Quedarme en silencio tal vez no fue la mejor de las opciones, Stefhany salió indignada del despacho cerrando de un portazo tras de sí.
— oww, creo que se enojó.
— Tessa, hago esto solo porque siento la necesidad de ayudarte, te recuerdo, que yo no te metí en ningún lío, tú me buscaste, yo creí que eras soltera, en dado caso, el problema lo buscaste tú. Te estoy ayudando por lo que una vez tuvimos, nada más, si te metes en mi relación con Stefhany haré que pagues muy caro.
— Uy que miedo. — negué con la cabeza.
— Una sola acción tuya para destruir mi relación, y me importa poco que seas mujer, te mataré.
— Yo no tengo que hacer nada para destruir tu rota relación, tu mujer no confía en ti, creo que ya sabes que significa eso.
— Ella confía en mí.
— Eso no fue lo que note, si confiara en ti no te pondría a decidir por un bando. Tal vez solo te está usando. — fruncí el ceño, Stefh nunca sería capaz de hacer algo semejante.
— Tal vez solo está molesta por tu presencia, conozco a Stefhany, ella nunca sería capaz de utilizarlo, no es como tu.
— Nadie es como yo, tesoro, yo soy tan única que nadie puede ni podrá igualarse.
— Hay muchas arpías parecidas. — me encogí de hombros despreocupado, —te llevaran a tu habitación temporal, solo unos días, después saldrás de aquí como volador en fiestas.
— Lo que digas.
la deje allí dentro del despacho y camine a pasos rápidos hasta la habitación, tenía que hablar con Stefhany, ella debía saber por qué estaba haciendo esto.
—¿Pastelito? — mire en todas las direcciones sin encontrar rastro alguno de mi mujer. — Amor, ¿dónde estás? — Revise cada espacio de la habitación sin encontrar nada. —¡Mierda!
Corrí por toda la casa buscando a mi mujer sin éxito, me estaba volviendo loco, las peores cosas pasaron por mi cabeza hasta que choque de frente con Charles.
— ¿Has visto a mi mujer?
— Si señor, la señora y su amiga se marcharon junto a Tony, no tengo certeza de cual fue su rumbo — suspire aliviado, si estaba con Tony estaba a salvo.
— Gracias— me asintió con la cabeza antes de retirarse del lugar.
Inmediatamente llame a Tony para saber donde se encontraban, y una vez obtuve su respuesta conduje a gran velocidad hasta la playa, a donde las había llevado a tomar algunos cocteles.
Cuando me encontré con ellos corrí a los brazos de mi dulce Stefh y la abrace tan fuerte como pude, ella, sin embargo, no hizo ningún amago por abrazarme, solo se quedó allí, estática.
— Eres un idiota — Vucky me golpeo con fuerza las costilla, sacandome un leve quejido, — ¿Como pudiste meter a esa mujer en tu casa? ¿Acaso estás loco? no se llevan mujeres a la casa donde vives con la futura madre de tus hijos.
— Pronto será mi esposa — contraataque de forma rápida.
— No veo un anillo en ningún lado, y esa mugre zorra tampoco lo ve, por eso se quiere meter de nuevo en tu casa, para meterse en tus pantalones la muy...
— Vicks, basta, no es necesario hacer esto.— susurro Stefhany palmeando un poco mi espalda para que la liberara de mi agarre.
— Lo siento pastelito.
— Metiste a esa mujer en nuestra casa, la elegiste a ella sobre mi, no puedo seguir en un lugar donde será la segunda opción de nuevo, ya me paso una vez y no pienso pasar por ello una segunda.
— No amor, jamas, escuchame bien, ¡Jamas! seras mi segunda opción, eres la primera en todo, te amo Stefh, no me cansaré de decirlo. — solté el aire y tomé su rostro entre mis manos para mirarla a los ojos, — Te amo Stefhany, eres la mujer mas valiosa de mi vida, la única en mi corazón en este momento y para siempre. No dudes de mí, solo estoy ayudando a Tessa porque me siento en la obligación moral de hacerlo, sin embargo, la mantendré vigilada y alejada de nosotros. — sonreí un poco recordando a donde había ordenado ubicarla.
— ¿Estás seguro de ello? La elegiste a ella.
— Nunca te mentiría, Tessa ahora tiene una habitación muy especial, en la casa de servicio, me pareció el lugar ideal para ella, no estará dentro de la mansión, no la elegí sobre ti, porque no hay nada que elegir. Tu eres mi única opción, mi única verdad.
— Lo siento Patrick, me deje cegar por los celos, no quiero a esa mujer cerca, siento que sobro cuando ella está a tu lado.— me dejé caer de rodillas entre sus piernas.
— Se que no la quieres cerca, pero te juro que será por muy poco tiempo, de hecho, estaba pensando en que dejes tu trabajo en el banco y nos vayamos de viaje un par de meses, tal vez nuestra suerte sea distinta cambiando de país, ¿que opinas?
— No lo sé, llevo muchos años en mi trabajo, adoro lo que hago, no quiero vivir como mantenida, no me sentiría cómoda, me gusta ganar mi propio dinero y darme mis propios gustos sin depender de nadie. — Stefhany era la mujer perfecta, de eso no cabía duda, y esas palabras que acaba de soltar lo confirmaban.
— Entonces pide unas vacaciones, un mes de viaje, solo tu y yo en cualquier parte del mundo.