Control sobre ti ©

Capítulo 24

Hannah

El dia esta triste, cielo negro, lloviendo y uno que otro trueno. Todo eso combinado con el frio. 

Estoy en la que se supone que es mi habitación, bueno eso me dijo James cuando estábamos desayunando.

Es en el último y tercer piso, la habitación es grande con una cama queen en el medio y a cada lado un buró con su respectiva lampara. Hay tres puertas, una da al armario en el cual no se encuentra ningún vestido algo muy triste para mí. La otra puerta es el baño igualmente de gran tamaño con una ducha y jacuzzi, esas dos puertas se encuentran frente a la cama. 

Al lado derecho está la puerta principal y esta se encuentra entre abierta ya que por una razón inexplicable solo se abre por fuera. Hecho que causa un escalofríos en todo mi cuerpo. 

Dejo de ver la puerta y regreso mi mirada a los grandes ventanales que llegan del piso hasta el techo. 

El bosque se deja ver y las gotas de agua escurriendo por la ventana también. Sigo una y veo cómo conecta contra para al final llegar al piso, me gustaría salir y disfrutar de la lluvia pero la puerta corrediza esta cerrada. 

Y afuera hace frío. 

Me tapo mejor con la cobija, envolviendo bien mis pies, me encuentro sentada en el piso frente a las ventanas. Cierro mis ojos y suspiro. 

Quisiera ser esas gotas e ir libre por donde quiera. 

Sii...ese no es mi caso, no soy una gota de agua mucho menos soy libre, alguien muy malo y enfermo tiene el control sobre mí, y tengo por seguro que si no nos hubiéramos conocido así y no sé de otra manera seriamos un pareja "normal", yo ayudándolo con su trastorno y él a mí,  pero la realidad es otra.

La curiosidad pudo más conmigo. 

Y lamentablemente salí perdiendo más de lo que imaginaba. 

Me sobresaltó por el relámpago poco después lo acompaña un espantoso trueno que hace vibrar las ventanas. La lluvia se intensifica, me recorro un poco para atras alejándome de la ventana...

Pisadas fuertes interrumpen mis pensamientos, son como si estuvieran corriendo. Volteo a la puerta justo cuando Ethan entra de sopetón. 

Está agitado, su mirada llena de miedo me encuentra y corre hacia mi. 

- ¿Escuchaste eso? - habla una vez a centímetros de mi, asiento en respuesta - Tengo miedo - y sin más me aprisiona en sus brazos, no identifico quién es. 

Su abrazo me causa dolor. 

- ¿Tu e-eres? - pregunto adolorida, solo tengo dos opciones es Luke o James. Los otros no creo que le teman a los truenos y relámpagos.

- James, soy James - su voz tiembla, ¿puede solo una personalidad tenerle miedo a algo? O ¿será que todos le temen? 

Ya no aguanto el dolor.

- M-me aplastas - hablo a hilo de voz otro trueno se escucha y empeora la situación. Muerdo mi labio para no quejarme.

- Mierda, moriré de un paro cardiaco - me intento parar, él parece entender mi mensaje y me ayuda. 

Mierda, moriré de dolor. 

- Ahh - no aguanto y me quejo. 

- ¿Te duele mucho? - dice preocupado.

Asiento. 

- Ven - me carga como recien cazados, caminamos hasta la cama y me deja lentamente -  Iré abajo por algo de comer y te traigo una pomada también - da un beso en mi frente y sale de la habitación. 

Parece ser que la preocupación fue más grande que el miedo. 

El cielo vuelve a iluminarse, me quedo viendo los ventanales llenos de agua, las gotas golpean una y otra vez el vidrio. Siento el frío colarse hasta mis huesos, estrujo más la cobija en mi cuerpo. 

No es buena combinación el frío con el dolor. 

Muevo mi cuerpo despacio hasta el respaldar y ahí espero a que James venga, este a los pocos minutos entra, con una bandeja en manos. 

- Hice sopa, en los días así me gusta comer algo caliente - llega hasta mi lado y pone la bandeja en mis piernas delicadamente, esta tiene dos platos de sopa, dos vasos con agua de ¿Jamaica? creo ya que es roja y un botecito cristalino con pomada - Primero comemos y después te ayudo a ponerte la pomada. 

Asiento sonriendo. Tomo un plato y empiezo a comer, él va por la silla del escritorio y la trae hasta al lado de la cama. Toma su plato. 

- Provecho - dice antes de meter su cuchara a la boca. 

Los minutos pasan, el día se acaba y la oscuridad empieza apodarse de la estancia. Termino de comer e igual que James, me quita la bandeja de mi regazo y la pone en el buró. 

- No hay electricidad, así que nos tocara prender velas - camina hasta el armario, lo abre y entra. Vuelve a salir pero ahora con velas en las manos, ¿había velas ahí?, cuando lo revise no las mire. Con solo verlas recuerdos de la noche anterior vienen a mi mente, lo miro con miedo notable - Tranquila - me da una sonrisa sincera, saca un encendedor de su pantalón y prende una vela.

Pone dos en cada buró y en el escritorio. 

- Bueno creo que con esas bastará para no quedar completamente a oscuras - pone sus manos en la cintura, satisfecho de su trabajo - Ahora quítate es cobija  de encima y tu ropa - ordena y yo no replico, suelto la cobija y me quito el pants y la blusa - Así está bien, solo recuéstate - mueve sus manos en todo momento haciendo gestos de cómo debo hacerlo.

Quedo boca arriba, James toma el frasco de la mesa agarra un poco con sus dedos, se acerca a mi y empieza a untarlo por mis golpes y marcas. 

- Agh - esto duele, cierro mis ojos con fuerza y empuño la cobija a mis costados. 

- Perdón...intentaré no tocarte tan tosco - lo oigo disculparse, sus toques se vuelven más suaves. 

~~~

Ya me han terminado de embarrar pomada por mi cuerpo, James a bajado con dos velas a dejar la bandeja y me ha dicho buenas noches, antes de que se fuera le dije gracias y descansa. Me dijo que esperara unos minutos para poder vestirme para así dejar que la pomada se secara. 




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