-¿Señorita Thompson? - me dijo el hombre bien vestido cuando me acerque a él (trae un cartel con mi nombre).
Yo asentí en respuesta, él me sonrió y quito las maletas de mis manos.
- Soy Charlie el chofer de la familia, es un gusto conocerla al fin, pero bueno acompáñeme la llevare a su nuevo hogar - lo seguí hasta llegar a un carro negro, muy limpio metió las maletas a la cajuela, yo no esperaba que me abriera la puerta al contrario observaba sus movimientos y vestimenta, un traje negro, camisa blanca, una corbata negra, guantes de cuero negros, un sombrero de chofer del mismo color y unos muy ilustrados zapatos de charol. Levante mi vista hasta encontrarme con sus ojos, él ya tenía la puerta abierta para entrar al auto, sonríe y le devuelvo la sonrisa, entre con su apoyo, cerró la puerta y un poco después el auto se puso en marcha.
Bueno creo que querrán conocerme, Mi nombre completo es Hannah Cristina Thompson Dallas tengo 17 años soy de Carolina del Norte, estoy en New York y debo aclarar que no por mi gusto si no porque mis padres tuvieron un accidente aéreo y no sobrevivieron. Cuando me llegó la noticia lo último que recuerdo fue desplomarme en los brazos de mi nana para despertar en el hospital con mi nana a mi lado, me llevaron a casa, ahí se encontraba el abogado de mis padres para llevar a cabo el "protocolo de emergencia", como lo dijo él y lo llamaron mis padres que consistía que si ellos morían todo quedaba a mi nombre pero por ser menor de edad, los restaurantes de mi padre pasaban a su hermano pero cumpliendo los 18 podría reclamarlos, todo lo demás sería vendido y el 30% del dinero donado al orfanato donde mi madre era beneficiaria, yo pasaría al cargo de mi tía Isabelle hermana de mi madre que vive en New York, no tuve más opción que aceptar todos los términos el abogado se encargó de todo y cuando digo todo es todo, desde ventas, donación, pensión de Robert(nuestro chofer), de mi nana si no fuera porque tiene familia en Carolina me la traigo conmigo, dar la noticia a las dos familias y eso ocasionó montones de llamadas a mi celular de las que solo una recibí y fue la de mi tía Isabelle antes de mi vuelo avisándome que ella no podrá ir por mí pero mandaría a alguien y lo que más agradecí a Frank(el abogado), fue que arreglara todo sobre mi vuelo.
- Señorita...señorita Thompson... - escucha murmullos, abrí mis ojos y me encontré con los de Charlie - Al fin despierta hemos llegado a nuestro destino.
Me tendió una mano que gustosa la acepte cuando me acostumbre a la luz solar mire la mansión de mi tía...es grande y tiene una estructura muy elegante y antigua a la vez, es color blanca con un hermoso jardín alrededor.
- Las maletas se encuentran a dentro - me sobresalto por su repentina voz, él sonrio apenado y sonríe.
- Gracias, Charlie - Él solo asintió y sonrió
Abrí la puerta y efectivamente mis maletas estaban a un costado del recibidor, empieza vibrar mi teléfono desde el bolsillo de mis pantalones, me fijo quien es y contesto.
Es mi tía Isabelle.
>>Hola mi niña, ¿ya estás en casa?
<<Si, acabo de llegar.
>>Perdón por no estar para recibirte, pero el deber llama.
<<Si entiendo, no te preocupes.
>>Bueno llamaba para decirte que los gemelos y Jade llegarán como a las 2 y Alyson a las 12.
<<...mmm bueno
Me rasco la nuca con una mano
>> Hannah...
<< Mande.
>> Mi niña quiero que te sientas como en casa, tienes mi permiso para explorarla y si tienes hambre dile a Molly que te prepare algo es la nana de los niños, ¿está bien?
<<Si, gracias.
>>Bueno te dejo, llegamos para la cena, besos y abrazos mi niña, adiós.
<<Adiós.
Finalizó la llamada, doy un suspiro y me adentro más a la casa, a la izquierda se encuentra el salón, unos muy elegantes sillones de cuero negro, una mesa de centro, la chimenea, una especie de arco que conecta con un comedor café para unas 12 personas...
-Buenos días - Aparece una señora ya mayor por una puerta que deduzco da a la cocina, se acerca a mí – ¿Debes ser Hannah verdad? - agarra mis manos - Estás muy grande, me acuerdo cuando eras pequeñita a lo mejor tú no me recuerdes porque fue hace 14 años, la primera vez que te vi, pero mírate ahora toda una señorita - me da un abrazo y le correspondo - Me alegra verte, siento mucho lo de tus padres.
Rompo el abrazo y miro hacia sus ojos cafés, el tema es sensible para mí todavía pero no debo quebrarme menos enfrente de ella. Le regalo una sonrisa como agradecimiento.
Se fuerte Hannah tu puedes.
-Bueno mi niña, ¿tienes hambre? - empieza a caminar hacia la puerta, me hace una seña para que la siga y así lo hago, entramos a la cocina - Te preparo lo que gustes.
-Si tengo hambre, con un emparedado de jamón está bien gracias - me pide que tome asiento en un taburete en la isla de la cocina.
-No sé si la señora Isabelle te hablo de mí, pero soy Molly, la nana - Yo asiento y ella termina de preparar el emparedado, me lo entrega en un plato.
-Gracias, Molly - ella me sonríe. Y empiezo a comer
-Con qué te gustaría acompañarlo, ¿agua, jugo o algún refresco?
Terminó de devorar el bocado - Agua estaría bien.
Ella asiente, me sirve en un vaso de cristal y me lo entrega.
La cocina es moderna, con todos los electrodomésticos esenciales, la cocina integral es de color negra, un refrigerador de dos puertas color plateado, en la esquina un pasillo que no se para dónde va, vuelvo mi vista hacia Molly que empezó a cocinar pasta.
-Mol, no encuentro el líquido para la piscina de casualidad tú sabes dónde está? - entra por el pasillo un muchacho, está vestido con solo un overol azul marino, dejando a la vista su escultural cuerpo. Abre el refrigerador y saca una botella de agua, esperando la respuesta de Molly.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.12.2019