Control sobre ti ©

Capítulo 33

Ian

Me encuentro fuera de casa viendo cómo cae la nieve. Eclipse ya se ha escurrido entre mis brazos y gateando se metió por la puerta que deje abierta. 

Vine afuera a enfriar mi cuerpo y mente, cuando mi gatita me decía amo, me excitaba demaciado pero antes era raro la vez que me decía así, no si yo no sé lo ordenada. 

Estaba demasiado sumisa y tranquila, me ayudó en cosas que por lo general se resiste hacer. Así que me pareció extraño y mejor me detuve. 

No se lo qué tramaba, tampoco escuche la conversación que tuvo cuando Ethan me quito el control. Estaba furioso por el hecho de que se atrevió agredirme. 

Nunca mido mi fuerza y haberla empujado como ella lo hizo y todo lo que pasó después, me encanto. 

Lástima que alguien no le pareció correcto y me quito el control, iba a quitárselo y continuar jugando con mi gatita pero me contuve. Disfruto más de ella cuando estoy al borde del colapso. 

Pero me sorprendí cuando Ethan me desbloqueo y dijo puedes salir, no desaproveche la oportunidad y lo hice. De todos modos acumular ira lo puedo hacer después, la tendre para siempre conmigo y sus momentos de valentía siempre aparecen. 

Todo estaba bien, hasta que vi como levantaba sus caderas para dejar que le quitara el pants y que ella se haya adelantado quitándose el suéter con la blusa y después querérsela amarrar a los ojos. Fue demaciado para darme cuanta que todo lo tenía planeado o estaba resignada. 

Sin embargo, en vez de disfrutar de su sumisión y respeto, me cabreo y no deje que el cinturón cayera. No quería que fuera así, quería sus lloriqueos y esa aura de miedo que emita de su cuerpo al ser castigada. La excitacion se bajó de una y solo dije que su castigo se posponía para después ordenarle que se vistiera, bajara a limpiar la biblioteca e hiciera comida. 

Llegue a la conclusión de que estaba rara o cansada de todo y dejaría que le hiciera lo que quisiese pero no le daría la satisfacción de estar tranquila. 

Quería hacerla llegar al borde de la muerte y como siempre dejarla en paz. Cuando estoy con ella puedo sentir como late su corazón y su respiración delata que tan agitada está o que cansada. Esas dos combinadas y el aspecto de su cuerpo me dice que ya ha llegado al limite y debo parar. No quiero matar a mi gatita pelirroja, ella no podría ser reemplazada por nadie, no quiero a nadie que no sea ella. 

Es mía, siempre lo será hasta que yo muera. 

El frío me trae de vuelta y dejo de apretar mis puños, una última mirada al bosque y entro a casa. Me sacudo nieve del pelo y camino hasta un lugar cálido, la cocina por ejemplo. 

Verla cocinar me recuerda la vez que hice polvo una pastilla y la eche a la sopa que comió en el piso. Era una combinación de endorfinas y no sé qué otra cosa pero te ayuda activar tus hormonas de placer. Ese día fue perfecto, verla tan desesperada por sexo y con sus pupilas dilatadas. La tercera vez que ha llegado al orgasmo, no me importa que ella llegue en verdad. Mientras yo esté complacido y satisfecho basta. 

Retrocedo y salgo de la cocina, ya me calenté demás. No esta en mis planes comer con ella, nosi no puedo ponerla a comer en el piso y drogada. Tendré que comprar más de una pastilla. 

Pero las malditas estan caras y no tengo tanto efectivo para comprarlas y mi querido hermano Ethan, no querrá darme más dinero para compararlas. Nosi le hace daño a nuestra zanahoria. 

Tú tranquilo Ethan, ya te haré volverte loco por ella y transmitirte mis emociones para que vuelvas hacer el mismo que con nuestra Lotte. Pero todo a su tiempo, primero la destruyo a ella y después a ti. 

Desbloqueó a los chicos y llamó a James. 

James: ¿Qué paso?

- Ya puedes salir - me siento en los escalones y cierro los ojos. 

James

Me levanto de un salto de las escaleras y subo corriendo a mi habitación. Paso y cierro la puerta tras de mí, camino hasta el baño y me doy una ducha rápida. 

Salgo y seco mi cuerpo, me acerco al espejo y maldigo para mis adentros. 

1..2...3...

Ethan: ¡Mi cuerpo James, que te había dicho!

- Ya se..solo que la picazón empezo y no pude evitarlo - enrollo la toalla en mi cintura y me muevo al armario. 

Ethan: Mmm...y por eso lo tenias que dejar todo rojo, ¿verdad? 

- Noo..pero ahorita se quita - me pongo un bóxer y busco mi pantalón color rosa. 

Ethan: piri ihiriti si quiti, ¡me importa un carajo que ahorita se quite!...no lo vuelvas hacer y punto. 

Parpadeo varias veces, flaqueó un poco. Es como si me estuviera gritando a la cara y da mucho miedo. 

- Es-está bien - que cobarde me escuche tartamudeando pero logró causar miedo en mi. Nunca había pasado.

Ya no responde y siento cómo se desconecta, bloqueo a Ian antes de que salga a reírse de mí. 

Suspiro y termino de cambiarme. Unos Converse negros me pongo al final y regreso al baño para echarme gel antibacterial y agarrar mi pañuelo. 

Salgo de la habitación y bajo las escaleras, llego hasta la cocina y veo a mi muñequita sentada comiendo sola. 

- ¿Te acompaño? - la hago sobresaltar y deja caer el tenedor, río levemente y me acerco para darle un beso en la cabeza. 

- ¿Ja-James? - pregunta con su vocecita tan tierna y llena de inocencia. 

Una hermosa rosa rodeada de hierba venenosa. 

- El mismo, perdón por haberte dejado en la mañana pero yo no mando - me disculpo y camino a la estufa. Tomo un plato y sirvo la deliciosa comida. 

Ian me arrebató el control, nomas porque se le antojaba salir y ya. De una me lo quito y para acabarla me bloqueo. 

Termino de servir agua de arroz en un vaso y tomó asiento a lado de Hannah. 




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