Capítulo 22.

Mis ojos se abrieron con dificultad debido a la luz solar que se filtraba por la cortina y daba justamente en mi rostro. Lentamente levanté la cabeza para darme cuenta que me encontraba recostada sobre el pecho de Patrick. Su brazo rodeaba posesivamente mi cintura y el otro estaba bajo su cabeza.

Su rostro se veía relajado, con una ligera sonrisa adornando sus labios. Mis manos viajaron por su abdomen desnudo hasta llegar a su marcada v, quise llevar mi mano más abajo, pero la cordura le ganó a la tentación.

Me deslicé fuera de la cama y agarré la sábana del suelo usándola para cubrirme, sentí un ligero pero agradable dolor en toda mi zona pélvica y todas las imágenes de la noche anterior inundaron mi cabeza.

— Que buena sesión tuvimos — susurre mirándolo de arriba abajo. Dormía como una roca, pues en ningún momento dio señales de sentir que me levanté de la cama.

Camine a pasos lentos hasta mi maleta y tome mis implementos de aseo antes de ir al baño, una vez entre quede ligeramente sorprendida al ver una serie de cosas de la misma marca que usaba en los gabinetes de su baño, incluso los mismo tratamientos para cabello.

— ¿Por qué tendrá esto en su baño?

—Buenos días— La voz de Patrick detrás de mí me sobresaltó haciéndome pegar un brinco en el lugar que me desestabilizó por completo. Rápidamente puso sus manos en mi cintura evitando que cayera al suelo.

—¡No me asustes así!— Golpeé su brazo

—Lo siento—, se rió entre dientes, —te ves aún mejor recién levantada—, se puso detrás de mí  y me besó en el hombro y en el cuello.

—Tú también— Nunca fui demasiado buena en el coqueteo, pero tenía a mi favor que ya le gustaba, no tenía que esforzarme tanto en conquistarlo, solo en mantenerlo a mi lado.

—¿Es ese el correcto?— preguntó mirando el champú en la encimera del baño donde lo había dejado.

—¿A qué te refieres?

— El champú, ¿Es ese el champú adecuado? Lo vi en tu baño por casualidad, así que lo compré con la esperanza que alguna vez vinieras—, eso era lo más lindo que había escuchado.

—Bueno, pues ya estoy aquí— sonreí tomando las cosas y caminando directo a la ducha mirándolo por encima de mi hombro.

Nos duchamos juntos e hicimos cosas que siempre quise hacer en la ducha, con Oliver nuestras rutinas de sexo solo eran en mis dias “fertiles” y siempre en la misma posicion, con Patrick estaba experimentando cosas nuevas.

Salí primero dejando un sonoro beso en sus labios y fui directo al lugar donde había dejado mis cosas la noche anterior, me cambie y peine de forma sencilla, pues era domingo y no tenía mucho que hacer.

Una vez lista decidí que era un buen momento para ir al centro comercial, había estado ahorrando mucho dinero para un posible embarazo, que había dejado de lado mi cuidado y mi armario, era hora de comparar algunas cosas nuevas para mi trabajo, tambien para salir, mas ahora que salia con un millonario, tenía que verme con algo más de clase.

—Patrck, iré al centro comercial— exclame mientras lo miraba preparar el desayuno desde la barra de la cocina.

—¿para qué?— se paró frente a la estufa haciendo unos huevos con tocino, ni siquiera se había dado la vuelta para mirarme.

—Necesito algunas mudas de ropa para ir a la oficina, llevo mucho tiempo con las mismas, ya parezco un retrato— finalmente se dio la vuelta y puso un plato de comida frente a mí

—Está bien, déjame alistarme y te acompaño— caminó alrededor de la isla y me dio un beso en la mejilla antes de subir las escaleras

Su gesto era algo dulce, no podía recordar la última vez que Oliver me acompañó a un centro comercial, o simplemente fue conmigo de compras.

tienes que dejar de compararlo con Oliver, me reprocho mi subconsciente.

Cuando Patrick volvió a mi lado ya estaba terminando el delicioso desayuno que había preparado para mí. Me giré en el taburete de la barra en el que estaba sentada para mirarlo mejor, se acercó a mí, me tomó de la mano y me puso de pie.

—Te ves hermosa—, dijo antes de girarme frente a él.

—Es un atuendo simple— conteste mientras sentía mis mejillas sonrojarse

—sin embargo, haces que se vea increíble, todo lo que te pones se te ve maravilloso, incluso desnuda eres una hermosa diosa mi pastelito —, levantó mi mano y besó el dorso.

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—Está bien, ¿qué te parece este?— Salí del probador por tercera vez, era la quinta tienda a la que entrábamos.

—Ni siquiera tienes que probartelos, nena, te ves genial en todo—, apartaba la mirada de su teléfono cada vez que salía con un nuevo atuendo.

—Tengo que asegurarme de que me quede bien— me reí mientras me miraba en el espejo, asegurándome de que todo se veía bien —bien, eso es todo lo que quiero llevar.

—Está bien, te espero aquí— me lanzó una linda sonrisa antes que entrara de nuevo al probador.

mientras cambiaba mi ropa escuche a una mujer charlando justo afuera de mi probador, no era algo que me molestara normalmente, pero en el momento que escuche la voz de patrick fue distinto.