Conseguir Vencer

Parte 35: Navidad

Kassia despertó siendo abrazada por el cuerpo desnudó de Tamara, esta vez le extraño pues era normalmente la que Tamara se levantaba temprano, sin embargo, Kassia pensó que tal vez el que Tamara siempre tomase la iniciativa le dejase cansada, sin darle más vueltas al asunto se movió entre la cama para poder salir de las cobijas y poder ponerse de pie, caminó hasta el baño y se metió a la regadera, lavó bien su cuerpo mientras que pensaba en lo que había pasado en la madrugada de ese día, estaba muy feliz, tanto que comenzó a llorar.

-Solo dos navidades… dos navidades-

Kassia dejó el jabón en su lugar y al abrir la regadera tropezó con su pie y cayó de rodillas al suelo, entonces comenzó a llorar con más intensidad.

-Solo dos años más… yo no quiero pasar con ella solo dos años más… quiero estar a su lado el resto de mi vida…- dijo y dio un gritó al techo

Tamara se despertó alarmada y corrió hasta el baño, al encontrar a Kassia de rodillas en el suelo inmediatamente se metió a la regadera y se arrodillo para levantar el rostro lloroso de Kassia.

-¿Qué ocurre Kassi?-

-Es que… el tiempo es traicionero… sabes… seis meses pasaron en un parpadeo…- dijo y abrazó a Tamara para luego volver a llorar

-Calma pequeña, estaremos bien-

-Quiero estar contigo el resto de mi vida…-

-Tranquila, hare lo necesario para conseguir ello-

-No… ya no puedes hacer nada… es una guerra perdida… solo… déjame estar a tu lado el tiempo que nos quede… por favor-

-Claro que si… estaremos juntas-

 

Tamara sacó del refrigerador un gran brisket y lo dejó templarse un poco para luego meterlo al horno algunas horas justo como decía en las instrucciones que le había dejado Jessi, aunque Kassia parecía estar mejor, Tamara sabía que no lo estaba.

-Ya estamos aquí… ¿Qué es eso que huele tan bien?- preguntó la madre de Tamara mientras se quitaba sus botas

-Estoy terminando de hacer la carne que me dio Jessi como regalo-

-Si el pastel estuvo riquísimo, la cena de hoy también lo estará- dijo el general Garcia mientras también se quitaba las botas

-¿El pastel lo hizo Jessi?- peguntó Kassia mientras que Tamara se sentaba a lado de ella

-Si, nos dijo que era un regalo para Tamara- respondió el general Garcia mientras se sentaba a lado de la madre de Tamara

Y mientras que Tamara preparaba un poco de pasta, Kassia se desahogó con su suegra a la que llama madre y el general también escuchó lo que Kassia tenía que decir, lo de su prometido, lo de las citas a ciegas y también el tema de la universidad a la que iría, una en el extranjero y todo lo que ello conlleva.

-… entonces tendré que dejar la escuela un semestre antes… gracias por escucharme…- terminó Kassia con lágrimas en los ojos y no pudo evitar abrazar a su madre

Tamara había escuchado todo y también lloraba, solo que su llanto era ocultado por los sonidos que hacia la comida que preparaba, un llanto en silencio que duro tan solo un poco, y que continuo luego en el baño cuando le tocó ducharse, al terminar, regreso a la habitación y vistió con un conjunto de lencería rojo para ir con la fecha, también con un vestido rojo con un poco de peluche blanco en la parte del pecho y en la falda, se miró en el espejo de su habitación y tenía los ojos un poco hinchados, pensaba en como ocultarlos cuando Kassia entró a la habitación.

-¿Escuchaste todo cierto?-

-Sí, desde hace algunos meses ya lo sabía, cuando Estefani vino con un pastel… las escuché sin querer desde la entrada… pero pensé que era una broma- dijo mientras sacaba un poco de maquillaje

Tamara estaba por abrir la caja de sombras cuando Kassia la abrazó por la espalda.

-No ocultes tu rostro detrás de eso… así al natural es más lindo-

-Pero mis ojos se hincharon… me veo fatal-

-No, no te ves mal, esos ojos expresan que realmente me amas… perdóname por preocuparte, pero ya no llores, también me dan ganas de llorar cuando tú te pones triste-

-Perdóname Kassi- dijo Tamara dándose la vuelta- te amo mucho… no te lo imaginas- dijo abrazó a Kassia por el cuello

-También te amo mucho Tamy-

Y ambas se besaron tiernamente demostrando lo mucho que se amaban.

-Tengo unas gotas que me dio nuestra madre, dijo que bajaría la hinchazón de los ojos en quince minutos-

-¿Me las pondrías?-

-Claro que si-

Kassia se sentó en la cama y Tamara se recostó en su regazo, luego Kassia abrió las gotas y puso dos en cada uno de los ojos de Tamara.

-Ahora cierra los ojos por quince minutos-

-¿No me harás nada extraño cierto?- preguntó Tamara con los ojos cerrados

Tamara sintió algo suave en su frente, luego en sus mejillas y finalmente en sus labios.

-¿Qué fue lo que te toco?-

-Tus labios-

-Error, fueron mis dedos-

-No tengo muy buena capacidad sensitiva-

-Ya lo creo, sabes, me encanta el vestido que llevas, resalta tu feminidad-

-Gracias, aunque me preocupaba el haber perdido un poco de masa muscular-

-Tranquila, solo has tonificado tu cuerpo más, eso hace la natación-

-Cierto, el tuyo es hermoso, suerte por el cabrón que te tenga como esposa-

-Lo mismo digo-

-No, tengo mala experiencia con los hombres, hace algún tiempo me intentaron secuestrar, y con lo que paso ayer… creo que no-

-¿De verdad?, ¿Por qué nunca me lo contaste?-

-Nunca salió el tema, además, casi lo olvido, fue cuando mi madre conoció al general Garcia, la habían llevado presa a ella y a mi abuelo por casi haber matado a ese chico- dijo Tamara sin evitar reírse

-Si, y cuando se agarraron a golpes con mis padres y sus lacayos fue que conocimos a la general Astrid-

-Si, en medio año pasaron muchas cosas, luego me dispararon en un brazo y me debe la vida uno de mis asaltantes-

-¿Le salvaste la vida a uno de tus asaltantes?-



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En el texto hay: lesbico, romance, preparatoria

Editado: 10.06.2022

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