que me iba a mandar al diablo en el momento en que se enterara de la verdad. Me aterraba saberla lejos de mí cuando empezaba a plantearme el hecho de ser una pareja. Quería brindarle todo lo que una mujer trabajadora y devota se merece, pero, ¿Qué mujer querría estar con un narcotraficante?

Luego de dejarla a salvo en mi dormitorio me dirigí a la oficina sabiendo que todos mis hombres se encontraban allí, también mis socios, al entrar, más de cincuenta personas se encontraban en el lugar a mi espera.

—Buenas noches— me aclaré la garganta y me dirigí a mi escritorio —Tengo malas noticias, Price está de vuelta en la ciudad, todos sabemos que intentará tomarnos con la guardia baja, debemos estar preparados

—¿Cuál es su plan jefe?

—Necesito ojos y oídos en todos lados, siempre alerta a cualquier situación—. Me desabroché un poco la camisa —hoy insinuó que iba a ir tras Stefhany y eso no puede suceder.

Aún no la presentaba formalmente ante ellos, sin embargo, ya eran conocedores de su existencia, pues “mi mujer” debía ser siempre su prioridad

— ¿Cuántos hombres más quiere custodiando a la gran señora?

— Dupliquen su seguridad, pero manténgase discretos como hasta ahora, ella no debe saber que la están siguiendo — me pase las manos por el cabello varias veces, — Si mi mujer aparece con un solo rasguño sus cabezas rodaran.— Toda la habitación quedó en silencio

—¿¡Me han oído!?— grite.

—Si señor— dijeron al unísono

—Bien— suspiré aliviado —Ella permanecerá en esta casa hasta nuevo aviso, aun así, siganla a donde vaya y necesito hombres custodiando a su mejor amiga, Price puede ir por ella para llegar a mi mujer.

— Como ordene señor.

—Nos reuniremos mañana por la noche para trazar planes específicos, pueden irse. ¡Pero manténganse alerta! 

Una vez salieron todos de la oficina me dejé caer en la silla del escritorio, mi cabeza dolía un poco.

—Patrick, ¿qué está pasando con esa chica?— Tony llegó a mi lado con una copa de Whisky.

—¿Qué quieres decir?— Tomé la copa que me ofreció y bebí su contenido de un trago.

—Patrick, estás loco por ella— se sentó en la silla frente a mí.

—Lo sé Tony, realmente lo estoy, esa mujer es todo para mi, mi mundo entero— era la primera vez que lo admitía en voz alta

—No te había visto así desde que eras más joven, con Tessa— hice una mueca al escuchar aquel nombre —es bueno verte feliz de nuevo hermano

Tony y yo crecimos juntos, ambos iniciamos en este negocio juntos, él es el único que conoce mi verdadero yo. Es el único que ha estado conmigo en los momentos más duros de mi vida y yo los suyos.

—Gracias, Tony—,salio dejandome solo con mis pensamientos 

Tessa, Tony la había mencionado y su recuerdo volvió a mi. Tendría que mencionarle esto a Stefhany, era parte de la razón por la que Braulio Price estaba tras mis pasos, pero debía soltar una mala noticia a la vez. Finalmente decidí regresar al dormitorio y tener la primera conversación difícil con Stefhany.

Empujé la puerta para abrirla y la encontré acostada en mi cama con un sexy traje rojo, una camiseta sin mangas y pantalones cortos que nunca se vieron tan bien en otra mujer. No pude evitar morderme el labio para evitar decir algo demasiado obsceno.

—Mierda..— Solté completamente excitado, esa mujer despertaba todo en mi.

La miré de arriba a abajo y entré a la habitación ignorando mis instintos y preparándome para lo que venía.

¡Hora de la verdad!

 

 




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