Conquistar su Roto Corazón

Capítulo 25.

— Espera Chiquis, por favor escúchame, no te puedes ir con él— en el momento que salimos del banco, nos topamos de frente con Oliver, quien nos esperaba atento.

— No me vuelvas a llamar así Oliver, por favor, solo vete, deja de buscarme, o de querer hablar conmigo, tu decidiste otra vida, déjame en paz.

Agarre con fuerza el brazo de Patrick para evitar que fuera a golpearlo, se notaba en su mirada las inmensas ganas que tenía de hacerlo.

— Alejate de ella hermano, te lo dije antes y te lo repito ahora, elegiste a la mujer equivocada y dejaste en mis manos una verdadera joya— sonreí como tonta con las palabras de Patrick.

— Stefh — Ignore a Oliver y gire mi rostro mirando los hermosos ojos de Patrick.

— Entonces, ¿Yo conduzco de regreso a nuestra casa?— Las últimas palabras las dije en un tono de voz más alto. Oliver resopló e intentó decir algo más, pero simplemente fue ignorado por nosotros, pues pasamos por su lado en dirección al auto.

— Puedes conducir cualquiera de mis autos, pastelito, todo lo mío es tuyo.— sonreí negando con la cabeza por el doble sentido de su frase.

Ni bien entramos a casa corrí hasta la habitación que compartimos ahora, me quite mis zapatos de tacón y me lance a la cama con el control de la tele en mano, empecé a hacer zapping entre canales hasta que llegue a uno que hablaba de embarazos gemelares, mi masoquismo me pidió dejar aquel programa.

Patrick se acostó a mi lado y se puso cómodo, cada tanto miraba el programa y me veía a mi, algo que me ponía sumamente nerviosa.

—Sería genial tener gemelos, ¿no crees?— Las palabras de Patrick atravesaron dolorosamente mi corazón

Mis ojos se aguaron, e intenté contener lo más posible mis lágrimas, la idea de decepcionar a otro hombre, de no poder brindarle la familia que deseaba, que me volviera a abandonar por ser un cuerpo vacío e inservible empezó a carcomer mi mente.

Sabía que la infertilidad no era un tema fácil, que mis ovarios poliquisticos solo me daban un cinco por ciento de expectativas de quedar embarazada, y que esta era razón suficiente para que Patrick también se alejara de mí, estaba segura que en algún momento de su vida querría tener hijos, no todos quieren adoptar.

—¿Hey, qué pasa?— se sentó frente a mí y con sus manos limpio las lágrimas que ahora corrían libres por mis mejillas.

—Patrick—, respiré hondo para darme fuerza para superar esa conversación. —No puedo darte una familia, al menos no de forma natural—. Las lágrimas continuaron cayendo de mi rostro. —¿No te sientes incómodo sabiendo que te estoy impidiendo tener eso?— solloce con fuerza.

 

—Pastelito, no me importa si sólo somos tú y yo por el resto de nuestras vidas— sus manos sostuvieron mi rostro por mis mejillas para que lo mirara a los ojos—No me importa si decides no hacer ningún tratamiento para tener niños, o si decides hacerlo, no importa dar mi fortuna por verte feliz, si quieres hijos podemos intentarlo, vamos a una clínica, paguemos a los mejores doctores en fertilidad, si no los quieres, vivamos felices, solos tu y yo contra el mundo

—Patrick — finalmente desistí de tratar de detener mis lágrimas —No te estoy comparando con él, pero Oliver me dijo eso también. Estoy tratando de salvarnos a ambos de un corazón roto.

—Stefhany, no hay forma de que te pierda, no ahora..— una vez más secó las lágrimas de mi cara —lo resolveremos cuando llegue el momento, pero te juro, que estaré a tu lado apoyando la decisión que tomes— Asentí, sabiendo que no podía soportar más esta conversación.

Tenía muchísimo miedo de entrar de lleno en otra relación teniendo el conocimiento de lo difícil que era para mi concebir. No quería ni podía lidiar con otro corazón roto.

—Creo que debo irme— Me levanté de la cama, escuchando a Patrick balbucear cosas inentendibles. me adentre en el vestidor y empecé a buscar mi ropa y mis cosas para salir de allí. Lo mejor era distanciarme.

— No puedes irte pastelito— me abrazó por la espalda tomando la ropa que había agarrado y sacándola de mis manos, —Ponte un pijama y ven a ver películas conmigo, pensemos en otra cosa por ahora, no te vayas, solo dejemos que el tiempo sea el encargado de solucionar las cosas.— suspire pesado antes de asentir con la cabeza, tal vez estaba tomando las cosas de forma precipitada. Me dio un beso en el cuello y salió dejándome allí con mis propios pensamientos.

Cuando regresé a la cama, Patrick estaba en calzoncillos, me miró mientras caminaba hacia la cama y me subía. Antes de que pudiera meterme debajo de las sábanas, Patrick se acercó y estrelló sus labios contra los míos. Sus manos subieron y bajaron por mi cuerpo, enviando una ráfaga de calor a cada rincón de este.

Moví mi mano hasta la parte posterior de su cabeza, pasando mis dedos por su cabello y tirando de él de vez en cuando. Acerqué mi cuerpo al suyo solo para sentir como su miembro crecía.

Cálidos, suaves y húmedos besos en mis muslos me pusieron la piel de gallina por todo el cuerpo. Con cada beso, lentamente separó mis piernas más y más hasta que finalmente su lengua se deslizó desde mi muslo hasta mi clítoris, instantáneamente haciendo que mi cuerpo se calentara. Me aferré a las sábanas mientras él lamía suavemente, dejándome sin aliento. Una deliciosa sensación recorrió todo mi cuerpo hasta que el orgasmo me alcanzó, no pude evitar jadear mientras trataba de recuperar el aliento nuevamente.




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