El ascensor termina su viaje en el piso 25, donde está mi área, prácticamente arrastro a Ethan fuera del ascensor antes de que ocasionaran algo, la puerta se cerró y observamos como subía hasta el último piso. Ethan me toma de la mano y luego me dedica una mirada como estudiándome, creo que ese momento pudo haber sido peor, él parece leer mi mente.
-No te preocupes, no haré nada -se detiene un momento- al menos que me dé una razón.
-No quiero que hagas nada, puedo ocuparme de él por mi cuenta
-Mi novia es todo un caso, eh, bueno pues te creo.
Donna aparece luego detrás de nosotros con su melena roja despeinada, algo poco usual en ella, al vernos se cruza de brazos.
-Este no es un parque -Dice seria, pero luego ríe- Por dios, necesitan relajarse, hubieran visto su cara
-Eso no fue gracioso -digo achicando los ojos en su dirección
-Hola Donna ¿Qué tal todo? -Pregunta Ethan- Hoy vendré por Beck, cuídala del imbécil de informática ¿vale?
-Así que… ¿ya conoces a Jayden eh?
Un rato después, Ethan se va y Donna me acompaña de camino a la oficina de Víctor. El castaño esta un poco distraído y se sorprende al verme, como si no esperará que fuera a llegar, me dedica una sonrisa de sorpresa y luego Donna va hacia él y parece decirle algo en el oído que hace bajar su preocupación, asiente y luego voltea a verme.
-Tienes el día libre - ¡¿Qué?!- Hoy no te necesito aquí en la oficina, así que ve hacer lo que sea que quieras.
-¿Te sientes bien? -pregunto con un leve de rol de papeles, si me ha sorprendido- Estas diciendo que quieres que me vaya ¿Correcto?
-Así es, eso mismo estoy diciendo -incrédula, volteo a ver a Donna, ella asiente como a señal de confirmar que ella también escucho lo mismo
Salgo de la oficina y decido enviar un mensaje a Ethan, le informo que hay un cambio de planes, iré con Mell donde mis padres porque mi mamá le debe galletas, que se pase por la casa y que luego le diremos la noticia a ellos.
Guardo el celular y me dirijo al estacionamiento. Luego recuerdo que no traje mi carro y le pido a Ray que me lleve a casa de mi madre.
Ya en la carretera, voy con música a todo volumen, hasta que el sonido de una llamada entrante interrumpe.
-Aquí Beck -Pongo en pausa la música y le indico a Ray donde girar
-Hola hija, tengo a Mell en la casa pidiéndome galletas una y otra vez como un perico -Noto su sonrisa- ¿podrías explicarme por qué?
-Puede que seas parte del trato para que hiciera de niñera con Joe -La respuesta del mensaje que le envié a Ethan llega y me hace sonreír
-¿Sigues ahí? -Pregunta mi madre
-Si, lo siento, me distraje… oye Ray, en esta calle, justo en esa casa con el Jepp salpicado de colores -Ray asiente- Muy bien mamá, voy llegando, en un minuto estoy ahí.
-Está bien amor, luego sacas a tu amiga acosadora por favor -a lo lejos puedo escuchar la voz de reclamo de Mell y sonrío.
Al entrar a casa me despido de Ray, quién mi padre insistió en que debía pasar a saludar y ver su invernadero -del cual está muy orgulloso- para después tener una charla de diez minutos sobre qué tipo de combustible era más conveniente y algunos gestos de Ray hacia mí pidiendo ayuda para que mi papá lo dejara ir. Saludo a mamá y ella hace el típico gesto de “tienes que explicarme esto” llevándose las manos a la cadera y ladeando la cabeza
-Lo sé, lo sé, debí decirte que serías la benefactora del pago mamá -Digo mientras me acerco a ella y a Mell - ¿Dónde está mi bebe? - saludo a Joe- Eres el cerdito más tierno de la vida, estas para plasmarte en una pintura.
-Por favor no te conviertas en la loca que pinta a sus animales -dice Mell contestando un mensaje.
Pasan alrededor de dos horas, y las galletas ya están en el horno, Joe está descansando en el jardín luego de que papá lo sacara.
<<Hasta ahorita pude ver el mensaje, ya salí de la universidad ¿te recojo donde tus papás?>>
<<Si, recógeme aquí, mamá esta haciendo galletas, ya casi salen del horno>>
<<Galletas de Maryse… que delicia>>
Mell y yo nos ponemos al día con la vida universitaria, dentro de poco, un mes aproximadamente cierro semestre, lo cual me daría un mes o dos de vacaciones. Mamá nos lleva galletas y un chillido agudo sale de la boca de Mell
-¡Galletas!
-Pareces un lorito diciendo “Mell quiere galletas, galletas, Mell quiere galletas” -dice mamá haciendo que yo me atragante de la risa - ¿Estas bien? Respira
-Si -digo recuperándome- sí, ya estoy bien. Por cierto, mamá, Ethan viene en unos minutos, guárdale galletas.
-Esta bien ¿algo más que quieras decirme? -me lanza una mirada de esas que examinan el alma y mi mente entra en colapso.
-Mmm s… -dudo la respuesta- mmm si, si hay algo, pero esperaré a que Ethan y papá estén dentro de casa -digo señalando a la ventana viendo como ellos se aproximan, el primero, me dedica una sonrisa ladeada, y el segundo, esta regañando a Joe por morder su dedo.
Cuando entran, las tres nos encontramos en silencio, ambos nos miran con curiosidad y con un gesto de cabeza, les indico que nos acompañen, cuando Ethan se va a sentar en el sofá contrario al mío, lo halo para se siente conmigo, lo cual, no les extraña a mis padres, pues siempre hemos sido asi los cuatro -esa dinámica de ¡Jason siéntate conmigo! O ¡Mell siéntate conmigo! – Finalmente decido hablar.
-Mamá, papá… hay algo que deben saber -ambos voltean a ver a Mell.
-No, esta vez no le dije que sería buena idea ir una fiesta a escondidas -se defiende ella y mis papas toman un suspiro de alivio. Pero cuando iban hablar, la mano de Ethan se encuentra con la mía firmemente enlazada y ellos no se pierden el gesto.