Control sobre ti ©

Capítulo 20

(Sigue narrando Hannah)

 

Estoy aterrada...

Hemos llegado al edificio, el elevador sube y Ian está cruzado de brazos hablando en susurros. En todo el camino no me hablo pero si mantenía una cara enfurecida. Estoy temblando, no se lo que me espera al llegar al departamento, desde la clase de Aritmética me vengo arrepintiendo no hablarle hecho caso y comportarme como rebelde antes de Literatura. 

Me sobresalto con el sonido del elevador, dejo de morderme las uñas y salgo primero. Quisiera correr, abrir la puerta lo más rápido posible y cerrársela en la cara. Pero no es más que una idea estupida, porque eso aumentaría su enojo o lo que traiga contra mi. 

Busco mis llaves, pero recuerdo que yo no las traigo y hago espacio para que Ian abra, él también trae mi celular. Desde que Luke me lo quito ya ni me lo devolvieron. La puerta se abre y pasa Ian primero, yo después tragando saliva. 

Cierro tras de mí y me quedo parada en la puerta, Eclipse viene maullando hasta mi. Ignorando la mirada de Ian me agacho y la acaricio. 

- ¿Ti-tienes ha-hambre? - intento distraerme, es muy incomodo sentir su mirada. 

Eclipse maúlla y se apega más ami ronroneando. Me encanta la vibración que causa. 

- La gata tiene comida en su plato, si tiene  hambre que coma - no me inmutó por sus palabras, pero si noto su tono de voz severa. Esta malhumorado. 

Maldigo internamente cuando Eclipse se va, ahora que excusa tengo. Me paro y veo a Ian mirándome. Ya no trae puesta la mochila, la ha dejado en el sillón. 

- Acercate - ordena tajante, dudo en hacerlo, pero parece que en cualquier momento puede explotar así que me acercó lentamente, sin despegar mi vista de sus ojos - Buena gatita...

Me acaricia la mejilla, corro mi cara a un lado. Su tacto me molesta. Eso no le ha gustado y lo sé por cómo quito la mochila de mis hombros en un movimiento brusco. Ahogo un grito y devuelvo mi vista a sus ojos, que se encuentran en un tono más oscuro. 

Mierda, ¿Qué hago?

No me muevo, pero él sí lo hace pasando una mano por mi cuello, cierro mis ojos al sentir mi piel estremecerse. Me acerca a él de un jalón y abro mis ojos de la impresión. Nuestras caras están a centrimentros, nuestras respiraciones se mezclan. 

- Me encuentro enojado contigo...- susurra contra mis labios y aumenta su agarre en mi cuello - No me obedeciste cuando te dije que te acercaras - cierra más su mano, me empiezo a alterar - Y te revelaste contra mí antes de Literatura...- esto último lo dijo entre dientes y apachurrando más mi cuello. El aire me está faltando - Y eso mi gatita...tiene consecuancias.

Cierra el espacio entre nosotros con un beso, no correspondo y gruñe. 

Me suelta del cuello y yo empiezo a toser, hago el ademán de agacharme pero me lo impide tomando mi pelo en un puñado y empieza jalarme hasta las escaleras. 

- Su-suéltame - hablo en un hilo de voz, creo que ni me ha escuchado, intento rasguñar su brazo el cual tiene agarrado mi pelo. 

- No te resistas, no te sirve de nada...soy más fuerte que tú - habla enojado mientras sube las escaleras, el dolor en mi cuero cabelludo empieza y con ello mis sollozos.

Oh Dios mío, sálvame de esta.

Me sube arrastras hasta el tercer piso donde se encuentra mi cuarto, jala más fuerte mi pelo y chillo. No me espera nada bueno, lo presiento. Llegamos al cuarto y abre, me empuja dentro de él. Llevo mis manos a mi cabeza sobando. 

¡Maldito, hijo de Snow!

- Acuéstate en la cama - demanda mientras el cierra la puerta, se voltea y nota que no me he movido - ¡Te di una orden, obedece! - me sobresaltó por su grito, se empieza a quitar su chaqueta. 

Oh no, no que no sea lo que pienso. 

Mis sollozos aumentan y me abrazo a mí misma, también retrocedo. Puedo llegar al baño y encerrarme. 

- ¿No harás caso?, bueno conste que lo quise hacer por las buenas - En un dos por tres está enfrente de mi, vuelve a tomarme del pelo y me arrastra hasta el pie de la cama. Ahí con su otra mano me levanta del cuello y avienta a la susodicha.

Intento levantarme, estoy más que aterrada por esto, pero se monta encima de mi impidiendo mis movimientos. Empiezo a gritar. 

- ¿Tú crees que te van a oír?...gatita estamos en el último piso nadie vendrá a salvarte - susurra en mi oído, ya tiene una mano sobre mi boca, no dejo de llorar y temblar. 

Tengo una suposición de lo que pasará después y no es para nada bonito. Me obligará a tener relaciones con él. Aumento mi llanto y me remuevo bajo su cuerpo. 

En respuesta gruñe y con un movimiento brusco de sus manos rompe mi vestido, este era uno de mis favoritos. Quedo expuesta ante él. Con un pedazo de tela amarra mis manos y las deja encima de mi cabeza. 

- Hay que evitar que vuelvas a rasguñarme - su tono burlón pero a la misma ves enojado causa más miedo en mi interior, me retuerzo más bajo su cuerpo - ¡Deja de moverte como gusano! - su grito me hace tensar mi cuerpo y me quedo quieta. Dale entre más rápido sea mejor, si doy lucha podrá golpearme y no quiero eso, mi piel es muy sensible. 

Solo lloro en silencio, me está observando con una gran sonrisa maliciosa y ojos dilatados. ¿De qué me sirve gritar si no me escuchan?, solo dañaria mas mis cuerdas vocales. 

Cierro los ojos cuando lo miro agacharse, siento un cosquilleo en mi estómago, me remuevo incomoda. Su aliento choca contra mis labios y los besa, no correspondo, chupa mi labio inferior para después morderlo.

- Ah - un quejido sale de mi, Ian gruñe y muerde más fuerte, hasta sacar sacar sangre de él. Succiona mi sangre. Abro mis ojos. 

- Me encanta su sabor - relame sus labios y lleva su cabeza para atrás. 

¿Se está excitando?




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