Conquistar su Roto Corazón

Capítulo 29.

— ¿Apareció como si nada?— preguntó Vicks con una mueca graciosa en su rostro.

— Le reclamo el abandono cuando se amaban tanto, no sé porque me molestó tanto escuchar que él también la amaba, fue algo… — suspiré y dejé caer mi cabeza en el respaldo de la silla.

Nos encontrábamos en el jardín trasero de la mansión, llamé a mi amiga para contarle lo sucedido y ella no dudó en correr a mi lado para saber cómo estaba. Amaba a esa mujer.

— No deberías pensar en eso, es igual que tú dijeras que amaste a Oliver, es algo que no se puede negar ahora, lo que importa es que están juntos en este momento, que están tratando de formar su propia familia y que él ha demostrado que te ama a ti y solo a ti.

— Lo sé Vicks, él me lo demuestra día a día, pero que esa mujer apareciera no me da buena espina.

— Buenas tardes señoritas— Patrick llegó a nuestro lado con esa hermosa sonrisa que tenía, mostrando sus hermosos hoyuelos que me enamoraban, — Para ti mi hermosa dama — me extendió un ramo de flores de colores muy llamativo y hermoso.

— Muchas gracias.

— Ni todas las flores del mundo podrán opacar tu belleza mi dulce pastelito.— sentí mis mejillas arder.

— Eres un adulador.

— Nada de eso, no te estoy adulando, te estoy amando.— dejo un par de besos en mis labios antes de ser separados por las palabras de Vicky.

— Ahh, que cursis son, y frente a mí, no les da pena de mi persona, contando plata en frente de los pobres.

— Lo siento Vicky, pero no me puedo controlar cuando tengo cerca a mi hermosa mujer, pero no te preocupes, justo venía porque hay alguien que quiero que conozcas.

— Si es un maleante, al menos que esté tan bueno como tú, no quiero salir con feos — se cruzó de brazos haciendo un puchero que nos sacó carcajadas, mi amiga era todo un caso.

— No sé si Tony está bueno, pero puedes conocerlo al menos, es una buena persona, Stefh te lo puede confirmar.

— Me imagino lo buena persona que debe ser estando en este negocio.

— Touche.

— ¿Qué tienes que decir de Tony, Stefh? — me quedé pensando unos segundos, no podía decir que estaba mejor que Patrick, pero si estaba bien.

— Está bien, deberías conocerlo, te va a agradar.

— Ya escuchaste a mi mujer, ahora…. — uno de sus hombres llegó corriendo a donde nos encontrábamos interrumpiendo nuestra conversación.

— Señor, la señora Tessa ha venido a verlo, dice que es urgente —sentí un ácido en mi estómago al escuchar el nombre de esa mujer.

— Ahora estoy ocupado con mi prometida, si es algo de negocios lo manejaré directamente con Charles, si no, que se retire.— el hombre asintió con la cabeza y se marchó a grandes zancadas.

— ¿Está seguro que no quieres ir? — me miró con algo de confusión.

— Muy seguro Pastelito, estamos charlando aquí — tomo mi mano y me hizo levantar de la silla para sentarse él y llevar mi cuerpo a su regazo. Mis manos rodearon sus hombros y me recosté en su musculoso pecho.

— Me provocarán diabetes — se quejó Vick, le saque la lengua de forma infantil.

Seguimos tonteando entre nosotros hasta que taconeo acercándose nos interrumpió nuevamente 

— Veo que ahora toda la servidumbre de la casa está conformada por hombres, ¿Tienes miedo de serle infiel a tu mujer? — Tessa llegó a nuestro lado mirando todo a su alrededor de forma altiva 

— ¿Tienes ganas de quedarte sin tus rubias extensiones? — contraatacó Vicks fulminando a la mujer con la mirada.

— ¡Que ordinaria! 

— Ordinaria tu a… 

— ¡Deténgase las dos!— gritó Patrick evitando una futura pelea, —Tessa, ¿Que mierda haces en mi casa?

— Necesito hablar contigo.

— Ya lo dije claramente, si es de negocios solo lo trataré con Charles, si no, vete, no eres bienvenida.

— ¿Podemos hablar? Es sobre negocios, lo prometo.

— No Tessa.

—Por favor, por los viejos tiempos — hice una mueca de desagrado con el gesto casi infantil que estaba poniendo, casi parecía a punto de llorar.

— No sé si no entiendes mis palabras, pero dije que NO — me miró con furia en sus ojos, parecía querer saltarme encima.

— ¿Acaso tu mujercita no te deja? — pregunto burlona, — No te preocupes linda, no pasará nada de lo que no haya pasado antes, después de todo, conocemos todo el uno del otro.

— Maldita arpía — susurró Vicky lo suficientemente fuerte para que todos escucharamos.

— Tessa, por favor…

— Está bien amor — le interrumpí dejando un par de besos en sus labios, — ve a hablar con ella, mientras yo voy con Morgan y le pido un postre, tengo antojos de algo dulce.

— ¿Antojos? — bajo su mano hasta mi abdomen bajo la atenta mirada de aquella bruja, — ¿Será que ya metimos un muffin en el horno? — me abrazó con fuerza dejando besos en mi cuello.

— ¿Ya podemos hablar? — Patrick emitió un gruñido molesto y me ayudó a levantarme de su regazo.




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