Conseguir Vencer

Parte 32: Confesión

Siguiendo los consejos de su abuelo, Tamara dormía en la habitación de Kassia, la noche era tranquila cuando Tamara se despertó a causa de un poco de sed, tomó su botella de agua y le dio un trago al mismo tiempo que vio una sombra reflejarse en la puerta del baño, una sombra muy humana que le hizo una señal, Tamara entró al baño ya más alerta y por la ventana se asomaba alguien con gafas de visión nocturna y un traje totalmente negro y ajustado.

-¿Enviado por el sargento Flores?-

-Enviada- dijo una mujer de voz suave mientras se quitaba las gafas- quería presentarme, pero no quería que nadie sospechara, soy la soldado Riley, debes de ser importante para mandarme a mí a vigilarte-

-Perdón, mi abuelo se preocupa demasiado algunas veces-

-Bueno, después de perder a un hijo y a su mujer, creo que tiene motivos suficientes, toma- dijo sacando de su traje un folder que entrego a Tamara- es el informe de tu espía, léelo y me lo regresas, nada de evidencia-

Tamara tomó el folder y apenas abrirlo en la primera página, estaba el expediente de Anya.

-Así que ella lo envió, ya me lo esperaba-

-No solo eso, sigue leyendo-

Tamara paso las páginas y encontró reportes e historiales completos de muchos hombres, la mayoría mercenarios del ejército mexicano.

-Valla, no aguantó haber sido humillada por mi-

-Creo que nadie lo haría, también tiene apoyo de Elizabeth y sus padres-

-Casi olvido a esa chica- dijo mirando el expediente de Elizabeth

-Nos encargaremos de los espías y de los mercenarios, duerme tranquila-

-Gracias soldado Riley- agradeció y regreso el folder

-Solo dime Riley, todos en el ejército me dicen soldado- dijo tomando el folder- por cierto, hay dos chicas enamoradas de ti-

-Sospecho de una chica, pero de la otra no tengo ni idea, y supongo que no me dirás-

-Tienes razón, no te diré, nos veremos luego Tamara-

-Nos vemos Riley-

La mujer desapareció entre las sombras y Tamara encendió la luz del baño, se miró al espejo y lavó sus manos y mojó un poco sus ojos, luego de apagar la luz regresó a la cama donde Kassia la abrazó.

El sol del día ya estaba en lo alto, Tamara luego de mucho tiempo entró a la alberca e hizo la rutina con las demás integrantes, el tiempo se le paso volando y cuando menos se lo espero ya era hora de ir a casa, empaco sus cosas y junto a Kassia caminó hasta casa donde se encontró con la teniente Pelayo.

-Ya llegamos madre, buenas tardes teniente Pelayo-

La teniente Pelayo tenía un rostro que daba cierto miedo, una mirada profunda y enojada, sus labios serios de un tono rojo como si tuviesen sangre y su traje muy formal y vacío.

-¿Ocurrió algo?-

-Hola Tamara- dijo intentando cambiar su rostro- fui a negociar tu contrato, y los demás abogados me sacaron de quicio, pero lo conseguí- dijo y sacó de su portafolios unas hojas engrapadas que le dio a Tamara

Tamara dejó sus cosas a un lado del sofá y tomó las hojas para leerlas con calma, ahora las cosas eran más claras y la cantidad que ganaría seria exactamente la misma que en el contrato anterior.

-¿Letras chiquitas?, ¿Trampas?-

-Nada, ya lo he leído muchas veces, sin letras chiquitas ni nada de agujeros, serás una modelo sin necesidad de vender tu alma al diablo, no te pueden obligar a nada y tampoco serás de su propiedad- dijo y se puso de pie- mi trabajo aquí termino- dijo ofreciendo la mano a Tamara

Tamara estaba muy emocionada y sin pensarlo abrazó a la teniente Pelayo.

-Muchas gracias teniente, debió de haberse esforzado mucho por esto-

-No tienes ni idea-

Tamara miró al rostro de la teniente, está ya tenía uno más suave, con la mirada calmada y el rojo en sus labios le hacía ver linda.

-Gracias teniente, ¿No quiere una rebana da de pastel?, estaba pensando en ir por una-

-No te preocupes, mi hija me espera en casa, fue una semana muy ocupada, nos vemos después Ada-

-Nos vemos teniente-

-Nos vemos Tarama, suerte-

-Gracias teniente-

Y la teniente Pelayo salió de la casa y Tamara no tardó mucho en sacar un bolígrafo y dárselo a su madre junto a las hojas engrapadas.

-Entonces firmare- dijo la madre de Tamara tomando las hojas y firmándolas en los espacios correspondientes- solo tenemos que irló a entregar y listo, serás toda una modelo-

-Gracias madre- dijo y abrazó a su madre

La madre de Tamara fue junto al general Garcia a la editorial para entregar el contrato y arreglar las cosas faltantes mientras que Tamara y Kassia se preparaban para ir a la iglesia.

-¿Podríamos ir luego a una cafetería por una rebanada de pastel?- preguntó Tamara mientras se ponía los tenis

-Claro, creo que también quiero una-

Ambas terminaron de enlistarse y fueron a la puerta, la abrieron y encontraron a Estefani del otro lado.

-¿Estefani?, ¿Qué haces aquí?-

-Eh… solo pasaba por aquí, compre un pastel y quería compartirlo contigo… y con Kassia-

-¿Tu eres?-

-Perdón… soy Estefani, presidenta del club de costura… te ofrecería la mano, pero no quiero tirar el pastel… disculpen… estaban de salida… creo que entonces regresare luego-

-No, no te preocupes, estábamos por ir a comer un pastel, pero ya que trajiste uno, pasa, lo comeremos dentro-

-No… de verdad no quiero interrumpir nada-

-Tranquila, no interrumpes, de verdad- dijo Kassia y ayudó a Estefani con el pastel- vamos-

Las tres entraron a la casa y se sentaron en el comedor, Tamara caminó hasta el refrigerador y busco algunas bebidas sin éxito.

-Iré a la tienda por bebidas, ¿Quieren algo en especial?-

Ambas negaron con la cabeza y Tamara salió de casa.

-Dime… ¿Eres amiga de Tamara?-

-No, soy su novia-

-Valla… increíble… no me malentiendas, es increíble que me lo digas tan a la ligera-



#20921 en Novela romántica
#3586 en Chick lit

En el texto hay: lesbico, romance, preparatoria

Editado: 10.06.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.